Juan Cano Torres fue Secretario de Seguridad Pública y jefe de la “hermandad policiaca”, periodo en el que se desató una ola de secuestros, tráfico de drogas y migrantes, extorsión y asesinatos.
En el Gobierno priista de Manuel Andrade Díaz nació el grupo delincuencial la “hermandad policiaca”, bajo el mando del Secretario de Seguridad Pública, Juan Cano Torres, embrión de “La Barredora” que fundó el prófugo Hernández Bermúdez Requena, quien, en ese Gobierno fue Subsecretario de Protección Civil, Previsión y Readaptación Social, dependencia encargada de manejar los reclusorios y cárceles de Tabasco.
En el año 2000, el Tribunal Electoral Federal del Poder Judicial (TEPJF) anuló la elección de Andrade por fraude, operado por su coordinador de campaña, compadre y secretario general del PRI-Tabasco, Adán Augusto López Hernández.
El Gobernador Roberto Madrazo impuso al Diputado federal, Enrique Priego Oropeza, como Gobernador interino para convocar a nuevas elecciones en 2001 que, mediante otro fraude, ganó Manuel Andrade por segunda vez al abanderado perredista, César Raúl Ojeda Zubieta.
Durante todo su quinquenio (2002-2006), Juan Cano Torres fue Secretario de Seguridad Pública y jefe de la “hermandad policiaca”, periodo en el que se desató una ola de secuestros, tráfico de drogas y migrantes, extorsión y asesinatos.
En marzo de 2007 —tres meses después de concluir el quinquenio de Andrade— Cano Torres fue detenido como uno de los implicados en el atentado en contra del General y nuevo secretario de Seguridad Pública, Francisco Fernández Solís, designado por el entrante Gobernador, el químico Andrés Granier Melo.
La mañana del 6 de marzo, el militar fue atacado por un grupo de sicarios cuando salía del hotel Calinda Viva, de Villahermosa.
Al General sólo se le incrustaron esquirlas en un ojo y salvó la vida, pero murió su chofer José de la Luz Pérez Mayo y resultó herido Leobardo Eugenio Acosta Gutiérrez, auxiliar del jefe policiaco.
Los pistoleros dispararon 106 proyectiles de metralletas AR-15 y de armas calibre nueve milímetros, que impactaron en la camioneta Suburban color vino del General.
Dos semanas después, Cano Torres fue capturado en el municipio de Centla, cuando participaba en un acto oficial de transferencia de servicios del Gobierno del estado a los municipios, cargo que le inventó el “Químico” Granier para protegerlo.
Cano Torres fue arrestado con cuatro más de sus cercanos colaboradores en Seguridad Pública, operadores de la “hermandad policiaca”, bajo cargos de enriquecimiento ilícito, delincuencia organizada e instigación a homicidio calificado.
A todos les incautaron ranchos, casas y vehículos, productos de robos, extorsiones, secuestros y tráfico de drogas.
Las investigaciones revelaron que la presencia del General Fernández Solís al frente de Seguridad Pública no gustó a la "hermandad policiaca", pues pretendían seguir controlando la corporación.
Un mes después del arresto, el entonces Procurador de Justicia de Granier Melo, Gustavo Rosario Torres, denunció que la “hermandad policiaca” quería perpetuarse en Seguridad Pública para seguir brindando protección a grupos delictivos.
En septiembre 2017, ya como Secretario de Gobierno de Arturo Núñez, Gustavo Rosario acusó al exgobernador Manuel Andrade de abrir las puertas de Tabasco al grupo criminal Los Zetas.
Denunció que, además, dio escoltas a un delincuente que asesinaron y durante sus cinco años de gobierno no “vio” a Los Zetas.
El funcionario acudió a un noticiero radiofónico para rechazar las “insinuaciones gravísimas” de Andrade Díaz, entonces Diputado local del PRI, de que el Gobierno de Arturo Núñez habría ordenado “silenciar” al empresario Jerry Barceló, asesinado el 1 de septiembre.
“Él le abrió las puertas a Los Zetas, él le dio escoltas de la Procuraduría del Estado a uno de los delincuentes que luego mataron”, acusó.
AUTOR: ARMANDO GUZMÁN.
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