AUTOR: ALEJANDRO GUTIÉRREZ/ RODRIGO VERA.
Algunos de los magnates más poderosos de México, incluido Carlos Slim, volaron a España en agosto pasado. Olegario Vázquez Raña fue el anfitrión de numerosas fortunas y al cardenal Norberto Rivera le tocó dar misa. El investigador Elio Masferrer señala que la difusión de ese encuentro del purpurado con tan connotados monaguillos es el desafío de un sector del clero, que tiene amistad y negocios con la élite empresarial, contra el mensaje evangélico del Papa Francisco. Pero advierte que también pudieron mezclar los negocios con sus benditos placeres.
El Misal Romano, que rige diariamente la liturgia católica, no pudo haberlo puesto en peores aprietos: le exigía para ese día leer la parábola del evangelio relativa al rico insensato que acumula riquezas y más riquezas mientras está a punto de morir.