AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.
En momentos en que el gobierno federal anuncia una reforma petrolera y se descubren presuntos actos de corrupción, se da la explosión de la torre B de Pemex, mientras el director de la paraestatal estaba de gira por Asia buscando socios tecnológicos.
La explosión del edificio B2 de las oficinas centrales de Pemex llegó en medio de un escándalo en el sector energético y acarrea casualidades que mueven a sospecha.
Declaraciones cruzadas sobre una inminente reforma energética, casos de corrupción en litigio judicial, empresas sin experiencia que realizan peritajes.
Cinco días han pasado desde que una explosión, que no quemaba, tiró tres pisos del edificio B2.
Fue un estallido que surgió del sótano y subió hasta el piso dos, que en el octavo se sintió como un terremoto, cuya llamarada ascendió 10 niveles y se vio desde muy lejos.
La detonación que dejó una cifra oficial de 37 personas fallecidas pone a Pemex Refinación, la filial con mayores pérdidas en el consorcio paraestatal, en medio del escándalo.