AUTOR: VALENTINA PÉREZ BOTERO.
La gente dice que el capo no ha muerto. Como Amado Carrillo Fuentes, el “Señor de los Cielos”, la historia sobre Nazario Moreno “El Más Loco” dice que se hizo cirugía para despistar a las autoridades y seguir con la vida de narco. Aquí la historia de un hombre que, carne y huesos o fantasma, sigue aterrorizando en los campos de Michoacán.
Si en esa tumba estuviera su cuerpo y existiera un acta de defunción creíble que lo avalara, el entonces líder de La Familia Michoacana llevaría dos años y ocho meses muerto. El mismo tiempo por el que su cabeza ha dejado de valer los 30 millones de pesos que la Procuraduría General de la República (PGR) estaba dispuesta a pagar por quien fuera el líder espiritual y estratégico de uno de los cárteles más importantes del país.
“Legalmente vive, porque legalmente no ha muerto” escribió el periodista Marco Lara Klahr en diciembre de 2012 al descubrir que el gobierno mexicano no tenía cómo sustentar la muerte del líder.