AUTOR: FRANCISCO BEDOLLA CANCINO.
Mal comenzó el andar de la reforma energética en puerta. En secuela a las declaraciones hechas por EPN en su reciente visita a Londres sobre el futuro de Pemex, el prestigiado medio estadounidense The New York Times publicó las declaraciones de tres altos funcionarios del gobierno mexicano, en las cuales éstos expresan la plena disposición para impulsar la apertura de Pemex a las inversiones extranjeras con las mejores condiciones de certidumbre para los inversionistas, que lo mismo podrían lograrse través de reformas a las leyes secundarias que de modificaciones constitucionales.
El mal inicio no se refiere en exclusiva a la invocación de la privatización de la industria petrolera, lo que en la tradición nacionalista no es poco decir, sino que también alude a los hechos de que la controversial declaración tuvo lugar fuera del país; de que las declaraciones más abundantes corrieran a cargo de tres altos funcionarios, y no del propio EPN, y que éstas se vertieran a un medio extranjero; y, lo que parece ser peor, que se hayan manejado dos versiones de las declaraciones de los tres altos funcionarios: una corta, para para consumo nacional, más o menos ajustada a las declaraciones de EPN en el sentido de que no se tiene pensado abandonar la propiedad ni la rectoría del Estado; y una versión extensa, muy al gusto de lo que a los potenciales inversionistas extranjeros les gustaría escuchar.