AUTOR: GLORIA LETICIA DÍAZ.
El festejo organizado por el gobernador Ángel Aguirre Rivero en la casa de gobierno de Chilpancingo la noche del viernes 13, justo cuando la tormenta tropical Manuel entraba a Guerrero, refleja la imprevisión y la falta de sensibilidad político-social de los gobernantes.
Afuera de la residencia oficial la lluvia pertinaz provocaba que familias enteras abandonaran sus viviendas en las márgenes del río Huacapa, mientras en el resto del estado la tormenta tropical Manuel ya ocasionaba enormes estragos.
Esta contingencia no fue tema de conversación en la mesa donde Aguirre departía con sus invitados. Afuera, las calles y avenidas se anegaban. Desde las seis de la tarde de ese día, en la emisora ABC Radio el periodista Luis Flores Lonazkuo difundía las llamadas de auxilio de pobladores de la capital y de otras regiones del estado.