Detenido y torturado por policías federales, Jorge Armando fue secuestrado y torturado nuevamente por una organización delictiva –se supone que Los Zetas– y después asesinado. Tenía 13 años. En los noticiarios televisivos se le llamó “el niño sicario” porque así lo caracterizó el procurador estatal, y para los medios fue fácil propagar el mote. Hasta la fecha, ni el procurador de Zacatecas ni la PGR han rectificado. Esto supondría admitir que en realidad el muchacho fue víctima de los policías y de la delincuencia que dicen combatir.
Aunque estaba en riesgo, ninguna autoridad le brindó protección porque un funcionario soltó –y mediáticamente se aceptó– que era un “niño sicario”. Eso ya no se podrá comprobar o desmentir, porque el menor fue torturado nuevamente y asesinado.