viernes, 24 de mayo de 2019

Pueblos de Aldama, Chiapas, bajo ataque por conflicto territorial y sin actuación de autoridades

Pobladores y activistas aseguran que casi todos los días hay balazos en la zona donde colindan los municipios de Aldama y Chenalhó; los habitantes del primero acusan a grupos paramilitares de dispararles mientras realizan sus actividades cotidianas.

A las 2 de la tarde de este miércoles 22 de mayo, Juan Lunes Santiz, de 19 años, recibió un balazo mientras se encontraba en el patio de su vivienda, en la comunidad de Cocó, municipio de Aldama, en Los Altos de Chiapas. Acababa de volver del trabajo en el cultivo del café y la milpa.


“Entró a su casa, dejó sus herramientas, como llevaba hambre, pasó por el patio para ir a la cocina a traer su comida. Ahí fue cuando le dieron. Así pasa acá en Aldama, en cualquier momento te puede llegar un balazo”, dice Abel, uno de los vecinos del joven, quien pidió no poner su nombre real.



La bala se alojó en el pie derecho del muchacho, en el empeine. Abel dice que los policías y militares que se supone cuidan la zona, llegaron ya nada más para llevarse al herido al Hospital de Las Culturas en San Cristóbal de Las Casas, donde permanece hasta ahora.

“Casi todos los días disparan desde Santa Martha (Chenalhó) a las comunidades de Aldama, sobre todo a Tabak, Cocó’, San Pedro Cotsilnam, Stselej Potop, Xchuchte y Puente, las que están en la franja donde colindan ambos municipios”, explica Azalia Hernández, vocera del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba).


Los pobladores, agrega, “son víctimas de ataques con armas de fuego por parte de grupos civiles armados de corte paramilitar, procedentes del ejido Manuel Utrilla del municipio de Chenalhó, responsables del desplazamiento forzado masivo de 2036 personas, quienes salen de sus comunidades hacia la montaña cuando empiezan los disparos y luego regresan”.





La rivalidad entre la agencia municipal de Santa Martha, en Chenalhó, y las comunidades de Aldama es histórica. Solo un río divide a ambas localidades. Las parcelas de ambos lados son el más reciente factor de disputa.

Los problemas de tierras entre ambas zonas vienen desde de la década de los años 70 cuando se hizo la reforma agraria en el país. Pero durante mucho tiempo,  habían logrado negociar y consensar.

Una acción del gobierno volvió a detonar el problema, el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares (Procede) con el que se hicieron nuevos planos de los bienes comunales de los que resultó que una porción de tierra que aparentemente era de Aldama quedó dentro de Santa Martha.

Fue a mediados de 2016 cuando los conflictos empezaron a subir de tono en la zona limítrofe, hasta llevar al desplazamiento de 90 familias de Cocó, 145 de Tabak y de otras zonas de Aldama, quienes después de un año volvieron a sus comunidades, pero permanecen bajo ataque por parte de sus vecinos.

Resultado de esos ataques, de acuerdo a datos proporcionados por los pobladores, desde finales de 2017 a la fecha han sido asesinadas cuatro personas y 12 han resultados heridas, entre ellas dos menores de edad.

“Un niño de tres años estaba jugando cerca de su casa cuando una bala lo alcanzó, otro menor estaba comiendo con su familia e igual, de pronto le entró la bala. A otras personas les ha tocado mientras cortan leña, mientras están en la milpa, mientras andan en los caminos. Aquí ya no se puede hacer vida normal. Los niños ya no juegan, tienen miedo”, cuenta Abel.

El Frayba tiene reportes en el mismo sentido. Como el de enero, cuando una señora estaba en el patio de su casa, dándole de comer a sus gallinas, y la hirieron en la mejilla.

Los ataques se intensifican en tiempo del corte de café o en festividades, pero no hay una explicación de por qué se incrementaron este miércoles, cuando empezaron desde las 7 de la mañana hacia diversas comunidades de Aldama, sobre todo Cocó, Xchuchte y Tabak. A las 12 del día los balazos abarcaron casi toda la franja en donde colindan los dos municipios.

“Ya no sabemos ni por qué. Hay 60 hectáreas de tierra que tenemos en disputa con el municipio vecino de Chenalhó, pero creo que ya ni es por eso, esto ya es un conflicto social, más que por tierras. Ellos son paramilitares, andan muy armados, traen armas de alto calibre, en las ráfagas se escucha, y luego andan tomados. Son los herederos, los mismos hijos, de los que perpetraron la masacre de Acteal”, afirma Abel.

Buscarán la ruta

Durante su conferencia del este jueves 23 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador escuchó de voz del periodista Ernesto Ledesma la situación que viven los pobladores de Aldama, de quienes el Frayba y Abel aclaran que no están desplazados de forma permanente de sus comunidades.

Van y vienen. Abel dice que cuando empiezan los disparos, corren a la montaña. “Si pasan rápido, volvemos a nuestras casas, si no, nos quedamos escondidos donde se pueda, y si cae la noche, nos cubrimos con lo que se pueda, con lo que nos puedan acercar familiares, amigos”.

Con el gesto serio, Obrador escuchó a Ledesma hablar del incremento de la violencia en la zona durante esta semana. El presidente le pidió a Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, que atienda el tema. “Tenemos la obligación de intervenir y pedirle al gobierno de Chiapas que haya una respuesta”, afirmó.


Animal Político solicitó una entrevista con Alejandro Encinas para saber cuál es la estrategia que tiene la subsecretaría para atender a los desplazados de Chiapas, pero su oficina de comunicación social respondió que estaba en un viaje en Nayarit y no podía tomar la llamada.

La oficina de comunicación informó que la subsecretaría hará una ruta de salud por los heridos que reportó Ledesma y que este viernes el subsecretario tendrá reuniones sobre el tema de seguridad en esa área.

Cuestionados sobre cuál ha sido la estrategia para atender el problema, respondieron que se han coordinado acciones con la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana y con la Marina en materia de seguridad, “desde el 27 y 28 de diciembre, cuando fueron a la zona”.

El Frayba acusa “que el gobierno federal pensó que con instalar una base de operaciones mixtas se resolvería el problema, pero la violencia no se acabará mientras no se investigue a los autores de los ataques y se les desarme, que es la exigencia de los pobladores de Aldama”.

Aun estando aquí la policía y los militares, dice Abel, los de Santa Martha no dejan de disparar. “El 23 de enero se instaló la base de la policía en la comunidad de Cocó, según para mantener la seguridad. Pero los policías recibían también los disparos y mejor se fueron. El 9 de abril huyeron”.


Abel asegura que el miércoles, cuando arreciaron los balazos a las comunidades, pidieron apoyo. “Llegaron siete policías y ocho militares, con un carro pequeño de bajo tonelaje. Pero nada más se llevaron al herido. No hacen nada, dicen que no los pueden detener, que no tienen orden para eso, y solo se esconden o solo se llevan a los heridos”.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ANDREA VEGA.
LINK: https://www.animalpolitico.com/2019/05/publos-aldama-chiapas-ataque/