sábado, 1 de julio de 2023

El CIDE opera con desorden administrativo y sin estrategia financiera para invertir recursos, advierte la Auditoría

La Auditoría Superior advirtió que en el CIDE hay deficiencias administrativas que se traducen en procedimientos extemporáneos o en inversiones que no generan rendimientos.

El Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dirigido por José Antonio Romero Tellaeche, opera bajo un esquema administrativo deficiente que ha impedido que los recursos de la institución sean invertidos correctamente para generar mejores rendimientos, advirtió la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

“El CIDE careció de una estrategia financiera y de los lineamientos para la inversión de disponibilidades financieras, que le permitieran invertir en las mejores condiciones de riesgo y rendimiento sus disponibilidades financieras, lo que provocó que 205 millones 345 mil pesos no generaran rendimientos o intereses durante el periodo de enero a noviembre de 2022”, informó el ente fiscalizador en su primer reporte de la Cuenta Pública de 2022, dado a conocer este viernes.

Pero no solo eso, pues respecto de los ingresos fiscales que no se ejercieron al corte del 31 de diciembre de 2022, las autoridades del CIDE no solo reintegraron los recursos a la Tesorería de la Federación (Tesofe) —equivalentes a 12 millones 712 mil pesos— hasta el 17 de abril de 2023, es decir, extemporáneamente, sino que no depositaron los rendimientos financieros generados.

En la auditoría de cumplimiento 2022-2-3890M-19-0030-2023, la ASF también encontró deficiencias en el manejo de las diversas cuentas bancarias del centro de investigación, por ejemplo, falta de contratos con las instituciones bancarias. Incluso, señala que algunas de ellas ni siquiera están correctamente registradas ante la Tesofe.

“En la revisión de las 49 cuentas bancarias que se manejaron del ejercicio 2022, se detectó que en 17 cuentas no se proporcionaron los contratos suscritos con las instituciones bancarias; en 30, no se evidenció la actualización de las firmas autorizadas; en siete, no se evidenció el registro ante la Tesofe, y en otras siete, no se proporcionaron las órdenes de instrucción de las inversiones realizadas; asimismo, no se depuraron seis cuentas bancarias canceladas en sus registros contables”, informó la Auditoría.

En total, la ASF revisó 549 millones 341 mil pesos que significan el 100% de las disponibilidades del CIDE.

También en 2022, explicó el ente fiscalizador, no se tuvo una estructura orgánica autorizada y registrada, ya que hasta diciembre se iniciaron los trámites para regularizar movimientos desde 2014 a 2022, lo que evidencia acciones extemporáneas.

“Se careció de la protocolización e inscripción en el Registro Público de la Propiedad de su Estatuto General; no se evidenció la modificación de su acta constitutiva, por la adición de un asociado, ni se difundieron el Manual de Organización ni los Lineamientos que regulan el uso y Destino de los Recursos Autogenerados en el Sistema Integrado de Información sobre Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación”, concluyó la ASF.

“Al 31 de diciembre de 2022, la entidad fiscalizada no documentó 32 registros contables por 471 mil pesos que estaban en proceso de conciliación, lo que generó la falta de información contable veraz, confiable y oportuna”, subrayó.

De los 10 resultados que entregó la Auditoría, solo uno fue solventado, por lo que de los nueve restantes se emitieron ocho recomendaciones y cuatro promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria.

Además, la ASF giró oficios para solicitar la intervención del Órgano Interno de Control del CIDE y de las autoridades recaudatorias.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: DALILA SARABIA.

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