En este estado es más frecuente que haya policías emboscados, carreteras bloqueadas por autobuses incendiados y protestas civiles disueltas a tiros por grupos armados.
Es la vida en una parte de Michoacán, al occidente de México, que durante meses pareció recuperar la tranquilidad después de seis años en una guerra entre carteles.
El estado vive una nueva ola de violencia que según especialistas y autoridades es parte de la disputa entre dos carteles de narcotráfico, a la que se añade el surgimiento de grupos de autodefensa civil.
El gobierno federal aplica en la zona una nueva operación que incluye el despliegue de cientos de soldados, infantes de la Marina y Policías Federales.

