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Tráfico de influencias, juicios amañados y el asesinato de una activista: La Cima, 13 años sin agua

La inmobiliaria realizó contratos con la CFE pero no pagó los recibos de energía eléctrica y acumuló una deuda mercantil millonaria. No entregó los servicios básicos al ayuntamiento de El Arenal, como el pozo de agua ni y el alumbrado público; la autoridad no entregó el dictamen de habitabilidad.

El tráfico de influencias, la corrupción, los juicios amañados, el incumplimiento y la construcción ilegal de desarrolladores inmobiliarios están detrás del problema de desabasto de agua en el fraccionamiento La Cima, en El Arenal, Jalisco, donde vivía Karina Ruiz Ocampo, quien realizaba activismo por el acceso al agua y era la representante legal de la asociación civil La Cima Nuestra Prioridad, y quien fue raptada, desaparecida y asesinada. 

Los habitantes de esa zona habitacional llevan cerca de 13 años luchando por obtener los servicios básicos que les fueron prometidos al momento de adquirir sus viviendas, lo cual afecta a 2 mil 400 viviendas y a entre 5 mil y 7 mil habitantes.

El problema se remonta al inicio de la construcción del fraccionamiento entre 2010 y 2012, desarrollado por la empresa Inmobiliaria Tango, que construyó siete secciones de viviendas unifamiliares y de edificios de departamentos. Sin embargo, únicamente entregó al ayuntamiento las etapas 1, 2 y 3.  

Para la operación del pozo de agua, la inmobiliaria realizó contratos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pero no pagó los recibos de energía eléctrica y acumuló una deuda mercantil millonaria. No entregó los servicios básicos al ayuntamiento de El Arenal, como el pozo de agua, que está ubicado en la cuarta etapa, ni el alumbrado público; por su parte, la autoridad no entregó el dictamen de habitabilidad. 

Además, las etapas 6, 7 y 7B de departamentos fueron construidas sin permisos, mediante amparos. La constructora es propiedad de Rodrigo Gil Ramírez, quien también fue presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) en Jalisco. 

La falta de entrega de estos servicios generó una deuda millonaria de la inmobiliaria con la CFE, que asciende a aproximadamente 13 o 14 millones de pesos. Se compone de 7 millones de pesos por el pozo de agua y 6 o 7 millones de pesos por el alumbrado público.  

El Ayuntamiento de El Arenal se niega a pagar, argumentando que no es responsable de una deuda mercantil. La Comisión también se ha negado a restablecer el servicio de agua, alegando que el Ayuntamiento debe pagar la deuda. 

Los colonos se han visto obligados a recurrir a diversas instancias gubernamentales para que se resuelva la situación y se les brinde una solución definitiva a la problemática que enfrentan, sin obtener respuesta favorable. 

La situación ha generado un clima de incertidumbre y desesperación entre los habitantes, quienes se ven afectados por la falta de agua potable, la falta de alumbrado público, la falta de servicios básicos y la falta de revalorización de sus viviendas.  

Además, la carencia de servicios básicos ha generado un ambiente de inseguridad y ha afectado la calidad de vida de los residentes. 

El presidente del Comité de Participación Ciudadana de La Cima, Ricardo Vargas, explicó que actualmente el abasto de agua es insuficiente; llega poca y, en muchas ocasiones, se detiene totalmente el servicio. 

"Entonces, es muy complicado. Hay quienes tenemos 5 años sin tomar un baño en la regadera. No podemos lavar nuestros trastes con el agua corriente; tenemos que hacerlo mediante algún bote. En el lavado de la ropa, si tenemos la disponibilidad de algo de agua, llenamos el ciclo de lavado hoy y hasta el día de mañana hacemos el ciclo de enjuague. O sea, a ese extremo hemos llegado", explicó. 

Actualmente, el pozo de agua del Fraccionamiento La Cima opera con un generador de energía prestado por la Comisión Estatal del Agua (CEA); sin embargo, de repente se lo llevan por dos días para darle mantenimiento y cada 15 días el agua falta nuevamente. 

Ricardo Vargas explicó que a las casas de La Cima les llega entre 40 y 50 minutos de agua al día. Los habitantes de los terceros pisos de los 450 departamentos reciben, si acaso, 15 minutos de agua al día, es decir, entre 50 y 100 litros de agua diarios. 

"El esfuerzo es estar almacenando agua y, también, como es en determinada hora del día, pues, obviamente, si tuviste que salir a trabajar, si tuviste algún imprevisto o algo y no estás a esa hora, ya no te tocó agua hasta el día siguiente", puntualizó. 

Los vecinos presentaron denuncias ante la Procuraduría de Desarrollo Urbano (Prodeur), el Congreso del Estado, el Gobierno del Estado, la Subsecretaría de Asuntos del Interior, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero no han logrado obtener una respuesta favorable.  

Incluso se han presentado denuncias penales contra Rodrigo Gil Ramírez, pero estas no han prosperado. 

"Hemos intentado, por medio de la Comisión Federal de Electricidad, ver la forma de que nos restablecieran el servicio. Incluso se tuvo que ir a la Ciudad de México a llevar un oficio al Consejo de Administración de CFE; se llevó un oficio al gobierno federal con atención a Claudia Sheinbaum, que sí lo recibieron en Atención Ciudadana, pero realmente no prosperó ninguno de estos oficios y seguimos en las mismas. En la Prodeur, metí la queja en mi carácter legal como presidente del Consejo de Participación Ciudadana de aquí de La Cima; estuvo dándome largas, diciendo que vamos a ver y que vamos a hacer esto. Mandaron oficios a todos lados, pero con esos oficios, como si no pasara absolutamente nada", relató. 

El representante vecinal sostiene que detrás de todos estos problemas hay un tráfico de influencias “muy, muy grande”, ya que, durante la etapa de construcción, el hermano de Rodrigo Gil, Juan Cristóbal Gil Ramírez, era el subdirector general de Administración de Cartera del Infonavit. Mientras tanto, el notario que escrituró todo el fraccionamiento, Mario Enrique Cámarena Obeso, es el suegro de Rodrigo Gil. 

“Lo más curioso de todo es que para que el ayuntamiento pueda recibir el fraccionamiento, primero tiene que recibir los servicios. La constructora nunca entregó el pozo ni el alumbrado público al ayuntamiento. Y lo más grave es que el ayuntamiento nunca dio el dictamen de habitabilidad. Para poder escriturar una propiedad y poderla vender, se necesita que haya ese dictamen de habitabilidad; sin embargo, todas las propiedades están escrituradas”. 

Cuando el ayuntamiento se negó a recibir el fraccionamiento por incumplimientos de las obligaciones de los desarrolladores inmobiliarios, la compañía presentó un juicio. 

“A partir de ese momento, la constructora se desapareció y metió un juicio contra el ayuntamiento, supuestamente por no querer recibirlo. En ese juicio estaba todo amañado porque las notificaciones no se dan en persona, sino por medio de correo electrónico, y justo cuando hay un cambio de administración. Entonces, en el cambio de administración y por correo electrónico, nadie las ve, y el ayuntamiento se va en rebeldía. Eso alargó el juicio, y hasta la fecha creo que se dictó sentencia hace como un mes, que todavía está en ese proceso de sentencia, pero aún no hay una recepción como tal del fraccionamiento”. 

Ante la escasez de agua y la indefinición jurídica, los propietarios enfrentan una plusvalía que está por los suelos, aunque “ese tema lo hemos dejado a un lado porque lo principal es poder pertenecer ya como tal al ayuntamiento y poder acceder a todos los servicios”. 

La empresa inmobiliaria también prometió que en el lugar habría una iglesia, un mercado, un centro de salud y una escuela. Nada de esto se cumplió; en el caso de las escuelas de educación básica, están a una distancia de más de 30 minutos.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ELIZABETH RIVERA AVELAR.

Denuncian pobladores de San Andrés Cholula saqueo de sus pozos artesanales

Pobladores de San Andrés Cholula denunciaron la extracción masiva de agua por parte del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap) para abastecer desarrollos inmobiliarios de lujo, así como por parte de particulares que saquean el líquido con pozos clandestinos.

A través de una denuncia pública, los pobladores de Cholula precisaron que entre los responsables del saqueo de agua se encuentra la familia Cuautle, que por medio de pozos profundos “se ha enriquecido por años a través del despojo del agua” y ha provocado que se sequen sus pozos artesanales.

De acuerdo con los habitantes, los piperos de la familia particular “han robado” el agua a través de los pozos ubicados en el Barrio de San Juan Aquiahuac y “la venden a sus propios paisanos”, mientras el nivel del líquido en sus pozos artesanales “ha bajado hasta consumirse debido a la extracción”.

Agregaron que además del saqueo por parte de la familia, la sequía es provocada por los pozos “que operan de manera ilícita” en su territorio y por la extracción masiva del agua de uso público urbano por parte del Soapap.

Los pobladores de San Andrés Cholula exigieron el cierre de los pozos profundos de la familia Cuautle, así como de los pozos clandestinos que han agravado la escasez de agua en la región y del desvío del líquido para fines privados.


FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Culpan a Bonafont de provocar un "infierno ambiental" en Puebla

En febrero pasado la Guardia Nacional desalojó a pobladores de Santa María Zacatepec, Puebla, que habían tomado la planta de Bonafont en protesta contra la sobreexplotación de los mantos acuíferos de la región. Ahora la compañía está de regreso y, arropada por las autoridades estatales, reabrió la planta. A pesar de que afirma que ésta sólo funcionará como bodega y para distribuir sus productos, los pobladores se aprestan a viajar a Francia para exhibirla como una de las empresas responsables de provocar un “infierno ambiental” que derivó en el socavón formado en mayo de 2021.

Con todo y que la empresa Bonafont es acusada por grupos de pobladores de saquear los mantos acuíferos de esta región y de cometer múltiples irregularidades, el 26 de septiembre, Fabrice Salamanca, vicepresidente de Asuntos Públicos y Legales de Grupo Danone, encabezó la reapertura de la planta de esa embotelladora francesa en este municipio.

Acompañado por José Cinto Bernal, presidente municipal, y por Guillermo Malpica Soto, subsecretario de Industria y Comercio del gobierno estatal, el directivo de la trasnacional aseguró que esas instalaciones, que estuvieron cerradas año y medio a causa de las protestas, ya no se usarán para extraer agua y sólo servirán para bodega y distribución de productos.

El agua del río Chalma se pelea desde 2013. Asociación de Salinas Pliego nos ha robado: ejidatarios

El agua del río Chalma está en disputa. Unos mil ejidatarios aledaños a Malinalco, Estado de México, la requieren para cultivar maíz, frijol, caña y flores. Una asociación de Grupo Salinas, del millonario Ricardo Salinas Pliego, la emplea para una hacienda. La lucha por el recurso natural está en tribunales desde 2013.

Hace siete años los ejidatarios Roberto Valle, Marcos Chaqueco y Félix Rojas fueron subidos a una camioneta de la policía en Chalmita, Estado de México, conocidas como perreras. Los esposaron lo más apretado posible. Les dieron vueltas. Bajaban y subían a otros reos ya sentenciados. Roberto perdió la noción del tiempo y el espacio, mientras su defensa legal iba a pagar la fianza para que no quedaran detenidos por el presunto daño de bienes y robo a una propiedad del empresario Ricardo Salinas Pliego.

Una asociación civil de TV Azteca atrás del despojo de Jalmolonga

El Centro de Capacitación de Alto Rendimiento Azteca, la asociación civil que intenta quitarles el agua a los ejidos de la zona de Malinalco, está integrado por tres “socios” que aportaron conjuntamente un capital de 127 millones 835 mil 848 pesos, según quedó asentado en la “protocolización” del acta de su junta general ordinaria, realizada el 20 de julio de 2012, en la notaría número 227 del Distrito Federal (hoy Ciudad de México), cuyo titular es Carlos Antonio Morales Montes de Oca.

El primer socio es TV Azteca, S.A. de C.V., representado por Jesús Rodríguez Villicaña, que aportó un capital de 40 millones 57 mil 393 pesos; el segundo es Elektra del Milenio S.A. de C.V., representada por José Guadalupe Botello Meza, con 49 mil 990 778 pesos, el tercero es Grupo Elektra S.A. de C. V., representado por María Edid Cerón Ríos, con 37 millones 787 mil 667 pesos.

Continúa desperdicio de millones de litros de agua en Aztecas 215 ante indiferencia de Procuraduría ambiental Ciudad de México

Aztecas 215
Han pasado ocho días desde que los vecinos organizados de los pueblos, barrios, colonias y pedregales de Coyoacán denunciaron ante la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México (PAOT) el desperdicio de millones de litros de agua que la inmobiliaria Quiero Casa continúa realizando en Avenida Aztecas 215. La respuesta de la PAOT es de total indiferencia, así como la construcción a mitad de la avenida de un “colector” que conducirá las aguas limpias al drenaje de la ciudad.

Pueblos Náyeri y Wixárrika piden ayuda: sin consulta, la CFE planea quitarles su agua y sus tierras

El megaproyecto previsto para Nayarit pertenece a la CFE y cuenta con autorizaciones de la Semarnat y de la Conagua. Los representantes de las comunidades Náyeri y Wixárrika calculan que 4 mil 500 hectáreas de su territorio se verán afectados y acusaron que sus pueblos no han sido consultados, pese a que el Gobierno de México está obligado a hacerlo Constitucionalmente y por los tratados internaciones a los que el país está adherido. Aseguran que el proyecto no tendrá un impacto positivo en sus comunidades y por el contrario la CFE acaparará el agua y dejará áreas sin tierra fértil.

Los pueblos Náyeri y Wixárrika se unieron para defender su territorio sagrado, amenazado por el megaproyecto hidroeléctrico Las Cruces, Nayarit, cuya construcción no les ha sido consultada.

El megaproyecto pertenece a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y cuenta con autorizaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Zapotecas de Oaxaca están cerca de revertir decreto presidencial que les niega el acceso al agua

Desde hace 50 años, 16 comunidades indígenas de la zona de valles centrales en Oaxaca viven bajo un decreto que les impide hacer uso del agua. Se enteraron en 2005 cuando la CFE y Conagua reclamó un uso excesivo de energía y desde entonces reclaman su derecho a gozar de sus recursos naturales. A pesar de eso, la comunidad restauró sus pozos y supo llevar un proceso de consulta indígena que puede significar el primero que se realiza en México acorde a los procesos que la legislación nacional e internacional dicta.

La Coordinadora de Pueblos Unidos en Defensa y por el Cuidado del Agua (Copuda) es una organización que aglutina a 16 comunidades zapotecas campesinas que habitan en los valles centrales en Oaxaca y que desde hace 50 años habita su territorio con una veda que desde 1967 limita el acceso justo al agua en la región.

Las comunidades organizadas en la Copuda recurrieron al proceso de consulta indígena. Hasta el momento en México no hay ningún caso de éxito en consultas indígenas, ya que siempre se registran tácticas por parte de los gobiernos municipales y estatales que empañan los procesos, de acuerdo con los activistas.