miércoles, 10 de marzo de 2021

Profético: se hundió Pemex… y se hundió el país

Quién lo iba a decir: 35 años después, la profecía sobre Pemex se cumplió.

Quién iba a suponer que aquella frase lapidaria del 8 de enero de 1986 lanzada por el secretario general del sindicato petrolero, José Sosa Martínez – en realidad quien desafiaba era Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”-, de frente al Presidente Miguel de la Madrid, y que sonó entonces a una amenaza tan inusual como estridente, se cumpliría en la actualidad:

“¡Si se hunde Pemex, se hunde usted, nos hundimos todos, se hunde el país…!, fueros las palabras de fuego de Sosa Martínez directas al Presidente.

¿Y qué pasó con el discurrir de los años?

Hoy por hoy, Pemex está hundido.

Y de la mano de Petróleos Mexicanos, la economía mexicana – de la que dependemos todos -, también se está hundiendo, tal como lo vaticinó el entonces todopoderoso sindicato petrolero hace tres décadas y media.

“De Pemex yo me encargo…”, ha sido la frase recurrente de Andrés Manuel López Obrador desde que contendió la primera vez por la Presidencia en 2006. Pero perdió la elección frente a Felipe Calderón, y esa obsesión por Pemex tuvo que esperar doce años más.

Así, con la llegada de AMLO a la Presidencia en 2018, Pemex se acabó de hundir. Sus pérdidas quiebran al patrimonio nacional. Su ruina financiera es inocultable. Perdió el grado de inversión el año pasado. Su viabilidad como empresa es puesta en duda a nivel mundial. Su endeudamiento está fuera de control. Y de corbata, Pemex se está llevando al país, como lo advirtió, a manera de profecía, Sosa Martínez.

¿Pruebas?

Echemos un vistazo a las cifras irrefutables. A los datos duros e innegables:

*Durante los dos años de Gobierno de AMLO, Pemex ha perdido casi un billón de pesos (Fuente: Pemex). ¿Las razones? Los pésimos manejos administrativos y financieros derivados de cuestiones ideológicas de López Obrador: sus añoranzas petroleras de los setentas, el regresar a los tiempos de la abundancia petrolera de López Portillo que jamás volverán. Esa visión anacrónica le ha dado el tiro de gracia a Pemex.

*Sólo durante 2020, Pemex perdió 480 mil 996 millones de pesos, según información de la propia empresa. Un 38 por ciento más que en 2019.

*Se calcula que Pemex pierde, con base en sus propias cifras, unos… ¡15 mil pesos cada segundo!

*La deuda de Pemex asciende a 104 mil millones de dólares.

*Durante el Gobierno de la 4T, Pemex ha recibido apoyos gubernamentales de alrededor de 500 mil millones de pesos para evitar su quiebra. ¿De dónde sale ese dinero? De los bolsillos de los mexicanos. Por eso al Régimen le obsesiona devorar las arcas nacionales, incluidas las pensiones.

*La deuda de Pemex con sus proveedores, en 2018, era de 149 mil 263 millones de pesos. Con la 4T, aumentó a 297 mil 994 millones de pesos.

*La deuda de Pemex de corto plazo, en 2018, era de 191 mil 796 millones de pesos. Con la 4T, aumentó a 391 mil 097 millones de pesos. (Fuente: Carlos Ramírez F., expresidente de la Consar).

*El total de millones de barriles diarios que se produce en México ha pasado de 2.7 millones en el sexenio de Calderón, a 2.2 millones con Peña Nieto, y a 1.67 en los últimos dos años (Fuente: Pemex). El desplome ha sido marcado e incesante durante este sexenio.

*“En los dos años que lleva este Gobierno, los ingresos de Pemex han sido de 2.26 billones de pesos –ya quitando los 97 mil 113 millones que Hacienda transfirió a Pemex, y fraudulentamente anotó como ingresos–. Descontando el costo de ventas y deterioro de instalaciones, le quedaron 293 mil millones de pesos. Y si restamos de eso sus gastos de distribución y de administración, el saldo fue de -112 mil millones. Es decir, perdió todo antes de pagarnos a nosotros –y a sus acreedores–. Así que lo que debía pagarnos lo consiguió prestado, y lo mismo hizo con los intereses, de forma que en esos dos años la deuda que tiene se incrementó en un billón de pesos: un millón de millones”. (El Financiero. Macario Schettino. 3/Marzo/2021).

Muy caros le han salido a México los caprichos de AMLO. Pero en el caso de Pemex, el quiebre financiero ha sido condenatorio. Lo pagarán generaciones tras generaciones.

De hecho, desde ya lo pagamos: el litro de gasolina Magna (la de mayor consumo promedio), rebasó los 20 pesos. Es el costo más alto desde 2017. Y con ello, llegará la película que hemos visto varias veces: otra cadena de aumento generalizado en los precios.

¿Cómo pretende ocultar Pemex su desastre económico? De una manera ridícula y aldeana: cancelando la semana pasada el contrato con la calificadora Fitch Ratings para que ya no evalúe a la empresa y la siga exhibiendo a nivel mundial. De nada le servirá. Es echar la basura debajo de la alfombra. La agencia respondió:

“Fitch Ratings continuará brindando calificaciones internacionales y cobertura de investigación sobre Pemex y sus emisiones de deuda internacional existentes en el futuro previsible como un servicio a los inversionistas. Fitch basará sus calificaciones en la disponibilidad y recepción de suficiente información continua, de acuerdo con las divulgaciones de solicitud de Fitch”.

Es decir: Pemex seguirá siendo evaluada y calificada dentro de su desastre financiero y expuesto en todo el mundo.

“Si Pemex se hunde, se hunde el país…”, fue la frase hace 35 años.

Hoy, con López Obrador atrincherado en Palacio Nacional, la profecía se ha cumplido.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: MARTÍN MORENO-DURÁN.

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