Pescadores, salineros, agricultores y habitantes de las comunidades cercanas a la laguna de Cuyutlán no pudieron participar en este proceso informativo que realizó la Semarnat únicamente en línea.
Habitantes de las comunidades cercanas a la Laguna de Cuyutlán denunciaron que el proceso de consulta pública del proyecto “Desarrollo del Puerto Nuevo Manzanillo, en el Vaso II de la Laguna de Cuyutlán, Manzanillo, Colima”, implementado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se realizó sin transparencia, con irregularidades y de manera excluyente, al discriminar y dejar fuera a grupos vulnerables de la población.
El Nuevo Puerto se localizará en el municipio de Manzanillo, Colima, y es promovido por la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) Manzanillo, S.A. de C.V.
Animal Político revisó los detalles del proceso del inicio de consulta pública para el proyecto. En la publicación extraordinaria de la Gaceta Ecológica de la Semarnat del 8 de septiembre de 2025, de conformidad con los artículos 34 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; y el 40 Y 41 de su Reglamento en materia de Evaluación de Impacto Ambiental, se dieron a conocer los periodos, horarios y formatos de consulta.
La consulta pública para este megaproyecto de la ASIPONA Manzanillo comenzó el 1 de septiembre y concluyó el 8 de octubre de 2025. En la gaceta se informó que la modalidad de consulta para señalar observaciones del proyecto sería únicamente en línea y la consulta de la Manifestación de Impacto Ambiental se podría hacer de manera presencial en la Oficina de Representación de la Semarnat en Colima.
El horario de consulta fue de 9:00 a 14:00 horas, es decir, la población afectada solo tuvo seis horas para leerlo, de lunes a viernes, durante el mes en que se abrió el proceso de consulta.
La Oficina de Representación se ubica en la calle Victoria No. 360, colonia Centro, en el municipio de Colima, Colima, es decir a 55 kilómetros del municipio de Armería al centro de la ciudad, aproximadamente, lo que equivale a dos horas de traslado por auto de un punto a otro.
La Manifestación de Impacto Ambiental en modalidad Regional (MIA-R) estuvo a disposición de la población en la Oficina de Representación de la Semarnat Colima del 10 de septiembre al 8 de octubre, según lo que informó la dependencia en la Gaceta Ecológica.
Ante las irregularidades observadas en el proceso de Consulta Pública, comunidades, colectivos y organizaciones denunciaron públicamente que el procedimiento excluyó a miles de personas que, de aprobarse este proyecto, serán directamente afectadas, como pescadores, salineros, agricultores y habitantes de las comunidades cercanas a la Laguna de Cuyutlán.
Comunidades y colectivos señalan preocupación por el Nuevo Puerto
En un comunicado, la coalición Salvemos Cuyutlán acusó que este sector de la población no pudo participar porque el proceso se realizó únicamente en línea, con una plataforma que fallaba constantemente.
Manifestaron también su preocupación y rechazo ante las irregularidades observadas en el proceso de consulta pública de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) sobre la expansión del puerto de Manzanillo.
“Denunciamos que dicha consulta ha sido excluyente, irregular y carente de transparencia, configurando una simulación de participación ciudadana que vulnera los derechos ambientales y sociales de la población de Manzanillo y de las comunidades aledañas a la laguna de Cuyutlán”, dijeron en su comunicado.
Cifras del Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) señalan que en el municipio de Armería, Colima, habitan 27 mil 626 personas, según datos del 2020.
De acuerdo con la plataforma Data México del Gobierno de México, en el municipio de Armería, Colima, 32.2 % de las viviendas tiene acceso a internet. Para hacer uso de este servicio de conectividad sólo el 19.7 % de las viviendas tiene una computadora, mientras que el 87 % cuenta con un celular.
Poca conectividad y fallas en la plataforma
Organizaciones, colectivos y especialistas denunciaron que el proceso de consulta pública fue discriminatorio, irregular y excluyente al llevarse a cabo, únicamente, en línea en la plataforma digital de la Semarnat.
Las comunidades denuncian que el formato impidió la participación de una gran parte de la población que será directamente afectada. Grupos sociales, como personas adultas mayores, pescadores, salineros y agricultores de la región no cuentan, mayoritariamente, con acceso a internet, equipo de cómputo, ni conocimientos técnicos suficientes para registrarse y subir sus comentarios, dejándolos fuera del proceso.
El colectivo Salvemos Cuyutlán afirma que estos sectores sociales que viven de las actividades económicas se verán más impactadas por el proyecto, un acto que consignan como discriminatorio en su derecho al acceso a la información. Señalan que durante la consulta pública de la Semarnat por el Puerto Nuevo Manzanillo, recibieron quejas de las que pudieron comprobar, personalmente, que la plataforma de la Semarnat no funcionó correctamente.
Evidenciaron que en múltiples ocasiones no se les permitió subir comentarios ni registrar observaciones, arrojando mensajes de error que impiden concluir el procedimiento o perdiendo el avance y se debe comenzar de nuevo.
Además, la plataforma limitó el tamaño de los archivos por lo que no fue posible adjuntar todo lo que se requiere, teniendo que comprimir documentos y dificultando más la participación de las personas.
“Esto vulnera el principio básico de una consulta pública efectiva, pues los mecanismos técnicos fallidos imposibilitan la participación ciudadana y la transparencia del proceso.
Aunado a ello, las reuniones de trabajo de los diferentes instrumentos de ordenamiento territorial que se realizan en el estado, como el del municipio de Manzanillo, se han llevado a cabo de manera atropellada y descoordinada; además, realizándose con poca transparencia y traslapándose fechas y sedes e impidiendo que la ciudadanía y las organizaciones puedan asistir o participar de forma informada”, denunció la colectividad de Salvemos Cuyutlán.
Tradición salinera en riesgo por Nuevo Puerto
En el municipio de Armería se encuentra el pueblo de Cuyutlán, un sitio que en junio de 2024 fue candidato para recibir el reconocimiento internacional en la competición Best Tourism Villages de la Organización Mundial del Turismo, de la ONU.
Esta insignia reconoce a las localidades rurales que destacan por su compromiso con el desarrollo sostenible y la preservación de su patrimonio cultural y natural.
La postulación, hace un año, la hizo la Secretaría de Turismo de Colima como un forma de reconocer la historia de la producción de sal en Cuyutlán, la cual se remonta a más de 500 años y es la principal actividad económica del pueblo.
Actualmente, esa tradición y prácticas sostenibles en la producción salinera podría verse afectada si la Semarnat aprueba los impactos de la Manifestación de Impacto Ambiental del proyecto Desarrollo del Puerto Nuevo Manzanillo, en el Vaso II de la Laguna de Cuyutlán, Manzanillo, Colima.
Animal Político señaló en esta nota que en la MIA del proyecto de ampliación al Puerto Manzanillo se identificaron impactos de magnitud alta, como modificación del fondo lagunar, pérdida de cobertura vegetal y transformación del paisaje.
Ante las irregularidades, comunidades y organizaciones denunciaron que ninguna autoridad ha brindado información clara ni se ha hecho responsable de explicar a la sociedad los impactos acumulativos y las consecuencias de esta nueva ampliación del puerto.
“Recordamos que tras la primera expansión portuaria, Manzanillo y sus alrededores enfrentan una crisis ambiental y social severa que no ha sido atendida. Persisten la falta de agua, la carencia de servicios médicos y saneamiento, la contaminación atmosférica y marina, la deficiente gestión de aguas negras y residuos, el colapso vial causado por el tráfico de tráileres, el despojo de recursos naturales, la pérdida de biodiversidad, la inseguridad y la prohibición de acceso a pescadores a la laguna de San Pedrito, entre otras. Ninguna autoridad ha asumido responsabilidades ni ha implementado las medidas de mitigación prometidas en la primera fase de expansión”, manifestaron.
Comunidades denuncian irregularidades
Comunidades, activistas y organizaciones señalaron cuáles son las graves irregularidades que este puerto presenta, y que deben ser revisadas antes de cualquier autorización.
Una de ellas es que, las obras de dragado comenzaron de forma irregular en enero del presente 2025 y que fue anunciado en la página oficial del Gobierno de México el 22 de enero del mismo año.
“Este hecho demuestra que se iniciaron trabajos sin que existiera una autorización en materia de impacto ambiental y mucho menos una consulta pública, lo cual contraviene la legislación vigente. Hasta el momento no hay intervenciones por parte de la Profepa [Procuraduría Federal de Protección al Ambiente])”, señalaron.
Otra de las anomalías que encontraron es la fragmentación artificial del proyecto, es decir, la ASIPONA está tramitando distintas Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) como si se tratara de obras independientes.
Un ejemplo es el proyecto que recientemente se aprobó respecto al muro perimetral del Vaso II de la Laguna de Cuyutlán, que tiene su propia MIA, a pesar de que forma parte integral de la expansión portuaria.
“Esta estrategia busca disfrazar la magnitud real del impacto ambiental acumulado y evadir la evaluación integral del conjunto de obras relacionadas con el puerto. En la reunión pública informativa, los técnicos argumentaron que este manifiesto de impacto ambiental sólo incluía la construcción del puerto, no su operación, dejando fuera la mayoría de los impactos”, advirtieron.
Ante estos y otros señalamientos que hacen activistas y comunidades de Salvemos Cuyutlán, exigen el cese inmediato del proceso de expansión del Puerto de Manzanillo hasta que la sociedad civil cuente con información completa, accesible y verificada, y pueda participar en un proceso de consulta pública presencial, incluyente y transparente.
“Exigimos NO APROBAR este proyecto hasta que no se solucionen los problemas socioambientales del puerto ya existente, hasta que se cuente con la infraestructura y servicios para poder recibir la expansión, hasta que se modifique su diseño a modo que sea realmente sustentable y seguro”, suscribieron.
Finalmente, las comunidades que resultarán afectadas exigen a la Semarnat hacer público el contenido de todas las observaciones y propuestas recibidas a través de su portal como resultado de esta consulta pública.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: VERÓNICA ESPINOSA.
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