“Si pensamos que solo lo genético es lo que nos va a solucionar el problema estamos en un error”, subrayó en entrevista con Aristegui Noticias.
“Es un paso importante sí que exista ya la posibilidad de que se construya esta base de datos forense, pero el cómo y los pasos y la sistematización y la calidad de la información y la construcción de capacidades tecnológicas, es uno de los grandes retos”, reiteró.
Dicho organismo, que debía entrar en vigor desde 2019, está programado para iniciar operaciones este lunes 29 de mayo, con el fin de apoyar en la búsqueda de los más de 110 mil desaparecidos registrados en todo el país y los más de 52 mil restos sin identificar que se encuentran en las fiscalías y fosas comunes.
Su creación implica la interconexión gradual de las bases, registros y sistemas que tengan información forense y genética relevante para la búsqueda, localización e identificación de personas desaparecidas. Entre ellas se encuentra el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, que corresponde a la Comisión Nacional de búsqueda (CNB).
Karla Quintana celebró que su puesta en marcha “implica un paso fundamental en la construcción de un sistema que pueda lo más rápido posible interconectarse”. No obstante, advirtió todavía no es claro es cómo van a operar dichas herramientas, por lo que recalcó que más que iniciar operaciones este lunes, solo entrarán en vigor los lineamientos para su funcionamiento.
“Los lineamientos son muy generales. Incluso nosotros observamos que no necesariamente son compatibles con la con los propios lineamientos que emitió la FGR [Fiscalía General de la República] en 2018”, aseguró, al tiempo que dijo que aún quedan quedan “más preguntas que respuestas en este momento”.
“[Interconectar las bases existentes] es como la cereza del pastel. Eso no va a tener los resultados que queremos si no nos dedicamos nosotros a arreglar metodológicamente esta información antes y asegurarnos de la calidad de la información”, precisó.
Anteriormente, diversas familias y organizaciones han denunciado omisiones por parte de las autoridades en la recolecta de información sobre sus seres queridos desaparecidos. Además, han advertido que los restos hallados muchas veces son documentados con errores.
Entre los cuestionamientos se encuentra que no se especifica cómo se operarán las bases de datos o se implementará la tecnología necesaria en todas las instituciones implicadas, afirmó Quintana. Asimismo, tampoco se aborda la inequidad en las tecnologías y recursos de estas últimas, dijo.
Otra duda sobre la operación del Banco es cómo se garantizará la protección de los datos proporcionados por los familiares de las víctimas y que estos sean utilizados exclusivamente para fines de búsqueda, como estipula la ley, cuestionó la comisionada sobre estas condiciones que no se encuentran expresas en los lineamientos. Sin embargo, aclaró que existen las tecnologías para resolver esto último, solo es necesaria “voluntad política”.
Igualmente, tampoco existe claridad sobre cómo operará el Registro Nacional de Personas Fallecidas No Identificadas y No Reclamadas, cuya integración y operación está contemplada en el BNDF.
Por un lado, apuntó que es un reto la trazabilidad de las personas no identificadas. El informe “La Crisis Forense en México: más de 52 mil personas fallecidas sin identificar” de Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, más del 60% de los restos sin identificar yacen en fosas comunes.
Sin embargo, advierte que en ellas prevalece la falta de protocolos para su inhumación, la ausencia de registros sobre la cantidad de cuerpos y su ubicación exacta, la falta del seguimiento a la cadena de custodia y una deficiente infraestructura con la que cuenta el Estado para la gestión, inhumación, exhumación y seguimiento de las carpetas de investigación.
Por otro lado, Karla Quintana recalcó que muchos registros de personas presuntamente no reclamadas, han sido calificadas de tal manera por las dependencias, ya que argumentan que sus familiares no los han exigido. Sin embargo, en muchos casos, esto es falso, precisó la comisionada.
Esto se debe a una falta de comunicación, no solo entre entidades, sino también entre de unidades dentro de una misma institución. Según la titular de la CNB, algunas familias se han dado cuenta que sus familiares ya se encontraba en la misma institución que la estaba buscando.
“No es cierto que la persona no esté siendo buscada y hemos encontrado cientos de posibles positivos, de coincidencias”, precisó.
A esto se suma que personas cuya identidad se conoce, así como restos que no han pasado por servicios médicos forenses, han sido enviadas a fosas comunes, dio a conocer la comisionada.
Por último, Quintana advirtió que también hay poca claridad sobre cómo se va como se relacionará el BNDF con el Sistema Único de Tecnologías de Información (SUITI). También hace falta tener certeza de los tiempos y las capacidades, apuntó.
“No se puede pensar en que vamos a identificar a todos los cuerpos, si no tenemos al personal, no tenemos centros de resguardo donde colocarlos de manera digna una vez que ya han sido analizados integralmente, si no tenemos campañas de muestra”, reiteró.
Según el último Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal 2022, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el país se cuenta con 400 unidades y 974 laboratorios de servicios periciales y/ o servicio médico forense, así como 10 mil 957 personas peritas en estas unidades.
Sin embargo, este personal no se dedica solo a actividades de identificación forense, sino que responde al conjunto de solicitudes de peritajes que requieren las fiscalías del país. Aunque el número total de peritos oficiales de todas las especialidades ha incrementado en los últimos años, también ha subido la cantidad de homicidios.
Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México advierte en su informe que entre 2015 y 2019 los profesionales en las dependencias aumentaron 43%, en el mismo periodo subieron un 77% los homicidios. Por lo que, a pesar de la contratación, la carga de trabajo al final continúa siendo mayor y sus capacidades se siguen viendo rebasadas.
Ante las preguntas que existen sobre el BNDF, Karla Quintana consideró que es necesario abordar la metodología mediante la cual se recaban, producen y sistematizan los datos, así como analizar la calidad de los mismos, con el fin de que se pueda lograr la mayor posibilidad de coincidencia entre restos y personas desaparecidas.
“No es suficiente con que que exista información genética en una base de datos para que inmediatamente dé una coincidencia alta”, explicó.
Por lo tanto, a partir de la entrada en vigor de los lineamientos, aún quedan varios pasos a seguir, como incluir anexos técnicos que traten de resolver las preguntas estantes, así como implementar convenios que prevean diferentes herramientas, tanto tecnológicas como legales, para la protección de datos personales, señaló la comisionada.
Aunque estas preguntas no se responderán este lunes, se abre la posibilidad de empezar a construir la base de datos, así como de construir los siguientes pasos, celebró Quintana.
Por último, la comisionada hizo una invitación a todas las personas que buscan a un ser querido a acercarse a dar sus muestras en las campañas impulsadas por la CNB. Reiteró que no es necesario denunciar para otorgar sus datos y dicha información solamente será utilizada en la búsqueda de sus familiares.
La siguiente toma de muestras se llevará a cabo este 30 y 31 de mayo en Colima, en la Plaza de las y los Desaparecidos “Piedra Lisa”, mientras que en Coahuayana, Michoacán, se realizarán en el ayuntamiento este lunes 29 de mayo en un horario de 9:00 a 17:00 horas.
¿Qué implica la creación del BNDF?
El BNDF contempla la integración y por ende operación del Registro Nacional de Personas Fallecidas No Identificadas y No Reclamadas. Aademás se integra por la interconexión gradual de las bases, registros y sistemas siguientes:
I. Registro Nacional de Fosas Comunes y de Fosas Clandestinas;
II. Registro Forense Federal;
III. Base Nacional de Información Genética;
IV. Registro Nacional de Detenciones;
V. Registro Nacional del Delito de Tortura;
VI. Registros de Antecedentes Criminales;
VII. Sistema Nacional de Información Nominal (SININ);
VIII. Sistema Automático de Identificación de Locutores (ASIS);
IX. Sistema de Identificación de Huellas Dactilares (AFIS);
X. Alerta Amber;
XI. Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, y
XII. Las demás bases de datos, registros o sistemas que tengan información forense y genética relevante para la búsqueda, localización e identificación de una Persona Desaparecida o No Localizada.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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