La inyección de recursos prevista para Pemex alcanzará a cubrir entre el 7% y el 10% de su deuda total de 100 mil millones de dólares.
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Hacienda, anunció una operación financiera para “fortalecer la posición de liquidez” de Pemex con recursos por hasta 10 mil millones de dólares, en medio de la crítica situación financiera de la petrolera estatal. Aunque Hacienda asegura que esta operación “no constituye una garantía” para Pemex, expertos advierten que, en la práctica, es deuda respaldada por el gobierno federal, que podría terminar siendo pagada con recursos públicos si Pemex no logra cubrir los compromisos.
Sin embargo, la inyección prevista apenas cubre entre el 7% y el 10% de la deuda total de Pemex, valorada en 100 mil millones de dólares, y será, en el mejor de los casos, la mitad de los 20 mil millones adeudados a proveedores al 31 de marzo de 2025.
En esencia, la petrolera mexicana sigue dependiendo del apoyo del Gobierno de México para su operación.
“Nuestra expectativa sigue siendo que la empresa afronte un déficit de fuentes de efectivo con respecto a sus necesidades de efectivo durante los próximos 12 meses y que su estructura de capital continuará estando altamente apalancada, con un índice de deuda a EBITDA esperado muy por encima de 5.0x en 2025. Por lo tanto, en nuestra opinión, sigue dependiendo del apoyo soberano”, mencionó la calificadora S&P en un comunicado.
¿Cómo será el nuevo apoyo a Pemex?
La operación consiste en la emisión de instrumentos financieros llamados “Notas Pre-Capitalizadas” (P-Caps), a través de un fondo intermediario, que atraerá recursos del mercado para destinarlos a Pemex.
De esta manera, la deuda no aparecerá de forma directa en el balance del gobierno, aunque en caso de incumplimiento por parte de Pemex, el Estado mexicano se compromete a cubrir los pagos a los inversionistas.
“Es un mecanismo financiero que permite que el registro de la deuda no entre directamente al balance nacional. Se crea un intermediario [Eagle Funding (EFL I)] y ese intermediario es el que registra la deuda. Va a salir al mercado, va a recoger dinero y ese dinero es del mercado, se lo debe este nuevo instrumento al mercado o se lo va a deber … y para que los inversionistas en los mercados financieros digan ‘sí, yo estoy dispuesto a meter dinero ahí’ hay una garantía del gobierno”, destaca en entrevista Rosanety Barrios, consultora Independiente en política y regulación energéticas.
“Eso es lo que realmente van a ver los mercados, no le están prestando a Pemex, no le están prestando este fondo o es decir sí, pero este fondo tiene la garantía del gobierno … Si en 2030 Pemex no consigue pagar los 10 mil millones de dólares que representan esta operación, el gobierno federal los va a pagar”.
En este esquema EFL I emite P-Caps a inversionistas, quienes invierten en activos de México, con el compromiso de que éste los devolverá. Pemex recibe los activos como un préstamo y si México no cumple con su compromiso en 2030, se emitirán notas de deuda para garantizar el pago.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que este esquema busca cubrir los vencimientos de deuda e intereses que Pemex debe pagar este año, asegurando que este tipo de apoyo “se ha hecho en otras ocasiones”.
Sin embargo, Pemex mantiene deudas con proveedores que superan los 20 mil millones de dólares, mientras que sus vencimientos de deuda entre 2025 y 2026 suman cerca de 13 mil millones de dólares.
“El problema es monstruosamente grande … Esto que se anuncia hoy es una aspirina. 10 mil millones de dólares es un montón de dinero, pero solamente te ayuda a cubrir una coyuntura, no es ni de broma, ni por accidente la solución estructural”, señala Barrios.
La consultora enfatiza que el respaldo del gobierno a Pemex es inevitable para evitar un incumplimiento de pagos, pero advierte que mientras la petrolera no sea capaz de generar recursos suficientes y continúe sin un plan de negocios efectivo, su rescate seguirá presionando las finanzas públicas del país.
“Si es para pagarle a los proveedores en balance, aparece que les deben 20 mil, el doble … y entre los vencimientos entre este año y el que sigue son de más o 13 mil millones de dólares … Tiene que escoger, no le alcanza para todo, o le paga a proveedores o paga sus vencimientos de deuda … Esto no es ni por asomo una solución. Es tantito oxígeno, tantito”, dice Barrios.
Apoyos del gobierno federal
Desde 2018, el gobierno federal ha intervenido de forma recurrente para auxiliar a Pemex en el pago de sus vencimientos de deuda, con el objetivo de evitar incumplimientos y proteger su calificación crediticia, considerada clave para las finanzas públicas del país.
En 2019, la administración de Andrés Manuel López Obrador inyectó 5 mil millones de dólares a Pemex para refinanciar parte de su deuda y mejorar su liquidez, además de reducir la carga fiscal mediante la disminución del Derecho de Utilidad Compartida.
En 2020, gracias a una aportación patrimonial de 5 mil millones de dólares realizada por el Gobierno de México, Pemex logró en 2020 recomprar bonos en circulación con vencimientos entre enero de 2020 y septiembre de 2023 por un monto total de 5 mil 005 millones de dólares.
De acuerdo con Pemex, en 2021 el gobierno federal ayudó en la amortización de su deuda mediante una aportación de 10 mil 150 millones de dólares, lo que les permitió tener un desendeudamiento neto de 70 mil millones de pesos (3,500 millones de dólares), de una obligación de pago de 763 mil millones (38,150 millones de dólares).
Para 2022, el gobierno anunció que aportaría hasta 3,500 millones de dólares para reducir la deuda de Pemex y mejorar el perfil de vencimientos y en 2023, la Secretaría de Hacienda realizó pagos de aproximadamente 4 mil millones de dólares en amortizaciones de Pemex.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, entre enero de 2019 y marzo de 2025, Pemex recibió de parte del Gobierno federal 1.46 billones de pesos de apoyos (73 mil millones de dólares): 1.08 billones de pesos (73.5%) por concepto de aportaciones patrimoniales o de capital, 326.0 mil millones de pesos –mmdp– (22.3%) por concepto de estímulos fiscales y 61.7 mmdp (4.2%) por otros conceptos.
Por otra parte, como te contamos en esta nota la producción petrolera de Pemex se mantiene por debajo de 1.4 millones de barriles diarios de crudo y con una tendencia a la baja. Según datos oficiales, ni siquiera sumando la producción de condensados y la refinería Deer Park en Texas se logra cubrir la demanda interna de gasolina y diésel, lo que obliga a México a seguir importando grandes volúmenes de combustibles.
Por otra parte, un informe anual de la Agencia Internacional de Energía (AIE) proyecta que México tendrá la mayor caída en producción de crudo a nivel mundial entre 2025 y 2030, con una caída estimada del 35%, lo que llevaría la producción a apenas 1.29 millones de barriles diarios para 2030. Esto implica que, a pesar de los esfuerzos por ampliar la capacidad de refinación, México podría convertirse en importador neto de crudo para entonces.
Esta menor producción no solo impactará en la autosuficiencia energética del país, sino que también se traducirá en una disminución de los ingresos para Pemex y para las finanzas públicas, lo que podría complicar aún más su situación financiera.
Entre enero y marzo de 2025, Pemex reportó una pérdida de 43 mil millones de pesos, esto luego de que en 2024 Pemex registrara una pérdida neta de (-)620.6 mil millones de pesos, la mayor pérdida de la empresa en una década.
Al 31 de marzo de 2025 el saldo de la deuda fue de 101 mil millones de dólares, un 21.3% mayor al reportado un año antes. Además, la deuda de corto plazo de Pemex creció 39.5% entre el 31 de marzo de 2024 y la misma fecha de corte de 2025 mientras que la deuda de largo plazo de la petrolera se incrementó 15.6% en el mismo lapso.
“Pemex es una empresa que pierde tanto dinero que ya no puede hacerse cargo de sus obligaciones … Hubo que disminuir la carga fiscal a niveles brutalmente bajos. De manera neta ya sus aportaciones al erario son prácticamente cero. Durante el sexenio pasado, hubo que pagar directamente nosotros con nuestros impuestos, le pagamos los vencimientos de su deuda porque la empresa dejó de tener acceso al crédito, al mercado de deuda”, dice Barrios.
Hoy Pemex tiene “prácticamente cero” posibilidades de pagar esa deuda en 2030, afirma Barrios. “¿De qué depende que Pemex pudiera pagar en 2030?, se pregunta. “De un nuevo plan de negocios que la presidenta dice que va a presentar … se incluyan decisiones que acaben con las pérdidas de Pemex”, señala la especialista.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO (EL SABUESO)
AUTOR: FRASUA ESQUERRA.
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