MÉXICO, D.F. (apro).- En un lapso de 16 meses, Armando “El Gordo” Villarreal Heredia, lugarteniente del cártel de los hermanos Arellano Félix, cambió su estatus legal de inocente a culpable al aceptar su responsabilidad en la comisión de los delitos de asesinato, secuestro e importación y venta de metanfetaminas, cargos por los que podría enfrentar una condena de 30 años de cárcel.
En la corte del Distrito Sur de California, ante el juez William P. Hayes, “El Gordo” –extraditado a Estados Unidos el 23 de mayo de 2012– aceptó su participación en la conspiración para realizar “asuntos empresariales” a través de un patrón de actividad de delincuencia organizada para distribuir sustancias controladas.
“Esta declaración de culpabilidad, junto con otras 39 personas, toca los dientes de Fernando Sánchez”, el último en la dinastía de los Arellano, dijo la procuradora estadunidense Laura Duffy.