viernes, 28 de junio de 2013

Visas por bardas millonarias

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ADRIANA AMEZCUA.

La conquista de la reforma migratoria avanza hacia la Cámara de Representantes llevando de la mano el endurecimiento de la seguridad.

Con el respaldo de algunos y la crítica de otros la reforma migratoria se abrió paso en el Senado norteamericano.

La máxima enmienda en el tema que ha tenido lugar en Estados Unidos desde 1986 fue aprobada este jueves con 68 votos a favor y 32 en contra.

La enmienda tuvo el respaldo de demócratas como de republicanos que ayer formalizaron la vía para legalizar a 11 millones de personas indocumentadas.

Tal conquista no avanza sola. Va de la mano de una política que endurece la seguridad fronteriza. A este propósito se destinarán cerca de 30 mil millones de dólares, entre otros gastos, a construir una barda de 1126 kilómetros y a reforzar la vigilancia en la frontera de México con Estados Unidos usando aviones no tripulados.

El proyecto avalado en la Cámara Alta de Washington, D.C. desde hace meses estuvo sometido a ríspidas negociaciones entre los legisladores estadounidenses que desembocaron en decenas de enmiendas.

Ahora, la reforma impulsada por el presidente Barack Obama enfrentará su última prueba de fuego en la Cámara de Representantes que estando bajo dominio del Partido Republicano se avizora podría enfrentar una férrea oposición.

En México no es tema prioritario

Mientras muchos se congratulan del avance que la reforma migratoria tiene en el país del norte, de este lado de la frontera no hay fanfarrias ni resuenan los bombos y platillos.

Las alertas rojas se han encendido ante lo que algunos políticos consideran una reforma migratoria de doble filo.

El excanciller Jorge G. Castañeda ha calificado de “poco amistoso” el coronar la aprobación de la enmienda con la ampliación de un muro fronterizo que implicará un “despilfarro monumental”.

Todo a cambio de emitir una cantidad limitada de visas que serán insuficientes ante la demanda del fenómeno migratorio.

El hecho es que la “enchilada completa” no termina por llegar al plato de la negociación bilateral.

Diversas voces han cuestionado el nulo cabildeo que el gobierno mexicano ha hecho durante el proceso de aprobación de esta reforma migratoria que afecta directamente la vida de cientos de indocumentados y de migrantes que pierden la vida cada año en su afán de arribar a Norteamérica.

Recientemente el secretario José Antonio Meade afirmó que la solución al fenómeno migratorio no se resuelve construyendo bardas.

“No son congruentes con una frontera moderna y segura. No contribuyen al desarrollo de la región competitiva que ambos países buscamos impulsar”, dijo el titular de Relaciones Exteriores en México.

Sin embargo, sus declaraciones se han percibido tímidas y a destiempo.

Distintos miembros perredistas consideran que esta reforma acentúa la criminalización del migrante, castiga la movilidad humana y tiene una perspectiva de seguridad nacional que no abona a la protección de derechos humanos fundamentales.

Una reforma migratoria de esas características “no va a resolver el problema ahora ni el año entrante ni en 10 años más, va a continuar”, dice Julio César Tinoco a Reporte Indigo.

El secretario de Relaciones Internacionales del PRD ayer hizo un llamado a gobierno federal para que se movilicen los 50 consulados mexicanos.

Dice que la postura del sol azteca no es coyuntural y que desde hace dos meses la dirigencia nacional de su partido solicitó una audiencia con el secretario de Relaciones Exteriores para definir un posicionamiento conjunto y “hasta hoy no nos ha contestado esta solicitud de audiencia hecha por la dirección del partido”.

Más aún, Tinoco asegura que el cabildeo gubernamental para velar por los intereses de los migrantes mexicanos ha sido inexistente.

“No sólo ha reaccionado a destiempo sino que ni siquiera hoy es tema prioritario en la agenda bilateral”, sostiene.

De lado se ha dejado a decenas de miles de familias mexicanas que se han desintegrado en la última década.

Tinoco va más allá en su crítica sobre la reforma migratoria aprobada ayer. Esta supone, en su opinión, un botín cuantioso para una compañía estadounidense.

Se trata de “contratos millonarios que se lleva Halliburton y toda la parte ociosa de la industria militar norteamericana; la reforma migratoria es más bien una careta para poder desarrollar otros negocios que ya tienen apalabrados los contratos para la construcción del muro y para proveer de toda la tecnología de punta no solo a los ‘drones’ sino a todo lo que piensan implementar en la frontera”.

Carrera de obstáculos

Con la determinación de militarizar la frontera parece que el peligro para Estados Unidos son ahora los migrantes siendo que, en los hechos, son los que contribuyen con la economía norteamericana.

Amalia García, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios en la Cámara de Diputados, ayer se dijo preocupada de la decisión del Senado norteamericano de canalizar 46 mil millones de dólares para reforzar la frontera y edificar un muro con la tecnología más sofisticada.

“Tecnología que se ha utilizado en el Medio Oriente para cazar personas, seres humanos y el aumento de cerca de 40 mil elementos de la Border Patrol”.

La perredista manifestó ayer el desacuerdo de su partido por imponer una visión de seguridad nacional que favorece la militarización de la frontera y con lo cual se condicionó la aprobación de la reforma migratoria en los Estados Unidos.

“Millones de trabajadores indocumentados en los Estados Unidos tenían la ilusión, tienen la ilusión de una reforma migratoria que como dijo el presidente Obama, lespermitiera salir de las sombras y gozar de derechos plenos”.

Habrá que esperar años, quizá 13 años, para que un indocumentado consiga la ciudadanía plenamente: “es como una carrera de obstáculos”.

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