AUTOR: DENISE DRESSER.
“Una peste sobre ambas casas”, exclama Mercutio tres veces en Romeo y Julieta antes de morir. Maldice así a las familias cuya rivalidad lleva a su ruina. Y ese sentimiento de rechazo a ambos bandos también lo produce lo ocurrido el 1 de diciembre. También lo inspira la violencia que acompaña la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. El enfrentamiento buscado que engendra la violencia condenable. La confrontación orquestada que incita los peores instintos. Vándalos contra violentos. Estudiantes contra policías. Anarcopunks contra granaderos. Perredistas contra priistas. Mexicanos contra mexicanos. Usando la violencia para cambiar la realidad y ensangrentándola. Condenables unos y otros.
#1DMX representa mucho de aquello que no funciona. Se ha convertido en un microcosmos de lo que el país no ha logrado resolver. La ausencia del estado de derecho y la dificultad para lograr su aplicación; estudiantes encapuchados que provocan la violencia y policías agresivos que la exacerban; muchachos que quieren actuar al margen de la ley y que –al mismo tiempo– padecen su uso discrecional. #1DMX es ése México repleto de contradicciones. Donde se exige la mano dura para quienes rompen vidrios pero no para quienes se enriquecen ilícitamente. 14 encarcelados en una prisión, y Arturo Montiel –como siempre– vacacionando en una montaña nevada. Decenas de personas acusadas de violentar la paz pública, y políticos impunes a quienes el gobierno ni siquiera ha investigado. La ley del pueblo y la ley contra el pueblo.



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