En diciembre de 2024, la jefa de Gobierno anunció que una de las 16 primeras Utopías de su administración se ubicaría en el Deportivo El Triángulo.
“Yo ya me imagino la Utopía maravillosa, porque además va a beneficiar no solo a Tláhuac, también va a beneficiar a Iztapalapa, toda la zona de Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, Degollado, La Polvorilla, toda esa zona también”, dijo durante una jornada del programa “Casa Por Casa”, con el cual visita viviendas de diversas colonias de la ciudad.
Las Utopías son el programa estandarte que impulsó Brugada como Alcaldesa de Iztapalapa y luego como promesa de campaña para ganar la elección a jefatura de Gobierno.
Las instalaciones tendrán infraestructura deportiva como canchas de futbol, basquetbol, tenis y pista de atletismo; así como una oferta de actividades y talleres culturales y de atención a la ciudadanía.
Sin embargo, los habitantes del pueblo de Tlaltenco destacan que en la zona ya cuentan con estos servicios en las cuadras cercanas del Deportivo El Triángulo, entre ellos una alberca semiolímpica y una casa de la cultura, ambas a cargo de la Alcaldía de Tláhuac, encabezada por Berenice Hernández.
Asimismo, recalcan que la tierra del deportivo fue donada de forma definitiva por los ejidatarios a la comunidad futbolera y que, contrario a lo que asegura el Gobierno, esa área no ha sido expropiada.
“¿Por qué quitarle su deportivo a los jóvenes?”, cuestiona María Elena López, ejidataria que ha defendido las canchas. “Les dimos otras opciones, o que compren o adquieran un terreno especialmente para esto”.
El señor Gabriel Sirnes ha jugado desde hace 55 años en el equipo Real Tlaltenco, del que ahora es responsable. Tras más de cinco décadas de haber jugado en el Deportivo El Triángulo, su primer instinto cuando se enteró que quería construir la Utopía fue defender el sitio.
“Nos prometieron que nos iban a reubicar en la Deportiva Ejidal, que es un espacio más grande que tiene Tlaltenco, pero nosotros les dijimos que ahí podían hacer la Utopía. No es tan cerca del metro, no generaría el caos vial y además hay espacio que no afectaría a los equipos como nos afecta a nosotros los usuarios del Deportivo El Triángulo”, expone.
Para ellos, la insistencia del Gobierno de Brugada de construir la Utopía sobre Avenida Tláhuac, donde se encuentra el deportivo, se debe a la visibilidad política que puede dar la ubicación al conjunto.
“Empieza a llegar el grupo de choque”: vecinos opositores a construcción de Utopía denuncian agresiones

María Elena, ejidataria del Pueblo de San Francisco Tlaltenco, estuvo el jueves 26 en el deportivo cuando llegaron decenas de trabajadores de limpieza y un grupo de choque a desmantelar la infraestructura de las tres canchas, a pesar de que representantes de la Secretaría de Obras y Servicios capitalina (Sobse) e incluso el Subsecretario de Gobierno, Fadlala Akabani Hneide, se habían comprometido dos días antes a reunirse primero con los ejidatarios y representantes de equipos para llegar a un acuerdo.
“Llegué como a las 8 (de la mañana) y empezamos a resguardar, yo llevé unos candados y empezamos a resguardar los diferentes accesos”, recuerda María Elena.
Durante siete horas, los ejidatarios pudieron cuidar los accesos e impedir que trabajadores de construcción iniciaran labores en el deportivo, pero alrededor de las 3 de la tarde –cuando varios compañeros se habían ido a sus hogares a comer– perdieron el control del lugar.
“Empieza a llegar el grupo de choque y a tronar la reja de delimitación [del predio] para entrar, y empiezan a entrar todos”, reclama la ejidataria.
Desalojan con golpes el Deportivo El Triángulo, donde gobierno de Brugada planea construir una Utopía
Josefina, quien pidió omitir su nombre real por seguridad, es ejidataria y madre de familia. Sus hijos entrenaban en el Deportivo El Triángulo. “Tlaltenco se denomina por el futbol, así como en Meyehualco con el frontón”, explica.
Dos días antes del desalojo de las canchas, ella acudió a dejar a sus hijos al entrenamiento de futbol cuando arribaron trabajadores del gobierno, sin previo aviso, con la intención de tomar posesión de las instalaciones. En ese momento, representantes de los tres equipos deportivos dialogaron con ellos y acordaron realizar una reunión posterior. Sin embargo, el acuerdo no se cumplió: el jueves siguiente, personal del gobierno regresó para desmantelar el lugar.
“Se le solicitaba al gobierno que presentaran algún documento donde ellos podían hacer uso del suelo, a lo cual ellos jamás presentaron nada. Sin embargo, ese día yo me percaté que había personas que no eran trabajadores, que los traían otras personas y eran gente de choque”, recuerda. “El mismo gobierno los llama a golpearnos, a incitarnos a la violencia”.
Ella recibió manotazos, mientras que su padre –un adulto mayor– y uno de sus hijos fueron agredidos físicamente con empujones y golpes. A otro de los ejidatarios, le abrieron el labio.
“[Siento] Impotencia y mucho coraje. No te puedes defender ni como ellos lo hacen, ni a golpes, porque sabes que te puede ir peor”, dice Josefina.
El sentimiento es compartido por Víctor Ruiz, quien desde los 18 años de edad se integró al Club Madero. Él vio cómo se empastaron las canchas, con el trabajo de sus familiares, y procuraron mantenerlo verde con recursos propios.
“Da tristeza que después de mucho sacrificio, vienen las autoridades y nos quitan ese espacio”, suma.