A más de una década y media del siniestro, no hay un solo alto funcionario en prisión, y la exigencia de justicia permanece como una deuda pendiente del Estado mexicano.
Este 5 de junio se cumplen 16 años del incendio en la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora, una tragedia que cobró la vida de 49 niñas y niños, y dejó a más de 100 con lesiones físicas y emocionales.
A más de una década y media del siniestro, no hay un solo alto funcionario en prisión, y la exigencia de justicia permanece como una deuda pendiente del Estado mexicano.
Lo que comenzó como una tragedia originada por la negligencia institucional, hoy continúa como una herida abierta. Pero en esta ocasión, la lucha ha adquirido una nueva voz: la de los sobrevivientes. Aquellos niños que entonces apenas caminaban o dormían en cunas, hoy adolescentes, han comenzado a alzar la voz, a narrar sus vivencias y a exigir castigo para los responsables que, hasta hoy, siguen sin enfrentar consecuencias judiciales.
Incendio en la Guardería ABC: una tragedia evitable
El incendio ocurrió en 2009, cuando las llamas iniciadas en una bodega del gobierno del estado de Sonora se propagaron hacia la guardería subrogada por el IMSS.
Las investigaciones revelaron condiciones inadecuadas de seguridad: techos con material inflamable, inexistencia de salidas de emergencia funcionales y falta de protocolos de evacuación. La tragedia fue, en todos los sentidos, evitable.
Pese a las denuncias y señalamientos públicos, los procesos penales han sido insuficientes. Algunos funcionarios de bajo perfil enfrentaron cargos menores, pero ningún alto mando ha sido sancionado de forma ejemplar. La impunidad se ha convertido en uno de los rasgos más dolorosos del caso.
Batalla por la verdad, justicia y no repetición
Las familias de las víctimas han sostenido durante años una lucha incansable. Hoy, esa resistencia se amplifica con la participación activa de los propios sobrevivientes. Jóvenes que han pasado por cirugías, terapias, rehabilitaciones y silencios prolongados, ahora toman la palabra y cuestionan directamente a las autoridades. Denuncian las secuelas físicas —como quemaduras y limitaciones motoras—, pero también las invisibles: ansiedad, depresión, trastornos de estrés postraumático.
Este aniversario será conmemorado con diversas actividades en Hermosillo. A través de redes sociales y espacios públicos, los sobrevivientes compartirán sus testimonios y exigirán una justicia que les ha sido negada durante 16 años.
El caso ABC no solo simboliza una tragedia humana, es también un emblema de las fallas estructurales en el sistema de protección infantil, la falta de rendición de cuentas y la lucha ciudadana contra el olvido. Hoy, quienes sobrevivieron no solo recuerdan: continúan, con su voz, la batalla por verdad, justicia y no repetición.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO/PROYECTO PUENTE.
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