"Siguen las inversiones en México, sigue la confianza. No es por nada, pero hoy el peso está abajo de 19: 18.98", dijo la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo al inicio de su conferencia de prensa matutina de este miércoles.
El peso mexicano mostró esta mañana su fortaleza frente a la moneda estadounidense, en momentos de tensión política entre los gobiernos de ambos países. El dólar se cotiza abajo de los 18.90 pesos coincidentemente con el anuncio del Presidente Donald Trump de que habría ya un acuerdo comercial con China.
La fortaleza en la divisa mexicana muestra, también, que la economía se ha separado de la política en términos de la relación binacional.
El Embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, reconoció a noche que Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no alentó las protestas violentas registradas en varias ciudades de Estados Unidos (EU), tal como había asegurado por la tarde Kristi Noem, Secretaria de Seguridad Nacional de Trump. Por el contrario, dijo, condenó estos hechos.
Las tensiones entre Estados Unidos y México se dispararon cuando Noem declarara desde el Despacho Oval de la Casa Blanca que la Presidenta Sheinbaum había alentado las protestas de migrantes y latinos en Los Ángeles, las cuales se han extendido a decenas de ciudades, algo que fue desmentido casi de inmediato por la mandataria mexicana.
Y hoy mismo, como desviando hacia otro punto las miradas, Trump declaró que el acuerdo comercial con China “está cerrado”, horas después de que Estados Unidos y China acordaran revertir algunas de las medidas punitivas que habían tomado contra sus respectivas economías y retomar la tregua comercial alcanzada en mayo. Tras dos días de maratonianas negociaciones en Londres, se esperaba que los altos funcionarios económicos de Estados Unidos y China presentaran el nuevo “acuerdo marco” a Trump y al máximo líder chino, Xi Jinping, para su aprobación final.
El acuerdo, cuyos detalles completos no se dieron a conocer de inmediato, busca restablecer la relación a los términos alcanzados por Estados Unidos y China en Suiza el mes pasado. Dicho acuerdo fracasó en las últimas semanas, después de que China continuara restringiendo los envíos de valiosos minerales de tierras raras e imanes que necesitan los fabricantes estadounidenses.
En una publicación en Truth Social, afirmó que China se había comprometido a suministrar a Estados Unidos imanes y minerales de tierras raras. Aseguró que los estudiantes chinos seguirían teniendo acceso a las universidades estadounidenses.
Pero al mismo tiempo, Trump enfrenta un levantamiento en casa.
Ciudades de todo Estados Unidos anunciaron una nueva ronda de protestas migratorias este miércoles, después de que la Alcaldesa de Los Ángeles impusiera un toque de queda nocturno en el centro y el Gobernador de California, Gavin Newsom, culpara a Trump de los disturbios que comenzaron el viernes.
El toque de queda trajo tranquilidad al centro de Los Ángeles, donde cinco días de protestas por las redadas federales de inmigración se han tornado ocasionalmente violentas. Sin embargo, la tensión se mantuvo alta después de que el ejército estadounidense anunciara que 700 marines se unirían a las tropas de la Guardia Nacional. Una portavoz del Comando Norte del ejército estadounidense reveló que los marines ayudarían a proteger la propiedad y el personal federal, incluidos los agentes de inmigración.
Aunque su Administración intensificó la respuesta militar, Trump sugirió el martes que las protestas en Los Ángeles estaban disminuyendo y se atribuyó el mérito. “Con lo que hice, detuve la violencia en Los Ángeles”, declaró en el Despacho Oval. El Gobernador de California contraatacó en un discurso televisado a nivel nacional que parecía destinado a ser escuchado mucho más allá del estado. Newsom, demócrata, advirtió que el despliegue de casi cinco mil efectivos de la Guardia Nacional y la Infantería de Marina por parte de Trump en Los Ángeles, en contra de las recomendaciones de las autoridades estatales, era un “abuso descarado de poder” y alertó sobre un “momento peligroso” para la democracia estadounidense.
“California puede ser el primero, pero claramente no terminará aquí”, dijo Newsom. “Otros estados son los siguientes. La democracia es lo siguiente”.
El martes, quinto día de disturbios por las redadas de inmigración, las protestas que comenzaron en Los Ángeles crecieron en tamaño e intensidad en todo el país. Algunos manifestantes en el centro de Chicago lanzaron botellas de agua a los agentes de policía y vandalizaron al menos dos vehículos. En Nueva York, los agentes realizaron docenas de arrestos cerca de edificios federales en el Bajo Manhattan, según informó la Policía. En Atlanta, utilizaron agentes químicos y fuerza física para expulsar a varias docenas de manifestantes de su puesto en una carretera.
Se planearon más protestas en varias ciudades el miércoles, incluyendo Las Vegas, Los Ángeles, Nueva York, Minneapolis, San Antonio y Seattle. Algunos organizadores afirmaron que las manifestaciones locales de esta semana fueron el preludio de las nacionales previstas para el sábado contra Trump y un inusual desfile militar en Washington, D.C.
AUTOR: REDACCIÓN.
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