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Protestas en Guanajuato frenan el acueducto Solís–León, clave del Plan Nacional Hídrico

Agricultores, líderes sociales y el obispo Raúl Vera rechazan el acueducto Solís–León, al denunciar que pondría en riesgo el abasto en el sur del estado y que además se aprobó sin consulta adecuada. El megaproyecto permanece detenido mientras crece la presión social y política.

Ocho meses después de que la presidenta Claudia Sheinbaum destacara a Guanajuato como ejemplo nacional por los acuerdos para tecnificar el campo y aprovechar el agua de la presa Solís, el panorama cambió: productores y habitantes de Acámbaro y municipios vecinos se han sumado al rechazo del proyecto federal que pretende construir el acueducto Solís–León para dotar de agua al corredor industrial de la entidad.

El domingo 9 de noviembre más de tres mil personas se concentraron en el centro de Acámbaro para protestar contra la obra a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), parte del Plan Nacional Hídrico, que prevé una inversión de 15 mil millones de pesos para llevar agua de la presa Solís a León, Irapuato, Celaya, Salamanca y Silao.

Entre consignas como “fuera Sheinbaum” y “revocación”, los manifestantes exigieron detener la construcción del acueducto, al considerar que afectará el abasto de agua en la región sur de Guanajuato.

El rechazo, que inició con los productores agrícolas de Acámbaro, se ha extendido a municipios como Jerécuaro, Tarandacuao, Salvatierra, Villagrán y Cortazar, también beneficiarios del riego proveniente de la presa Solís.

A la protesta se sumó el obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera López, originario de Acámbaro, quien en un desplegado llamó a la población a defender sus recursos naturales:

“Es hora de defender el territorio, el agua y la vida, antes de que queden en manos extranjeras sin alma, que no conocen ni aman esta tierra”, expresó.

El origen del conflicto se remonta al 1 de marzo pasado, cuando Sheinbaum visitó Irapuato para firmar el convenio de tecnificación de 10 mil 200 hectáreas del distrito de riego 011, que incluye a municipios como Acámbaro, Salvatierra, Yuriria, Valle de Santiago, Salamanca, Irapuato, Silao y Pénjamo.

El acuerdo comprometía 6 mil 400 millones de pesos del gobierno federal para modernizar el sistema de riego y, con el ahorro del uso agrícola, dotar hasta 120 millones de metros cúbicos de agua a los municipios del corredor industrial a través del nuevo acueducto. Los cinco municipios concentran a 3.5 de los 6 millones de habitantes del estado. Tan sólo en León viven 1.9 millones de guanajuatenses. 

El convenio incluye la firma de 40 personas, entre ellas los presidentes de los módulos de riego del distrito 011. Sin embargo, productores locales denunciaron que no se les informó sobre el destino del agua ni los alcances del proyecto.

La negociación para que los representantes de los módulos de riego aceptaran ceder agua de la presa Solís a los municipios del corredor industrial estuvo a cargo de Aarón Mastache, subdirector de Infraestructura Hidroagrícola de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

La gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo reconoció el pasado 4 de noviembre que la falta de socialización del proyecto se debió a una solicitud del gobierno federal.

"Yo sí quiero dejar muy claro que esta falta de socialización no se había dado porque el estado no quisiera hacerlo o porque hubiéramos sido omisos en ese tema, sino que había una solicitud por parte de las autoridades federales que así fuera. Nosotros hemos hecho las gestiones para que se dialogue con la gente y se conozcan las bondades del proyecto", dijo en entrevista la gobernadora de Guanajuato mientras crecía el rechazo.

Las protestas y señalamientos de presunta corrupción obligaron a Alejandro Acevedo a renunciar al cargo de presidente del módulo de riego de Acámbaro, acusado de negociar con las autoridades federales la cesión de agua de la presa Solís.

Por ahora, la obra del acueducto permanece detenida, mientras crece la presión social para que el gobierno federal y el gobierno del estado den marcha atrás al proyecto que prometía resolver los problemas de abastecimiento de agua que padecen los municipios más poblados de Guanajuato.

El acueducto Solís-León es el segundo megaproyecto de los últimos 20 años para abastecer de agua a León, luego de que el municipio guanajuatense fue excluido como beneficiario de la presa El Zapotillo, porque elevar la cortina significaba inundar tres comunidades de Jalisco, cuyos habitantes emprendieron una lucha legal para defender sus territorios.

Las resistencias

Habitantes del sureste de Guanajuato reclamaron que las autoridades estatales y federales mantienen en el olvido a esta región del estado, mientras impulsan proyectos que, afirman, ponen en riesgo su acceso al agua.

“Se acuerdan de esta zona de Guanajuato sólo para querer saquear; qué desgracia", afirmó Amadeo Hernández, líder nacional de la Central Campesina Independiente, durante la protesta realizada el domingo 9 de noviembre en Acámbaro.

A la manifestación acudieron alrededor de 3 mil personas, quienes recorrieron las principales calles del municipio con pancartas que incluían mensajes como: “El agua no tiene partido, tiene dueño: el pueblo", “No somos políticos, somos pueblo, y el pueblo manda”,“Claudia, escucha, estamos en la lucha”.

Los participantes advirtieron que Acámbaro y los municipios vecinos están unidos para defender el agua de la presa Solís, ante la intención del gobierno federal de construir el acueducto Solís–León para abastecer a los municipios del corredor industrial.

Productores del suroeste del estado acusaron que el convenio de tecnificación del campo iniciará por las hectáreas agrícolas de Irapuato, y no de Acámbaro, pese a que de este último saldría el agua destinada al corredor industrial.

También señalaron que, según los planes oficiales, el acueducto estaría terminado en 2028, mientras que la tecnificación concluiría hasta 2029, es decir, el agua empezaría a enviarse antes de concluir el sistema de riego por goteo, lo que consideran un riesgo para la producción agrícola local.

Voz de la Iglesia

Además del obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera López, quien pidió detener las obras e instalar mesas de trabajo con participación efectiva de las comunidades, otro sacerdote generó controversia: Jesús Alfredo Gallegos, conocido como Padre Pistolas.

Durante una misa en Chucándiro, Michoacán, el 2 de noviembre, el sacerdote expresó su rechazo al proyecto y lanzó fuertes críticas contra la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo. Sus palabras fueron condenadas por la mandataria, aunque anunció que no presentará denuncia.

"Con la presa de Solís le damos de tragar a todo pinche México y si nos quitan la presa se van a morir de hambre, cabrones. Esa pinche gobernadora quiere matarnos de hambre. Ya dije, si insisten nos levantamos. Yo le voy a partir su madre a ella porque es la culpable de matarnos de hambre a todos", afirmó el llamado Padre Pistolas.

En un segundo video difundido posteriormente, Gallegos insistió en que el acueducto no es viable y advirtió que, si el proyecto avanza, podría proliferar la extracción ilegal de agua, comparándola con el “huachicol” de combustibles.

“León y Celaya tienen mucha industria; resuelvan sus problemas, no nos quieran dejar sin comer a nosotros. Si quieren, denme los 6 mil millones y yo les hago dos presas”, afirmó.

En su comunicado, el obispo Raúl Vera pidió frenar las obras y abrir espacios de deliberación real con las comunidades:

“Nuestra oposición no es al derecho humano al agua, sino al uso injusto y deshonesto del agua, que despoja a los más pobres para beneficiar a quienes ya concentran la riqueza”.

El obispo señaló que un proyecto de esta magnitud no puede imponerse sin una consulta popular que garantice la participación directa de los habitantes afectados.

Origen del proyecto

El agua para abastecer León ha sido un tema desde hace más de 20 años, ante los problemas hídricos que enfrenta el municipio que concentra más del 30% de la población total del estado.

Luego de dos décadas en que los gobiernos panistas del estado habían reclamado a la Federación soluciones a los problemas de abasto de agua, la inclusión de Guanajuato en el Plan Nacional Hídrico del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo fue celebrada por la gobernadora García Muñoz Ledo.

Desde 2005, con la construcción de la presa El Zapotillo, se había prometido llevar agua a León, pero las obras se suspendieron en 2014 tras la defensa del territorio encabezada por los habitantes de Temacapulín, Acacico y Palmarejo. En 2022, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se alcanzó un acuerdo que excluyó a León del beneficio del proyecto.

Con el inicio del nuevo gobierno federal y una renovada relación con el estado, se anunciaron inversiones multimillonarias que impactarán directamente a los productores agrícolas del sur de Guanajuato.

Los proyectos hídricos contemplan una inversión de 21 mil 400 millones de pesos, de los cuales 15 mil millones se destinarán a la construcción del acueducto Solís-León y 6 mil 400 millones a la tecnificación del campo. La Federación aportará 12 mil 500 millones (7 mil 500 millones para el acueducto y 5 mil millones para la tecnificación), mientras que el resto correrá a cargo del gobierno del estado y los municipios beneficiados.

Durante su visita a Irapuato el 1 de marzo pasado, Sheinbaum destacó los avances de Guanajuato en materia de modernización agrícola:

“La verdad, en Guanajuato ha sido ejemplar el trabajo que se ha venido haciendo para tecnificar el riego agrícola y llevar el agua a los distintos municipios donde hace falta”, dijo la presidenta, al presentar los proyectos del acueducto Solís-León y del tren de pasajeros que pasará por varios municipios del estado.

En el evento, el director general de Conagua, Efraín Morales López, explicó que se busca recuperar 120 millones de metros cúbicos de agua al año de la presa Solís, mediante la tecnificación del riego agrícola, para distribuirla en los municipios con mayor escasez: León, Irapuato, Celaya, Salamanca y Silao.

Morales subrayó que 76% del agua en México se destina al campo, por lo que modernizar los sistemas de riego representa “la mejor apuesta para garantizar el consumo humano sin afectar la producción”.

A su vez, Agustín Robles, presidente del distrito de riego 011, reconoció la dificultad de alcanzar acuerdos con los 24 mil 700 productores registrados:

“Convencer a los usuarios de riego no fue fácil, pero fue un éxito, todo un éxito. No sólo para el uso doméstico, sino también para el agrícola e industrial”, señaló ante la presidenta Sheinbaum.

Robles afirmó que los productores estaban dispuestos a ceder agua para el consumo humano, siempre que los organismos operadores se comprometieran a invertir en el tratamiento y retorno del agua al campo.

Ante las recientes protestas de agricultores del distrito 011, García Muñoz Ledo ha asegurado que está en abierta a escuchar y disipar las dudas de productores y población en general.

La gobernadora insistió en que el agua proveniente de la presa Solís no se destinará a la industria, sino exclusivamente al abasto doméstico de los municipios del corredor industrial.

Con la tecnificación del campo se podrían generar ahorros de hasta 300 millones de metros cúbicos, y sólo 120 millones están comprometidos para estos cinco municipios, dijo García Muñoz Ledo en su programa semanal Conectado con la gente, que dedicó a hablar de los alcances del proyecto.

“A todas esas personas que hoy dicen no al acueducto, es necesario que sepan, que conozcan el proyecto y resuelvan sus dudas”, añadió.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: CARMEN PIZANO.

Profepa clausura obras en la ribera de la Laguna de Tecocomulco, Hidalgo; no contaban con permiso

La Laguna de Tecocomulco, en Tepeapulco, Hidalgo, está catalogada como “sitio Ramsar” por su importancia ecológica, hidrológica y biológica, y tiene un estatus de protección internacional.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró temporalmente las actividades de relleno y movimiento de material en la ribera de la Laguna de Tecocomulco, en Tepeapulco, Hidalgo, luego de detectar obras realizadas sin autorización en un sitio catalogado como Ramsar.

La medida busca proteger el ecosistema del humedal, que sirve de hábitat para el ajolote (Ambystoma mexicanum) y diversas aves migratorias que encuentran en la zona un punto de descanso y alimentación.

Un “sitio Ramsar” tiene un estatus de protección internacional. Según la Convención Ramsar sobre los Humedales, estos espacios son reconocidos por su importancia ecológica, hidrológica y biológica, y los países que forman parte del tratado se comprometen a conservarlos y a promover su uso sostenible.

La intervención se realizó tras denuncias anónimas sobre obras que invadían parte del embalse. Inspectores de la Profepa confirmaron que alrededor de 585 metros cuadrados habían sido modificados, utilizando material extraído del lecho de la laguna para construir un terraplén o relleno.

De acuerdo con la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y su Reglamento en Materia de Impacto Ambiental, cualquier obra dentro de cuerpos de agua de competencia federal requiere autorización o exención por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Al no contar con el permiso correspondiente, la Profepa aplicó la clausura total temporal, que impide realizar cualquier actividad distinta a la conservación y protección del hábitat.

La Laguna de Tecocomulco, designada en 2003 como sitio Ramsar número 1322, es el último remanente del antiguo sistema lacustre de los lagos de Anáhuac. Con 1,769 hectáreas de extensión, ubicada entre los municipios de Cuautepec, Tepeapulco y Apan, cumple funciones clave como vaso regulador, zona de recarga de acuíferos y refugio de una amplia diversidad biológica.

La Profepa reiteró que mantendrá la vigilancia en la zona para proteger estos ecosistemas de alto valor ambiental y asegurar que todas las actividades cumplan con la normatividad vigente en México.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.

Juez aplica nueva Ley de Amparo y Sedena reanuda construcción en Bacalar

El criterio del juez se basó en la reforma de la Ley de Amparo, que a través de la modificación del interés legítimo busca restringir el acceso a esta figura legal y que dotaba de medidas cautelares a la parte quejosa. El revés es para los niños que demandan un medioambiente sano.

El Juez Primero de Distrito con sede en esta entidad, Darío Alejandro Villa Arnaiz, levantó la suspensión de la construcción de la casa de descanso de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a las orillas de la Laguna de Siete Colores de Bacalar, al fallar en contra del amparo solicitado por niñas y niños de la comunidad, a quienes negó el interés legítimo para luchar por un medioambiente sano y sus derechos socioculturales, pues dijo que no les afecta directamente.

El criterio del juez está basado en la reforma de la Ley de Amparo que fue aprobada el pasado 14 de octubre, y que a través de la modificación del interés legítimo busca restringir el acceso a esta figura legal, que dotaba de medidas cautelares a la parte quejosa.

En este caso el juicio de amparo 313/2025 en un principio permitió el cese de la construcción temporalmente, pero en la audiencia incidental el juez Villa Arnaiz determinó que no había un daño directo a la vida de las niñas y niños.

“El juez no advirtió que las obras estuvieran generando este impacto en el ambiente, al menos de manera indiciaria, y por ende no actualizó tampoco el interés legítimo de la niñez quejosa para reclamar la obra y los actos en la demanda y tampoco para que se le conceda una suspensión definitiva”, dijo a Proceso el abogado Daud Rincón, del Instituto Federal de la Defensoría Pública (IFDP), quien acompaña el proceso judicial de los niños.

En contra de la obra militar había tres suspensiones derivadas de juicios de amparo. Hoy sólo continúa vigente la suspensión definitiva del recurso 241, que fue promovido por ciudadanos de Bacalar.

Otra de las suspensiones que mantenía la obra detenida era el amparo promovido por la organización Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS). Sin embargo, al igual que el de las niñas y niños, el Primer Tribunal Colegiado de Circuito de Quintana Roo desechó la medida cautelar para que continúen las obras.

La construcción de ampliaciones y una residencia del Ejército comenzó en marzo pasado, cuando maquinaria y materiales comenzaron a ser ingresados en el inmueble ubicado a la orilla de la Laguna.

Pobladores y organizaciones ambientalistas realizaron desde ese momento varias protestas y posteriormente recurrieron a los juicios de amparo, con los que se logró frenar temporalmente las obras.

Proceso informó que la Semarnat otorgó a la Sedena la exención para la presentación de estudios de impacto ambiental por las obras, con lo que dicha instancia sacó las manos para determinar los posibles daños a la laguna de Bacalar.

Impactos a la vista

El 30 de octubre se realizó una inspección relacionada con el juicio de amparo, a la que acudió personal de la Sedena, además de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y del gobierno estatal y municipal de Quintana Roo.

Al recorrido también fueron tutores de los menores que se sumaron a la acción legal por la defensa de sus derechos y una persona actuaria de los juzgados.

Se constató que el área fue rellenada metro y medio de altura, que se construyó una alberca al nivel de la laguna y cinco metros de distancia de ésta, es decir, excavaron el área. Además, ya levantaron los cimientos para otras edificaciones.

“Para el juzgador no fue suficiente que se haya señalado y demostrado que las niñas y niños nacieron y habitan en la comunidad de Bacalar. Lo más grave es que el juez determinó que no existía una afectación dentro de la laguna porque las obras no estaban dentro del agua, lo cual es un entendimiento limitado en términos del tema de la afectación ambiental”, explicó el abogado Rincón.

Fueron 12 mamás y dos papás de 23 niñas y niños bacalarenses quienes iniciaron el juicio de amparo 313/2025 con apoyo del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP). Buscaban detener la obra porque los militares empezaron a drenar el agua y modificar el ecosistema lagunar.

Derechos ignorados

Otro de los actos reclamados era la militarización de la zona. Aumentó la presencia de soldados, incluso se establecieron durante meses en una cancha y las personas, particularmente los niños, dejaron de ir a jugar al espacio, por lo que se expuso que fueron afectados en sus derechos socioculturales.

“Lo preocupante no es sólo el tema del entendimiento del interés y el entendimiento tan limitado que va incluso en contra los criterios resueltos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)”, comentó Daud.

Para los papás y mamás que acompañan a sus hijos en la lucha contra la supuesta casa de descanso militar, la reanudación de las obras fue una sorpresa y una tristeza.

“Tristes porque a pesar de las denuncias de todos los bacalarenses, ya iniciaron de nuevo los trabajos. Es una lástima que no se escuche la voz de la ciudadanía en este tema que ha afectado bastante”, comentó a Proceso uno de los papás que se sumó al amparo y que pidió reservar su nombre por temor a represalias.

La casa de descanso militar será de tres niveles, por lo que se cubrirá la vista principal desde el Fuerte de San Felipe, cuya infraestructura, protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), también resentirá los efectos del trabajo de la maquinaria pesada, como ha informado Proceso.

“Creímos que habría alguna otra revisión por parte de un perito y no ocurrió. Sí afecta porque es una de las mejores vistas de Bacalar y los niños no alcanzarán a ver porque la obra subirá nos dijeron que dos o tres niveles”, apuntó.

El sano desarrollo de la niñez es otra de las luchas, ya que se prevé aumente la presencia militar. “El detalle es que usan espacios donde juegan los niños de tarde y eso les causa temor”, agregó.

Ante la determinación judicial que autorizó que se reanuden las obras, el IFDP presentará el recurso de revisión en contra de negar la suspensión definitiva. En tanto, las mamás y papás se organizan para protestar en los próximos días.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: CLAUDIA V. ARRIAGA DURÁN.

Exigen cancelación de la Ciudad de los deportes y otros “proyectos ecocidas” en Tlaxcala

La Asamblea Comunitaria Socioambiental de Tlaxcala exigió a las autoridades que cancelen los proyectos incluidos en el plan de “ciudades” del gobierno de estatal, como la Ciudad de los deportes en el Parque de la Juventud, la Ciudad administrativa o la Ciudad de la cultura y el entretenimiento, por ser complejos sin consulta que despojan del territorio, destruyen los ecosistemas y generan procesos de gentrificación.

“Todos estos proyectos se han realizado de una forma impositiva por parte de quienes gobiernan, atentado contra la democracia, principio elemental de la vida de nuestro país, pues en todos ellos no hubo consulta, no hubo diálogo, no hubo pueblo en su propuesta”, denunció la Asamblea en un comunicado.

Explicó que tan sólo la Ciudad de los Deportes arrasaría con al menos 30 por ciento de las áreas verdes del Parque de la Juventud, donde anidan aves, reptiles, insectos, tlacuaches y cacomixtles, además de árboles “que son más antiguos que quienes hoy intentan imponer un proyecto ecocida”.

La Asamblea recordó que las autoridades no han mostrado la metodología “de la supuesta consulta a 920 ‘jóvenes’” que alegó el gobierno, ni tampoco cómo en su metodología se toma en cuenta la máxima protección de la biodiversidad que habita en el Parque.

Por ello, los integrantes de la Asamblea exigieron la cancelación del proyecto de la Ciudad de los Deportes, así como que en todo proyecto que se realice en la entidad el gobierno aplique el principio Pro natura, es decir el de la máxima protección a la naturaleza y su bioculturalidad, y que se garantice la participación del pueblo desde etapas iniciales del proceso de toma de decisiones.

“De no realizarse así, se atenta contra el cumplimiento de tratados internacionales como el Protocolo de Escazú y contra la democracia misma de nuestra sociedad”, subrayaron.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.

“Fue excluyente e irregular”: ciudadanos denuncian anomalías en la consulta pública para ampliar el Puerto de Manzanillo

Pescadores, salineros, agricultores y habitantes de las comunidades cercanas a la laguna de Cuyutlán no pudieron participar en este proceso informativo que realizó la Semarnat únicamente en línea.

Habitantes de las comunidades cercanas a la Laguna de Cuyutlán denunciaron que el proceso de consulta pública del proyecto “Desarrollo del Puerto Nuevo Manzanillo, en el Vaso II de la Laguna de Cuyutlán, Manzanillo, Colima”, implementado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se realizó sin transparencia, con irregularidades y de manera excluyente, al discriminar y dejar fuera a grupos vulnerables de la población.

El Nuevo Puerto se localizará en el municipio de Manzanillo, Colima, y es promovido por la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) Manzanillo, S.A. de C.V.

Animal Político revisó los detalles del proceso del inicio de consulta pública para el proyecto. En la publicación extraordinaria de la Gaceta Ecológica de la Semarnat del 8 de septiembre de 2025, de conformidad con los artículos 34 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; y el 40 Y 41 de su Reglamento en materia de Evaluación de Impacto Ambiental, se dieron a conocer los periodos, horarios y formatos de consulta.

La consulta pública para este megaproyecto de la ASIPONA Manzanillo comenzó el 1 de septiembre y concluyó el 8 de octubre de 2025. En la gaceta se informó que la modalidad de consulta para señalar observaciones del proyecto sería únicamente en línea y la consulta de la Manifestación de Impacto Ambiental se podría hacer de manera presencial en la Oficina de Representación de la Semarnat en Colima.

El horario de consulta fue de 9:00 a 14:00 horas, es decir, la población afectada solo tuvo seis horas para leerlo, de lunes a viernes, durante el mes en que se abrió el proceso de consulta.

La Oficina de Representación se ubica en la calle Victoria No. 360, colonia Centro, en el municipio de Colima, Colima, es decir a 55 kilómetros del municipio de Armería al centro de la ciudad, aproximadamente, lo que equivale a dos horas de traslado por auto de un punto a otro.

La Manifestación de Impacto Ambiental en modalidad Regional (MIA-R) estuvo a disposición de la población en la Oficina de Representación de la Semarnat Colima del 10 de septiembre al 8 de octubre, según lo que informó la dependencia en la Gaceta Ecológica.

Ante las irregularidades observadas en el proceso de Consulta Pública, comunidades, colectivos y organizaciones denunciaron públicamente que el procedimiento excluyó a miles de personas que, de aprobarse este proyecto, serán directamente afectadas, como pescadores, salineros, agricultores y habitantes de las comunidades cercanas a la Laguna de Cuyutlán.

Comunidades y colectivos señalan preocupación por el Nuevo Puerto

En un comunicado, la coalición Salvemos Cuyutlán acusó que este sector de la población no pudo participar porque el proceso se realizó únicamente en línea, con una plataforma que fallaba constantemente.

Manifestaron también su preocupación y rechazo ante las irregularidades observadas en el proceso de consulta pública de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) sobre la expansión del puerto de Manzanillo.

“Denunciamos que dicha consulta ha sido excluyente, irregular y carente de transparencia, configurando una simulación de participación ciudadana que vulnera los derechos ambientales y sociales de la población de Manzanillo y de las comunidades aledañas a la laguna de Cuyutlán”, dijeron en su comunicado.

Cifras del Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) señalan que en el municipio de Armería, Colima, habitan 27 mil 626 personas, según datos del 2020.

De acuerdo con la plataforma Data México del Gobierno de México, en el municipio de Armería, Colima, 32.2 % de las viviendas tiene acceso a internet. Para hacer uso de este servicio de conectividad sólo el 19.7 % de las viviendas tiene una computadora, mientras que el 87 % cuenta con un celular.

Poca conectividad y fallas en la plataforma

Organizaciones, colectivos y especialistas denunciaron que el proceso de consulta pública fue discriminatorio, irregular y excluyente al llevarse a cabo, únicamente, en línea en la plataforma digital de la Semarnat.

Las comunidades denuncian que el formato impidió la participación de una gran parte de la población que será directamente afectada. Grupos sociales, como personas adultas mayores, pescadores, salineros y agricultores de la región no cuentan, mayoritariamente, con acceso a internet, equipo de cómputo, ni conocimientos técnicos suficientes para registrarse y subir sus comentarios, dejándolos fuera del proceso.

El colectivo Salvemos Cuyutlán afirma que estos sectores sociales que viven de las actividades económicas se verán más impactadas por el proyecto, un acto que consignan como discriminatorio en su derecho al acceso a la información. Señalan que durante la consulta pública de la Semarnat por el Puerto Nuevo Manzanillo, recibieron quejas de las que pudieron comprobar, personalmente, que la plataforma de la Semarnat no funcionó correctamente.

Evidenciaron que en múltiples ocasiones no se les permitió subir comentarios ni registrar observaciones, arrojando mensajes de error que impiden concluir el procedimiento o perdiendo el avance y se debe comenzar de nuevo.

Además, la plataforma limitó el tamaño de los archivos por lo que no fue posible adjuntar todo lo que se requiere, teniendo que comprimir documentos y dificultando más la participación de las personas.

“Esto vulnera el principio básico de una consulta pública efectiva, pues los mecanismos técnicos fallidos imposibilitan la participación ciudadana y la transparencia del proceso.

Aunado a ello, las reuniones de trabajo de los diferentes instrumentos de ordenamiento territorial que se realizan en el estado, como el del municipio de Manzanillo, se han llevado a cabo de manera atropellada y descoordinada; además, realizándose con poca transparencia y traslapándose fechas y sedes e impidiendo que la ciudadanía y las organizaciones puedan asistir o participar de forma informada”, denunció la colectividad de Salvemos Cuyutlán.

Tradición salinera en riesgo por Nuevo Puerto

En el municipio de Armería se encuentra el pueblo de Cuyutlán, un sitio que en junio de 2024 fue candidato para recibir el reconocimiento internacional en la competición Best Tourism Villages de la Organización Mundial del Turismo, de la ONU.

Esta insignia reconoce a las localidades rurales que destacan por su compromiso con el desarrollo sostenible y la preservación de su patrimonio cultural y natural.

La postulación, hace un año, la hizo la Secretaría de Turismo de Colima como un forma de reconocer la historia de la producción de sal en Cuyutlán, la cual se remonta a más de 500 años y es la principal actividad económica del pueblo.

Actualmente, esa tradición y prácticas sostenibles en la producción salinera podría verse afectada si la Semarnat aprueba los impactos de la Manifestación de Impacto Ambiental del proyecto Desarrollo del Puerto Nuevo Manzanillo, en el Vaso II de la Laguna de Cuyutlán, Manzanillo, Colima.

Animal Político señaló en esta nota que en la MIA del proyecto de ampliación al Puerto Manzanillo se identificaron impactos de magnitud alta, como modificación del fondo lagunar, pérdida de cobertura vegetal y transformación del paisaje.

Ante las irregularidades, comunidades y organizaciones denunciaron que ninguna autoridad ha brindado información clara ni se ha hecho responsable de explicar a la sociedad los impactos acumulativos y las consecuencias de esta nueva ampliación del puerto.

“Recordamos que tras la primera expansión portuaria, Manzanillo y sus alrededores enfrentan una crisis ambiental y social severa que no ha sido atendida. Persisten la falta de agua, la carencia de servicios médicos y saneamiento, la contaminación atmosférica y marina, la deficiente gestión de aguas negras y residuos, el colapso vial causado por el tráfico de tráileres, el despojo de recursos naturales, la pérdida de biodiversidad, la inseguridad y la prohibición de acceso a pescadores a la laguna de San Pedrito, entre otras. Ninguna autoridad ha asumido responsabilidades ni ha implementado las medidas de mitigación prometidas en la primera fase de expansión”, manifestaron.

Comunidades denuncian irregularidades

Comunidades, activistas y organizaciones señalaron cuáles son las graves irregularidades que este puerto presenta, y que deben ser revisadas antes de cualquier autorización.

Una de ellas es que, las obras de dragado comenzaron de forma irregular en enero del presente 2025 y que fue anunciado en la página oficial del Gobierno de México el 22 de enero del mismo año.

“Este hecho demuestra que se iniciaron trabajos sin que existiera una autorización en materia de impacto ambiental y mucho menos una consulta pública, lo cual contraviene la legislación vigente. Hasta el momento no hay intervenciones por parte de la Profepa [Procuraduría Federal de Protección al Ambiente])”, señalaron.

Otra de las anomalías que encontraron es la fragmentación artificial del proyecto, es decir, la ASIPONA está tramitando distintas Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) como si se tratara de obras independientes.

Un ejemplo es el proyecto que recientemente se aprobó respecto al muro perimetral del Vaso II de la Laguna de Cuyutlán, que tiene su propia MIA, a pesar de que forma parte integral de la expansión portuaria.

“Esta estrategia busca disfrazar la magnitud real del impacto ambiental acumulado y evadir la evaluación integral del conjunto de obras relacionadas con el puerto. En la reunión pública informativa, los técnicos argumentaron que este manifiesto de impacto ambiental sólo incluía la construcción del puerto, no su operación, dejando fuera la mayoría de los impactos”, advirtieron.

Ante estos y otros señalamientos que hacen activistas y comunidades de Salvemos Cuyutlán, exigen el cese inmediato del proceso de expansión del Puerto de Manzanillo hasta que la sociedad civil cuente con información completa, accesible y verificada, y pueda participar en un proceso de consulta pública presencial, incluyente y transparente.

“Exigimos NO APROBAR este proyecto hasta que no se solucionen los problemas socioambientales del puerto ya existente, hasta que se cuente con la infraestructura y servicios para poder recibir la expansión, hasta que se modifique su diseño a modo que sea realmente sustentable y seguro”, suscribieron.

Finalmente, las comunidades que resultarán afectadas exigen a la Semarnat hacer público el contenido de todas las observaciones y propuestas recibidas a través de su portal como resultado de esta consulta pública.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: VERÓNICA ESPINOSA.

El “paraíso ecológico” de Armenta, enredado en violaciones ambientales

El gobierno de Puebla insiste en construir parques en la Malinche, el Izta-Popo y en el Pico de Orizaba aduciendo que busca el rescate y preservación de esas cimas, así como impulsar la educación, protección y el respeto por el medio ambiente... pero en un área natural protegida.

El gobernador morenista Alejandro Armenta Mier presenta su propuesta de construir un parque dentro del área natural protegida (ANP) de La Montaña Malinche, como un proyecto de preservación y educación ecológica, aunque desde su arranque su administración ha transgredido y desacatado leyes en materia ambiental.

El 4 de junio último el gobierno poblano ingresó ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) un nuevo estudio de impacto ambiental del llamado Ecoparque Tlalli Malinche, en la cual también pide autorización para “rehabilitar” el camino que va de la localidad de San Miguel Canoa al predio donde propone ese recreativo, pese a que esa obra se licitó, contrató e inició varios meses antes, desde principios de este año.

Es decir, solicita permiso para intervenir un área natural protegida, cuando en esa reserva ya se usó maquinaria pesada, se removió vegetación y tierra y hasta se inició la colocación de pavimento, con lo cual violentó disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) y del programa de manejo del Parque Nacional La Montaña Malinche (PNMM).

Por ello, la obra fue clausurada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) desde finales de abril último. El gobierno armentista no respetó la clausura, continuó con los trabajos y negó públicamente que ese camino estuviera dentro de la poligonal del Parque Nacional.

Armenta Mier, quien se autodefine como un “amante de la naturaleza” y suele encabezar campañas de donación de arbolitos, ha insistido en que su plan de construir parques en la Malinche, el Izta-Popo y en el Pico de Orizaba busca el rescate y preservación de esas cimas, así como impulsar la educación, protección y el respeto por el medio ambiente.

“Estamos cumpliendo todos los requisitos. Nosotros no violentamos la ley, nos apegamos al derecho y somos estrictamente respetuosos de las normas ambientales y de la aplicación del uso del suelo”, defendió el mandatario al insistir, además, en que sus propuestas se ciñen a la “bioética social y al humanismo”.

En el primero de esos tres proyectos, ubicado en la Malinche, lanzó la licitación OP- SPFA-LPE-2025-005 cuando apenas habían transcurrido 45 días del sexenio y firmó un contrato con la empresa Toscana Universal Construcciones y Acabados para cimentar, por 69.8 millones de pesos, un camino de 9.7 kilómetros hacia el predio del pretendido parque, aunque hasta la fecha éste no ha sido autorizado por la Semarnat.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 28 de la revista Proceso, correspondiente a octubre de 2025

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GABRIELA HERNÁNDEZ.

Marina se resiste a sentencia de la Corte; impulsa con Sheinbaum nuevas obras para ampliar el puerto de Veracruz

En marzo de 2022, la Corte resolvió un amparo en revisión que interpusieron ciudadanos de Veracruz y organizaciones de la sociedad civil; dejó sin efecto las autorizaciones ambientales que Semarnat otorgó desde 2004 para las obras de ampliación

El Sistema Arrecifal Veracruzano está nuevamente en riesgo. La Secretaría de Marina (Semar) busca hacer efectiva la ampliación del puerto de Veracruz pese a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió en 2022 que las autorizaciones otorgadas en 2004 por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), son anticonstitucionales y ponen en riesgo al arrecife La Gallera.

La resolución de la Corte protege al sistema arrecifal que no fue tomado en cuenta en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que presentaron la Administración Portuaria Integral del Puerto de Veracruz y la consultora Argo Consultores Ambientales S.A. de C.V., bajo el nombre del proyecto “Ampliación del Puerto de Veracruz en la Zona Norte”.


En la conferencia matutina del 23 de julio, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, secretario de Marina, informaron que en septiembre iniciarían los trabajos de construcción de la escollera sur, con una longitud de más de 3 kilómetros, actualmente en proceso de licitación.

Ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil, como Territorios para la Vida (Terra Vida), la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) y Earth Justice, advirtieron que el Gobierno de México insiste en poner en riesgo los ecosistemas costeros y marinos del Golfo de México al avanzar con la ampliación del puerto de Veracruz, repitiendo el modelo de hace poco más de dos décadas, fragmentando de nuevo la evaluación ambiental del proyecto.

Terra Vida advirtió que el anuncio del secretario de Marina implica poner nuevamente en riesgo ecosistemas frágiles, como los arrecifes del Sistema Arrecifal Veracruzano, particularmente el arrecife La Gallega.

También se verían afectados ecosistemas terrestres, manglares y en general la biodiversidad marina; asimismo, preocupa la falta de información sobre los sitios de extracción de piedra para las obras y el eventual uso de áreas naturales protegidas como bancos de materiales.

La Semar y el Gobierno de México planean ampliar seis puertos para contar con un Sistema Portuario Nacional al término de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

La inversión pública será de 55 mil 179 millones de pesos y la privada de 241 mil 51 mdp. El puerto de Veracruz tendrá una inversión pública de 10 mil 202 millones de pesos y privada de 10 mil 443 millones de pesos para 13 construcciones diferentes contempladas en el proyecto.

Dos décadas después de un juicio de amparo

La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) proviene de la demanda que interpusieron ciudadanas veracruzanas al promover un juicio de amparo, argumentando contar con un interés legítimo colectivo. Reclamaron que se vulneró su derecho humano a un medio ambiente sano.

La violación a ese derecho ocurrió cuando las autoridades responsables no evaluaron el proyecto de ampliación del Puerto de Veracruz conforme a la mejor información científica disponible, ni verificaron si lo dicho por la Administración Portuaria Integral del Puerto de Veracruz en diversas manifestaciones de impacto ambiental era suficiente, veraz y completo.

Cuando las autoridades responsables omiten aplicar el estándar más alto de protección del derecho humano al que se refieren, incumplen con su obligación de conservar el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano.

Francisco Xavier Martínez Esponda, fundador de la organización Territorios Diversos para la Vida y defensor de la naturaleza y los derechos humanos, señaló que la ampliación del puerto de Veracruz es una batalla muy antigua.

“Empezamos un litigio en contra de la ampliación en 2016. Ese litigio se presentó por dos razones que tienen que ver con la violación al medio ambiente sano. La primera violación a este derecho fundamental es porque el proyecto fue dividido en varios pedazos que presentaron a la autoridad ambiental”, recordó en entrevista con Animal Político.

Cada parte fue presentada como un proyecto a la autoridad ambiental, mismo que así evaluaron. De esta manera, se obtuvieron, aproximadamente, entre 14 y 16 diseños diferentes, como un libramiento ferroviario, un libramiento vehicular, la zona logística, entre otros planes que la autoridad paraestatal fue presentando desde 2014.

“Hay autorizaciones de 2004 a 2016 que estuvieron haciendo esta labor de fragmentación. Eso es una violación artera al derecho humano a un medio ambiente sano porque una de las formas en que se garantiza ese derecho es vía la Evaluación de Impacto Ambiental. [Esto] hace que puedas medir el riesgo y que la autoridad ambiental pueda tomar una mejor decisión de si el proyecto es viable o no, pero para eso necesita tener todas las partes”, añadió el defensor.

Martínez Esponda también enfatizó en que la autoridad ambiental, en este caso la Semarnat, debe tener todas las partes de un megaproyecto para saber cómo interactúa con otros proyectos y obras que haya en lo que denomina el Sistema Ambiental Regional.


“No es cualquier cosa y es una práctica en el mundo de la Evaluación de Impacto Ambiental, el fragmentar los proyectos. Desde que soy abogado, esto pasa”, enfatizó.

La segunda razón por la que desde Territorios para la Vida iniciaron este litigio se debe a que para evaluar los impactos que traerá un megaproyecto se debe hacer uso de la mejor ciencia disponible y hacer un trabajo serio y profundo.

“Eso, los promoventes de los proyectos saben que es riesgoso porque poner toda la información hace que se invisibilicen los proyectos y sean evaluados como debe de ser y por tanto, tengan mayores razones para no ser aprobados”, explicó.

“Omiten” la presencia de un arrecife sumergido

En el caso del puerto de Veracruz, abogados y especialistas en biodiversidad y vida marina pudieron probar que en la Manifestación de Impacto Ambiental denominada “Ampliación del Puerto de Veracruz en la Zona Norte” omitieron incluir un arrecife sumergido que está en la boca del nuevo puerto, a 18 metros de profundidad.

“Lo bautizamos como La Loma. Y justo se levantaba una pregunta importante que es: ¿Si el estudio ambiental fue hecho con seriedad y a conciencia, cómo es posible que se les haya perdido un arrecife por donde, además, van a pasar los barcos? Entonces, eso no era creíble. Ese litigio terminó en 2022 en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia y nos dieron la razón”, agregó el abogado.

La Corte determinó en su momento que eran inconstitucionales las autorizaciones que la Semarnat había otorgado, a través de su Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental y de su delegación federal en Veracruz, para ejecutar el proyecto de ampliación portuario.

La resolución se debe a que las dependencias evaluaron el proyecto de manera fragmentada, y sin utilizar la mejor ciencia disponible, vulnerando así el derecho humano a un ambiente sano de las y los veracruzanos.

En consecuencia, señaló Terra Vida, la Corte ordenó realizar una nueva evaluación ambiental integral considerando la totalidad del proyecto y de sus impactos sobre arrecifes y humedales en la zona de influencia.

La organización resaltó que la fragmentación de la evaluación ambiental es una estrategia que violenta el derecho a un ambiente sano ya que impide conocer los verdaderos impactos acumulados del proyecto portuario y, con ello, el riesgo ambiental que conlleva.

La falta de información y, por tanto, de evaluación ambiental de los sitios de donde se extraerá la roca representan un nuevo incumplimiento de la sentencia.

Ante dichas omisiones defensores y defensoras en Veracruz, junto con Terra Vida, llaman a la administración de Claudia Sheinbaum Pardo y a la Semar a detener las obras y actividades de ampliación del puerto de Veracruz hasta que se realice una evaluación de impacto ambiental holística, integral e independiente conforme a lo ordenado por la Corte.

“Solo así se podrá garantizar la protección de los arrecifes, la biodiversidad, los ecosistemas marinos y terrestres y el futuro ambiental de Veracruz”, subrayan.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: VERÓNICA ESPINOSA.

Cierra Semarnat consulta pública sobre megaproyecto Puerta al Mar; activistas piden que niegue permiso a Sedena

Defensores del medio ambiente que participaron en la consulta pública de Semarnat insisten en que se debe negar a la Sedena la autorización para que construya el megaproyecto turístico Puerta al Mar en Quintana Roo.

Defensores del medio ambiente que participaron en la consulta pública sobre el megaproyecto turístico Puerta al Mar piden a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que niegue a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) la autorización para construir en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an.

Este martes 7 de octubre terminó la consulta pública del megaproyecto que la Sedena construye en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, Quintana Roo, a lo largo de la ruta del Tren Maya.

Durante un mes cualquier persona tuvo la posibilidad de enviar, a través del portal de la Semarnat, observaciones, sugerencias o propuestas alrededor de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto que tiene un costo estimado en 175 mil millones de pesos y que está en construcción desde agosto de 2023, a pesar de no contar con los permisos ambientales.

Las obras consisten en la ampliación y pavimentación de una brecha de terracería de 54.6 kilómetros conocida como “camino antiguo a Vigía Chico”, que une el poblado de Felipe Carrillo Puerto con el Mar Caribe, cruzando los humedales de Sian Ka’an. El megaproyecto contempla también otras infraestructuras, como un restaurante, un estacionamiento con locales comerciales, senderos peatonales y un muelle con mirador. Además, donde hay manglares el Ejército creará una playa artificial de 6 mil metros cuadrados con camastros, palapas y un restaurante.

Qué es un proceso de consulta pública

La Semarnat tendrá que leer y analizar las observaciones que recibió durante el proceso de consulta pública del proyecto que oficialmente se llama “Camino artesanal Puerta al Mar”, y tomarlas en cuenta al decidir si otorga o niega el permiso para construir la obra.

La dependencia tiene también la facultad de convocar una reunión pública informativa, donde la Sedena tendría que exponer los aspectos técnicos ambientales de la obra y sus posibles impactos, además de las medidas de prevención y mitigación que serían implementadas.

Piden que se niegue el permiso a Sedena

“Nosotras estamos solicitando a Semarnat que niegue a Sedena la autorización por incumplimiento de la ley ambiental, siendo que el proyecto se empezó a construir antes de conseguir los permisos ambientales y ya se han destruido manglares”, dice una abogada integrante de Territorios Diversos para la Vida (Terravida), una de las organizaciones que participaron en la consulta pública de la Puerta al Mar.

También, agrega, solicitamos que se clausuren las obras en caso de que estén en operación y se impongan las sanciones correspondientes. Terravida señaló a Semarnat que la MIA reconoce que el Ejército desarrolla actividades que el Plan de Manejo de Sian Ka’an prohíbe, como impulsar el turismo y construir obras dentro del área natural protegida. “La MIA reconoce la fragmentación del hábitat que el proyecto conlleva, que tiene un impacto en la conectividad de las especies”, dice la abogada.

La organización observó que no se toman en cuenta los impactos cumulativos de esta obra con otras construidas en el área, como el Tren Maya, y destacó que no se contemplan las afectaciones que pueden padecer comunidades que no se encuentran en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, como Punta Allen, localizada frente a la Puerta al Mar, del otro lado de la Bahía de la Ascensión.

Afectaciones al territorio simbólico

Las observaciones que llegaron a Semarnat no tienen que ver sólo con los impactos ambientales de la Puerta al Mar. “Participamos en el proceso de consulta pública señalando un elemento más cultural y tiene que ver con las afectaciones al territorio simbólico. Para nosotros los pueblos mayas, el camino antiguo a Vigía Chico tiene espíritu: están los yumtsilo’ob, que son los guardianes de la selva y tienen memoria”, dice Ángel Sulub Santos, del Centro Comunitario U kúuchil k Ch’i’ibalo’on de Felipe Carrillo Puerto. Recuerda que este camino tiene mucha importancia en la memoria de la población local, que lo recuperó de los soldados mandados a reprimir la población maya durante la Guerra de Castas.

“Mandamos a Semarnat una observación también sobre la justificación que tiene el proyecto, siendo que la MIA afirma que es una exigencia histórica de la gente local, de los mayas, pero en realidad una parte de la población no lo quiere”, dice Sulub Santos.

De acuerdo con él, los puestos de trabajo que el gobierno promete son un espejismo que no compensa los daños generados por el megaproyecto: “son empleos con una fragilidad alta. Lo estamos viendo ahora en Tulum, donde la falta de turistas impacta fuertemente a la economía de los trabajadores locales”, afirma.

Piden reunión para establecer medidas de protección para la Selva Maya

Desde que el camino viejo a Vigía Chico ha sido ampliado y pavimentado, los carros pasan a toda velocidad y ya se reportan atropellamientos de animales.

Carlos Samayoa, coordinador de la campaña “México al grito de selva” de Greenpeace México, recuerda que una carretera que irrumpe en un ecosistema trae varios impactos y no sólo ambientales, pues existen otros relacionados con la especulación inmobiliaria que puede traer en el futuro.

“Ya hicimos una alerta a las autoridades federales y estamos en espera de un diálogo con la Semarnat y otras dependencias para hablar de las medidas de protección para la selva, que está en riesgo a causa de proyectos como el Tren Maya o la Puerta al Mar”, dice Carlos Samayoa. “La complejidad en torno de la selva es altísima y hay que abordar el tema desde una perspectiva compleja. Por eso estamos buscando que sea una mesa de trabajo multisectorial e intersecretarial, para blindar a la selva de cualquier amenaza. Se nos prometió este diálogo y esperamos tener pronto fechas concretas”.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ORSETTA BELLANI.