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Familiares de la residente médica Nicole Stark denuncian falta de atención en el IMSS

De acuerdo con la versión de sus compañeros, la residente de anestesiología sufrió un desmayo en el quirófano; sus superiores la enviaron a dormir y horas más tarde la encontraron muerta.

Familiares de la residente médica, Nicole Stark Carrillo, quien fue encontrada sin vida este 16 de septiembre en el área de descanso de doctores del Hospital Regional 46 del IMSS en su horario de prácticas, denunciaron que las circunstancias de la muerte son extrañas y piden una investigación exhaustiva; revelaron que la autopsia estableció que murió por asfixia por causa indeterminada, e indicaron que Nicole era una persona joven y saludable que nunca se había desmayado, por lo que sospechan que se trata de un homicidio. 

Antes de su fallecimiento, Nicole estaba en una cirugía, se desmayó y la sacaron del quirófano, la mandaron a dormir al área de descanso de los doctores. Sus familiares afirman que no recibió atención adecuada y fue dejada sin supervisión. 

Nicole había entrado a su turno de guardia el 15 de septiembre a las 7:00 de la mañana y el 16 de septiembre le avisaron a la madre de Nicole que había fallecido, manifestó Héctor Carrillo, tío de Nicole. 

“De acuerdo con lo que informó el director, mi sobrina estaba en quirófano atendiendo a un paciente, se desmayó y cayó al piso. Despierta y, de acuerdo con el comentario de personas que estaban presentes, despertó desorientada y le dicen que se vaya a urgencias para que la revisen. Comentan que camino a urgencias ella les dice que se siente bien y regresa al quirófano. La doctora le dice que no puede estar ahí y que se vaya a dormir. Se acuesta en una camilla que estaba afuera del quirófano. A las 4:00 am van a ver cómo sigue y estaba desorientada, pero le dicen que se duerma. A las 6:00 de la mañana van a despertarla, pues ya terminaba su guardia y se encuentran que ya había fallecido. Nos informan que trataron de reanimarla, pero ya no tenía signos vitales, ya tenía un rato sin vida. Hasta las 8 de la mañana es cuando hacen la llamada a mi hermana, que no le habían avisado antes porque tenían que esperar al director”, narró el familiar. 

Nicole Stark Carrillo, de 27 años, era residente del tercer año de anestesiología en el Hospital Regional 46 del IMSS, ubicado en las avenidas Lázaro Cárdenas y 8 de julio de Guadalajara. Estudió medicina en la Universidad Guadalajara Lamar. 

La familia de Nicole también demanda que se tomen medidas para mejorar las condiciones laborales de los residentes, pues denuncian que son explotados, maltratados y obligados a trabajar en jornadas extenuantes y en condiciones inhumanas.  

“El tema es que todos sabemos, incluso las autoridades, el maltrato que reciben los residentes en los hospitales y pedimos que la investigación se lleve a cabo de una manera minuciosa, ya que no es posible que esto haya sucedido. No hay protocolos para que alguno de los médicos o residentes reciban atención. Incluso cuando ella perdió la conciencia dentro del quirófano, revisarlos, aunque la persona diga que se siente bien, no es posible que una jovencita de 27 años haya fallecido después de tener un evento como el que tuvo, enfrente de médicos que se supone saben reaccionar y asegurarse de que todo está bien”, reprochó Carrillo. 

El IMSS en Jalisco reaccionó a la muerte de Nicole lamentando la pérdida, asegurando que sí brindaron atención médica a Nicole. Sostiene que están colaborando en las investigación policial y ministerial, según lo manifestó el director del Hospital General Regional 46, Wilberto Gutiérrez Astorga. 

“Sobre este hecho, quiero informar que durante la mañana del 16 de septiembre se reportó el estado de inconsciencia de la médica, a quien se le brindó en forma inmediata la atención médica. A pesar de los esfuerzos de nuestro personal de salud, la paciente falleció. Por lo que se realizó el reporte inmediatamente a las autoridades ministeriales. Asimismo, en todo momento trabajo social ha brindado el apoyo a los familiares en los procesos requeridos. De igual forma, directivos de prestaciones médicas, servicios jurídicos y personal de este Hospital General número 46, colaboramos con todas las autoridades en el esclarecimiento de los hechos. Reiteramos nuestra solidaridad con la familia y nuestro compromiso con el seguimiento de todo el caso”, anotó el director del hospital. 

Sin embargo, la familia niega que Nicole fuera atendida de inmediato y que la institución haya apoyado a la familia. La realidad, dicen, es que fue abandonada en una camilla por horas. 

“El Instituto del Seguro Social envió un comunicado de prensa muy diferente a lo que el mismo director nos informó. El comunicado dice que tuvo el desmayo, que la atendieron de inmediato y ya no pudieron hacer nada por ella. No fue así. La mandaron a dormir y la dejaron morir en una camilla en la cual estuvo varias horas sin atención. También dice el comunicado que el Instituto ha estado al pendiente y apoyando a la familia, incluso en el área de trabajo social. Tampoco es verdad. Nadie ha acudido por parte de la institución de manera oficial. Solo han ido sus compañeros y amigos, los cuales confirman que las cosas sucedieron como el mismo director nos informó. La intención de lo que aquí expongo no es porque queremos algo del Instituto Mexicano del Seguro Social. Lo que queremos es que realmente las autoridades investiguen y encuentren si hubo negligencia por parte del personal que estaba presente, y así evitar que los muchachos residentes reciban el trato que reciben. Los explotan, los hacen trabajar de manera inhumana y ahora hasta los dejan morir”, indicó Héctor. 

Los familiares de Nicole presentaron la denuncia y se abrió la carpeta de investigación 47649/ 2025, con el objetivo de que se esclarezcan las circunstancias de este fallecimiento. 

“Nicole tenía 27 años. Estaba terminando su especialidad en anestesiología con una vida por delante y, por no atenderla debidamente, murió prácticamente enfrente de doctores y dentro de un hospital en el que ella dejaba la mitad de su vida. Insisto, no queremos nada de la institución, pero sí queremos que cuiden a sus residentes y que ninguna otra familia viva lo que estamos viviendo. Que su hijo vaya a trabajar y la regresen sin vida. Insisto, esperamos que la Fiscalía dé un seguimiento a este asunto para evitar que otro residente muera, y aunque ya es una costumbre el maltrato que tienen hacia ellos, de verdad cambian las cosas. Si una vida se salva con el reportaje que ustedes están haciendo, la muerte de Nicole no fue en vano. Su misión era salvar vidas, y es irónico, pero no la atendieron y no salvaron su vida. Lo que más duele es la falta de verdad que la institución da en su comunicado. Hagamos justicia por Nicole y por todos los residentes”, expresó el tío de la doctora residente. 

La familia de Nicole quiere que las autoridades investiguen a fondo el caso, de forma minuciosa, para que se descubra la verdad y se determine si hubo negligencia por parte del personal médico. Buscan justicia para Nicole y que su muerte sirva para que ningún otro residente sufra el mismo destino.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ELIZABETH RIVERA AVELAR.

Pese a sentencia, IMSS ha negado durante 5 años medicamento a niña con atrofia muscular

Andy fue diagnosticada a los dos años de edad con atrofia muscular espinal, una enfermedad progresiva que puede ser mortal. El medicamento que habría detenido la progresión de una condición que va mermando la movilidad le ha sido negado una y otra vez.

Andy es una niña de 8 años, que ha aprendido a moverse de manera autónoma con una silla de ruedas eléctrica, porque desde muy pequeña fue diagnosticada con atrofia muscular espinal, una enfermedad genética, degenerativa y progresiva.

Se trata de una condición que afecta principalmente a las neuronas motoras de los músculos, por lo que a la larga va impactando, poco a poco, en el corazón, los pulmones y el estómago, y hace que pierdan la fuerza con el avance gradual de la enfermedad. Aunque hay diferentes niveles de atrofias, la de Andy es una de las más severas, tipo 2.

Su mamá, Lucía, recuerda que cuando fue diagnosticada, con apenas dos años, su calidad de vida era totalmente diferente: podía caminar, dar pasos por sí sola, desplazarse entre un cuarto y otro con ayuda de barandales, agacharse, levantarse, rodar, jugar pelota, así como actividades completamente normales con sus manos. En especial, amaba bailar cada vez que escuchaba música.

Un medicamento, llamado Spinraza, podría haber frenado ese progreso. Si se le hubiera brindado desde aquel momento, su calidad y esperanza de vida habría sido la de cualquier otra niña en completo estado de salud. Habría permanecido en gran medida con el avance de la condición que ya tenía, con el auxilio de terapias, rehabilitaciones y otros apoyos.

“Hicimos la petición del medicamento en el momento en el que supimos el diagnóstico, y lamentablemente no pudimos tener el acceso para nosotros mismos poder comprarlo. Pedimos al IMSS para que nos apoyaran en brindar el tratamiento y fueron negativas, siempre recibimos negativas por parte de los médicos para el tratamiento”, lamenta Lucía.

Ante ese rechazo, con el apoyo de la organización Perteneces, la familia de Andy emprendió un proceso legal en el 2020, con lo que logró un amparo. En la resolución, el juez le ordena al Hospital de La Raza otorgarle a Andy el medicamento. Incluso, el juzgador emitió una carta elaborada con palabras sencillas para que la niña comprendiera la resolución en torno a su acceso a la salud.

La sentencia que se dictó ante la demanda de amparo 931/2020, el 4 de noviembre de 2021, concedió la protección de la justicia a Andy en el sentido de que la autoridad responsable –por sí misma o conducto de sus subalternos– garantizara de forma inmediata el derecho a la salud de Andy en los aspectos que fueron vulnerados, “sin que para ello se requiera de un nuevo protocolo médico en las diversas áreas o especialidades médicas que no fueron debate”.

“El suministro del medicamento Spinraza es el único fármaco que puede generar condiciones de mejora en la calidad de vida y en la dignidad de la quejosa, lo que indudablemente genera protección al derecho a la salud de la niña promovente”, indicaba el documento, que, sin embargo, dejaba en manos de los médicos la evaluación de la pertinencia de dárselo a Andy.

“Lamentablemente, lo único que hemos recibido de este hospital han sido tratos negligentes, humillantes y muy agresivos”, dice en respuesta Lucía. En aquel momento quedó plasmado que si Andy no recibía el medicamento, la progresión iba a aumentar, pero los médicos insistieron en que no se lo brindarían porque de ello dependía su puesto.

Pese a peritajes, IMSS insistió en que no era candidata a medicamento para atrofia muscular

Después de la instalación de un comité con varias especialidades que confirmaron que su estado de salud era óptimo para recibir el medicamento, Lucía pensó que finalmente darían el tratamiento pero no fue así. Argumentaron que Andy no era candidata. “Lo más alarmante es que ellos declararon que tampoco eran expertos en el tratamiento”, relata su mamá.

Los supuestos argumentos por los que la niña no era candidata eran que tenía un antecedente de acidosis tubular renal, aunque no había ningún estudio que lo comprobara. Por otro lado, justificaron que tenía una proteinuria, pese a que existen peritajes de médicos expertos –que constan en la sentencia– donde se define que puede recibir el tratamiento.

“Por parte de nosotros también nos apoyó en el peritaje una doctora, ella es experta en el medicamento desde que llegó a México, es investigadora, tiene pacientes en donde ella lo coloca de manera particular y en protocolos. Entonces, ella también le hizo una evaluación súper completa a Andy, y obviamente también coincide en que era candidata perfecta”, agrega Lucía.

El Poder Judicial añadió un peritaje imparcial del Instituto Nacional de Pediatría, que también resultó positivo. Por ello, una resolución posterior ordenó lograr que la niña alcanzara un grado de estabilidad en su organismo que la hiciera apta para recibir el medicamento, mediante hospitalización previa y con ayuda de todas las especialidades médicas necesarias.

En consecuencia, las autoridades debían, a las 72 horas de quedar firme la resolución, internar a la menor de edad para realizarle estudios médicos, evaluar su condición y prepararla para la aplicación del fármaco. Todo con el consentimiento de sus padres. Esto fue ratificado tan solo hace un mes.

En los últimos 30 días, sin embargo, tal como en los últimos cinco 5 años, ha persistido una negativa completa del IMSS, que se ha agudizado con citas repetitivas, incluso a veces con nuevos médicos que no conocen el caso, pero sin plantear la posibilidad de brindarle el tratamiento. Además, asegura, en ningún momento le han hecho evaluaciones o seguimiento a su atrofia muscular espinal.

“Siempre han sido negativas de ‘no porque no es candidata, no se le va a brindar’. Y de verdad es lo que no entendemos, qué está sucediendo”, insiste Lucía. Incluso, el Hospital La Raza ya está brindando el tratamiento a pacientes con tipo 1 y 2 de la misma enfermedad.

¿Cuánto se ha deteriorado la calidad de vida de Andy, a quien el IMSS le ha negado medicamento?

Lucía remarca cada vez que puede lo mucho que a Andy le gustaba bailar cuando tenía mucha mayor movilidad en su cuerpo. A los 3 años intentó bailar una canción que le gustaba y se cayó. Hoy ya no puede hacerlo, pero no ha dejado de sonreír. Además, se ha adaptado de una manera muy ágil a su silla de ruedas eléctrica.

Incluso, en el lugar de la entrevista, que es el hogar de su tía paterna y tiene elevador, puede bajar y subir a la tienda sola conduciendo su silla. Lucía está orgullosa de esa autonomía, que en parte le han ayudado a forjar las terapias que recibe en Teletón, pero sabe que quizá no habrían llegado a ese punto si Andy hubiera recibido el medicamento a tiempo, desde 2019.

Cuenta, por pedacitos y a veces con respuestas muy cortas, cómo es un día normal en su vida, con clases en línea, porque es más conveniente a tener que acudir a una escuela poco o nada adaptada. Toda la mañana, dice, está conectada; luego sale con su mamá a la tienda y juega con sus amigos Roblox. Sabe mucho de videojuegos porque es una actividad a su alcance.

Incluso tiene un canal en YouTube donde le muestra a la gente cómo jugar. Confiesa que quiere ser famosa, pero por ahora su mamá prefiere que no muestre su rostro en la plataforma. Dice que los doctores siempre han sido amables con ella, aunque no habla del tratamiento que le hace falta.

Le gustan los juegos, la repostería y de grande quiere ser maestra o policía, porque es una persona protectora, a la que le gusta cuidar y ayudar a los demás. Dice que su mamá tiene que apoyarla para varias actividades, como ir al baño y caminar un poco cuando se cansa de estar sentada; en esos casos, se acuesta o camina completamente sostenida por Lucía.

Tiene algunos amigos, que ha hecho sobre todo en sus terapias. Esas son fáciles, dice, aunque a veces le ponen un chaleco que no le gusta, porque vibra y le da comezón. Aun así, se siente emocionada, le gustan y le ayudan a moverse. También le dan una terapia física, donde la ponen “como un robot”, la cuelgan, y se va agarrando y caminando.

Su mamá cuenta esa realidad de una forma mucho más dura: como Andy no recibe el tratamiento, se apoyan con terapias físicas, pulmonares, hidroterapias y todo lo que se pueda para mantener la mejor condición de vida posible, pero de los 2 a los 8 años que tiene la diferencia es “estratosférica, muy grande”.


“Claro, yo te amo, te amo con toda mi alma”, responde Lucía. Su persistencia para insistir en que le den el medicamento es prueba de ese amor. Todos los días tiene que enfrentar el hecho de que la esperanza de vida de su hija está disminuyendo: “Esto es lo que el IMSS le quitó, todo le quitó, pero si sigue sin brindarle el tratamiento, lo que va a pasar es que Andy, la condición que tiene ahorita la va a perder, ella va a perder el 100% de la movilidad de su cuerpo”, remarca.

Eso significa que no va a poder respirar por ella misma, comer por ella misma, o ir al baño de manera autónoma. Necesitará, tarde o temprano, respiradores y sondas, y gradualmente, su vida se va a perder. A sus 8 años, aunque no habla mucho del tema, se da cuenta de todo lo que ocurre.

“Sí se lo pregunta, y sobre todo tiene la duda de qué va a pasar en ese futuro… y eso para mí es algo muy triste, muy frustrante y sobre todo porque tenía ese acceso, esa oportunidad de tener una vida normal, y por actitudes negligentes de médicos, de hospitales y de jueces también, que lo permitieron, ella ya no puede”, reclama.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MARCELA NOCHEBUENA.

Paciente murió en Hospital General Tacuba por negligencia: CNDH

Además de reparar el daño, la CNDH solicitó al ISSSTE colaborar con la investigación que emprenderá la FGR contra el personal médico.

Un paciente del Hospital General (HG) Tacuba de la Ciudad de México murió debido a negligencias y omisiones en que incurrieron seis personas servidoras públicas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Así lo determinó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en su  Recomendación 38/2023, luego del análisis lógico-jurídico de las evidencias recabadas en seguimiento de una denuncia interpuesta el 2 de julio de 2019.

Lorena murió después que le dejaron una compresa en el vientre y tras otras negligencias en hospitales de Chiapas

La joven de 20 años falleció siete meses después de una cesárea, le dejaron una compresa, y luego en otro hospital le causaron daño cerebral después de un procedimiento mal hecho para colocarle un catéter.

El 21 de julio de 2021, Lorena de Jesús Padilla Victoria, de 20 años, tuvo a su hija, Anayanci Jhoselin, por cesárea, en el Hospital de la Mujer de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Siete meses después, la joven madre falleció. En un hospital privado le encontraron en el intestino una compresa. La única intervención que había tenido la mujer antes de eso fue justo la cesárea.

Por el absceso y la infección que le causó la compresa tuvieron que retirarle, en el centro médico privado, parte del colón y del yeyuno. Pese a eso su estado se agravó. La ingresaron en el Hospital de las Culturas de San Cristóbal de las Casas, donde, acusa su esposo, Hugo Sántis Hernández, le causaron daño cerebral después de un procedimiento mal hecho para colocarle un catéter y le rompieron cuatro costillas al reanimarla.

Hombre muere en la puerta del Hospital Magdalena de las Salinas en CdMx; le negaron la atención: familia

La familia aseguró que el hombre de 48 años no estaba enfermo de COVID-19, sino que presentaba insuficiencia renal. Un video difundido en redes sociales y en la prensa muestra cómo se implora el ingreso del señor, sin recibir respuesta del personal médico del Hospital Magdalena de las Salinas.

Un hombre de 48 años que tenía insuficiencia renal murió frente al Hospital Magdalena de las Salinas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) luego de que aparentemente le fuera negado el servicio médico, denunciaron sus familiares en una grabación difundida en redes sociales y en la prensa.

La grabación muestra cómo el hijo del enfermo implora a gritos y frente a la entrada de urgencias que se les proporcione la atención, sin tener respuesta. El mismo material da cuenta de que en repetidas ocasiones se asegura que no se trata de un caso de COVID-19, sino de insuficiencia renal.