AUTOR: GEORGINA HOWARD.
Las calificadoras anticipan que las inversiones a consecuencia de la reforma energética llegarán hasta el 2015.
La reforma energética no será la panacea que resolverá los problemas de México.
Tampoco garantiza, por sí misma, una mejora en la calificación soberana de la deuda del país.
Sus beneficios se verán hasta el largo plazo.
Las calificadoras, por lo pronto, ya ponen las cartas sobre la mesa y anticipan que las inversiones llegarán hasta el 2015.
Tanto Fitch Raitings como Moody’s Investors Service advierten que los recovecos de la reforma se conocerán una vez que se tengan las leyes secundarias.
Será entonces cuando estas agencias puedan considerar una modificación o no, de la calificación que otorgan a la deuda mexicana.