viernes, 4 de marzo de 2022

El caso de “El Mijis”: una muerte que deja dudas

El ex diputado local por San Luis Potosí y activista social e integrante de grupos vulnerables, Pedro Carrizales, “El Mijis”, desapareció el pasado 31 de enero de 2022 cuando buscaba trazar una ruta migratoria segura en estados del norte del país. 28 días después de su desaparición, autoridades ministeriales anunciaron que podría haber estado implicado en un fatal accidente automovilístico en la carretera Piedras Negras-Nuevo Laredo, dos horas después de haber sido presuntamente detenido, según él mismo informó a su familia. Este 2 de marzo, Carrizales fue identificado por su familia en la morgue de la Fiscalía de Tamaulipas.

Pedro Carrizales se comunicó por última vez con su esposa Miriam Martínez Vargas la noche del 2 de febrero de este año. Le dijo que había sido detenido por policías no identificados cerca de Monterrey, Nuevo León. Treinta días después de su desaparición, su familia identificó su cuerpo en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Tamaulipas. “El Mijis” habría fallecido en un accidente automovilístico en la carretera Piedras Negras-Nuevo Laredo, dos horas después de haber sido presuntamente detenido.

La tarde de este 2 de marzo, la familia de Carrizales se presentó en las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas para reconocer el cuerpo del ex diputado conocido como “El Mijis”. El accidente en el que habría estado implicado ocurrió a la una de la mañana del 3 de febrero. Dos horas antes, él se comunicó con su esposa y le dijo que había sido detenido cerca de Monterrey, Nuevo León, aproximadamente a 300 kilómetros de la carretera donde, después se sabría, ocurrió el accidente.  

Desde el día de su desaparición, las fiscalías de San Luis Potosí, Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León –que participaron en la búsqueda– compartieron poca información sobre lo que pudo ocurrirle al ex diputado local y activista. Ser una figura política y tener cobertura mediática nacional no hizo diferencia en los resultados de la búsqueda de Pedro Carrizales, activista social que representa y proviene de comunidades marginadas, y en cuyo caso se repitió el patrón de las desapariciones en México: no hubo respuesta inmediata de las autoridades, las investigaciones ministeriales estuvieron detenidas y no se informó sobre los avances a la  familia. En muchos de los casos los hechos nunca llegan a esclarecerse. 

Las dudas sobre la muerte del ex diputado local siguen abiertas.

El 27 de febrero, medios nacionales publicaron que fuentes anónimas de la Fiscalía de Tamaulipas informaron que el cuerpo de Carrizales habría sido entregado el 23 de febrero al Servicio Médico Forense (Semefo) de ese estado. Es decir, el cuerpo habría sido entregado veinte días después de ocurrido el accidente. El 27 de febrero, la Fiscalía de San Luis Potosí envió muestras de ADN de “El Mijis” a las fiscalías de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. 

Un día más tarde, las fiscalías de los estados que participaban en la búsqueda publicaron un comunicado conjunto en el que explicaron que “en la semana del 14 al 18 de febrero se desarrollaron operativos de búsqueda en brechas y carreteras limítrofes entre los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, así como en los lugares que de manera preliminar arrojaron la información del análisis de llamadas o conectividad del teléfono” de Pedro Carrizales. 

El mismo día, desde la cuenta oficial de Twitter de Carrizales, su familia aclaró que no tenía información oficial sobre el hecho, ni sobre su paradero. En el mismo mensaje solicitó a los medios no especular con lo doloroso del caso. 
“Hasta este momento ninguna Fiscalía ha dado información oficial del paradero del Mijis. Rogamos a los medios de comunicación no especular con algo tan doloroso. Nosotros y las autoridades les mantendremos al tanto”, se lee en la publicación realizada ese día en la cuenta de Twitter del ex diputado local.
Ese operativo, de acuerdo con el comunicado conjunto de las fiscalías, “permitió conocer, entre otras cosas, que el 03 de febrero aproximadamente a la 1:00 a.m. ocurrió un accidente automovilístico en el kilómetro 27 de la carretera Piedras Negras–Nuevo Laredo”, y añadieron que “se llevarían a cabo peritajes en antropología e identificación humana y genética”. 

Este 2 de marzo, 30 días después de que ocurrió la desaparición, las autoridades forenses de Tamaulipas pidieron a la familia reconocer los restos. Después de seis horas al interior del Semefo, la activista Frida Guerrera, que apoyó públicamente la búsqueda de Pedro Carrizales, confirmó su fallecimiento a través de un escrito leído frente a medios de comunicación. 
“Fuimos informados por las fiscalías de los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Coahuila y Nuevo León que Pedro Carrizales Becerra, ‘El Mijis’, fue localizado sin vida, concluyendo que se derivó de un accidente automovilístico. Este hecho nos entristece y no tenemos palabras para describir el difícil momento que estamos atravesando”.
“En este momento de duelo no quisiéramos dar declaraciones. Gracias a familiares, aliados y amigos y autoridades que han estado al pendiente”. 

La desaparición de una persona políticamente expuesta.


Pedro Carrizales fue una figura polémica en la política mexicana. Su trabajo como activista social e integrante de grupos vulnerables, –como las juventudes marginadas–, lo impulsaron en su primer cargo público como diputado local de San Luis Potosí en 2018, un estado en donde a la par de su efervescencia política, fue ganando críticas por el uso electoral de las minorías. 

Esa dimensión política, explica Alejandro Arteaga Saucedo, miembro de la Asamblea Coordinadora del Grupo de Investigación en Antropología Social y Forense (GIASF), permitió que la desaparición de “El Mijis” tuviera una mayor cobertura mediática, a diferencia de otros defensores y defensoras,  –por ejemplo, del medio ambiente y recursos naturales,–  que trabajan desde la colectividad, donde la individualidad puede “perderse”. 

“Por lo mismo de que es una persona que tiene cierta actividad de resistencia, cierto activismo, que ha estado involucrado en algunos eventos que pueden llegar a incomodar a actores de la sociedad o incluso actores políticos, estos eventos (el atentado en 2019 y la desaparición en 2021) que se han estado repitiendo y estas intenciones suyas también de seguir resistiendo, denunciando, de seguir haciendo notar que la situación política y social ha marginado a muchas comunidades y poblaciones, le dan mayor cobertura mediática”, explica el especialista. 

El integrante del GIASF explica que el caso de “El Mijis” retrata bien cómo las personas en México pueden desaparecer por diversas razones, incluidas las situaciones sociales, políticas, económicas y de seguridad. Y cómo las autoridades carecen de herramientas para buscar de manera conjunta en diversos estados, pero añade que, salvo algunos casos, existen diferencias entre aquellas personas que desaparecen y pertenecen a sectores vulnerables, y las que forman parte de las élites.

Desaparecer en la ruta migrante

El 31 de enero, Pedro Carrizales viajó desde San Luis Potosí junto con su esposa, sus cuatro hijos y otros dos acompañantes hacia el norte del país, donde haría marcaciones en los puntos de tránsito para personas migrantes en la frontera con Estados Unidos. El objetivo era crear un proyecto social llamado La Ruta Migrante, con el que atendería a esa población que es víctima de diversos delitos como trata de personas, desaparición y asesinatos. Por la zona norte de México pasan la mayoría de las personas que huyen de sus países, sobre todo de Centroamérica, por las crisis económicas y de violencia. Esta problemática aumentó en el último año, pues de acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), durante 2021 incrementaron en 300% las solicitudes de refugio a migrantes en el país. 

El primer punto por el que pasó “El Mijis” fue la ciudad de Saltillo, en Coahuila, donde estuvo entre el 31 y el primero de febrero. En un hotel de esa ciudad, Miriam Martínez Vargas se despidió de su esposo por última vez.

“Fue el último punto donde él y yo tuvimos comunicación, donde nos vimos. Ya veníamos cansados y las personas que íbamos acompañándolo decidimos descansar en el hotel. Por la noche él nos dijo que iba a continuar, que solo iba a hacer marcaciones para ayudarles (a los migrantes) a pasar. Salió a las 10:30 de la noche y ya no tuve ninguna comunicación con él hasta el día primero a las 4:20 de la mañana, diciéndome que le pasara algunas claves de teléfono porque se le había bloqueado, me dijo que lo habían detenido pero que no me preocupara, que me iba a marcar, pero ya no lo hizo”, cuenta Martínez Vargas en entrevista. 

Al otro día por la noche, es decir, el 2 de febrero, “El Mijis” le envió el último mensaje: 

“Mi amor, ya voy para allá. Gracias a Dios ya me soltaron, me tenían detenido los policías, los gafes, pensaban que era de los malos pero gracias a Dios ya voy para allá. No te preocupes, te amo. Continuaba en la carretera, me tenían los gafes parado, mija. Pero ya voy allá. No te preocupes, te amo”, dice “El Mijis” en un mensaje de voz enviado por whatsapp a su esposa, a quien también le comentó que en ese momento estaba cerca de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, a una hora y media de Saltillo por autopista. 

El día de su desaparición, Pedro Carrizales –un hombre de 42 años, tez morena clara y 1.60 de estatura– vestía una camisa de manga larga azul cielo, chamarra azul marino, pantalón de mezclilla azul oscuro, botas cafés y una pulsera negra con tres cuarzos, señala su ficha de búsqueda. Viajaba en una camioneta Dodge tipo Journey, modelo 2014, color rojo. 

Miriam dice que no conoce Saltillo, el viaje era de entrada por salida, pero permaneció en esa ciudad tres días después del último mensaje que le envió su esposo, pues lo estaba esperando. Los días pasaban sin ninguna noticia y el dinero para seguir pagando el hotel se acababa, por lo que decidieron regresar a San Luis Potosí. La pareja de “El Mijis” no presentó la denuncia por desaparición en Coahuila por miedo, cuidaba de tres menores de edad, no conocía el lugar y no tenía contactos de confianza. 

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), en los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas permanecen desaparecidas 21 mil 479 personas, 11 mil 901 solamente en Tamaulipas. Desde al menos el 2007, entre las vías carreteras de estas entidades se han registrado miles de desapariciones que hasta el momento permanecen en investigación.

Además, esos estados han sido escenario de crímenes y masacres contra migrantes, como la ocurrida el 22 de enero de 2021 en el municipio tamaulipeco de Camargo, donde 19 migrantes guatemaltecos fueron asesinados y calcinados con la participación de al menos doce policías estatales. 

“Decidimos avisar a su familia lo que estaba pasando y en la ciudad de San Luis Potosí platiqué con ellos, consideraron que había pasado mucho tiempo, entonces decidí hacer la denuncia, pero no la hice en la ciudad de Saltillo por miedo y porque no conozco allá. Entonces decidí ir a presentar (la denuncia) en San Luis Potosí, pero batallé mucho, no quisieron tomarla porque los hechos no ocurrieron en San Luis, sino en Saltillo”, explica. 

Esta no era la primera vez que algo así le pasaba a Pedro Carrizales. En octubre de 2021 desapareció durante 15 horas cuando se dirigía a un centro de espectáculos en San Luis Potosí para protestar por la presentación del cantante Lalo Mora, vocalista de Los Invasores de Nuevo León, acusado de acoso sexual contra varias mujeres. Carrizales fue localizado por la Guardia Nacional en el municipio de Zaragoza, estaba golpeado, y contó que lo dejaron ir con una bolsa en la cabeza como condición para no asesinarlo. 

Dos años antes, en 2019, Pedro sufrió otro atentado. La camioneta en la que viajaba fue atacada, recibió cinco impactos de bala, pero el entonces diputado local salió ileso. 

“Cuando fue lo del atentado estuvo también muy feo porque fue algo inesperado, pero en esa ocasión gracias a Dios iba acompañado de sus escoltas, tenía quien lo cuidara. Y en lo de Lalo Mora también fue algo inesperado, ahí la gente cuestiona por qué no se levantó la denuncia, yo no la levanté porque no estaba en San Luis Potosí, estaba en Toluca, y por eso no la presenté, además fue una cuestión de horas”, explicó Martínez Vargas.

Con ayuda de la Secretaría de Gobernación, a quien Miriam contactó con la ayuda de un asesor de “El Mijis”, se pudo presentar la denuncia por desaparición hasta el 8 de febrero. En la búsqueda, según le informaron, participarían las fiscalías de San Luis Potosí, Nuevo León, Coahuila, la Guardia Nacional y la Coordinación Nacional Antisecuestro. 

Al siguiente día el vocero de Seguridad Pública en Tamaulipas, Luis Alberto Rodríguez, informó que “El Mijis” fue visto entre el 1 y el 4 de febrero en Nuevo Laredo, en cuya carretera –conectada con Monterrey, Nuevo León– desaparecieron más de 50 personas en el primer semestre de 2021. Aunque esta información se dio a conocer públicamente, Martínez no fue informada sobre los detalles, ni la Fiscalía de Tamaulipas trató de contactarla.

Miriam asegura que luego de todas esas pesquisas dejaron de compartirle información sobre el avance de la investigación. Mientras que la Secretaría de Gobernación, le informó sobre algunos datos que por seguridad no podían ser públicos.

La última información dada a ella, a sus amigos y compañeros fue la localización sin vida de Carrizales, asegurándoles que su muerte ocurrió en un accidente automovilístico, tras una detención de la que poco se sabe.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS/A DÓNDE VAN LOS DESAPARECIDOS.
AUTOR: REDACCIÓN/MÓNICA CERBÓN.

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