Además del despido, la investigadora denunció 'trato indigno a los docentes' y 'la anulación sistemática del derecho a la antigüedad laboral'.
La escritora, investigadora y docente Irmgard Emmelhainz denunció en sus redes sociales haber sido despedida injustificadamente de la universidad Centro, luego proyectar documentales que mostraban la perspectiva del pueblo palestino frente al conflicto y la ocupación de Israel.
Ante su salida, señaló que cada vez hay menos libertad de cátedra y tolerancia en la institución privada, ubicada en la Ciudad de México.
“En mi experiencia, actualmente hay dos temas tabú en Centro: el genocidio del pueblo palestino y la educación en la perspectiva de género. Por eso, hago un llamado a la comunidad académica de Centro a defender la libertad de expresión y la libertad de cátedra, y a hacer conciencia de que a raíz de la pandemia, ha disminuido la tolerancia y se ha enrarecido el ambiente en los salones de clases”, dice el comunicado de la académica.
Tras más de diez años impartiendo clases en el programa de cine documental de Centro, fue informada por el Comité de cine que —tras una “modificación del plan de trabajo”— la universidad no tenía horas para ofrecerle.
El despido tendría como antecedente directo un comunicado institucional del 4 de junio, que exigía a los estudiantes “no interrumpir las actividades del campus” y respetar las opiniones de los demás, “especialmente en Medio Oriente”. El comunicado surgió luego de que integrantes de la comunidad estudiantil pegaran calcomanías pro‑palestinas en el campus, retiradas inmediatamente.
Dos semanas después de ese comunicado, Emmelhainz fue convocada por el Comité para informarle que no contaría con horas para el próximo semestre, sellando su despido.
De la libertad de cátedra al despido
Emmelhainz detalla en su comunicado que entró a trabajar en Centro en enero de 2014 y ya desde su segundo semestre como profesora un alumno suyo se quejó por mostrar documentales que reflejaban la perspectiva palestina.
“Sin embargo, el entonces director de la carrera defendió mi libertad de cátedra“, dice la investigadora.
“Parte del corpus de mi materia de cine documental incluyó las películas de Jean-Luc Godard sobre la cuestión palestina, a veces mostraba Ruta 181 de Michel Khelife y Eyal Sivan, o Los hijos de Arna de Juliano Merkhamis. A raíz del incidente de 2014, cada vez que presenté este material, avisaba que mostraría películas desde el punto de vista palestino y expresaba mi apertura a que si alguien estaba en desacuerdo o tenía una postura distinta 1. O se ausentara durante esa sesión, 2. Presentara material y la otra versión del conflicto para expresar sus puntos de vista (sólo esa vez, el alumno quejoso me tomó la palabra)”.
En contraste con el actuar reciente denunciado por Irmgard, en 2019 Centro promovió el libro de su entonces docente, El cielo está incompleto: Cuaderno de viaje en Palestina, en el cual narra su experiencia viviendo itinerariamente en territorio palestino por 8 años.
Irmgard también relata que a lo largo de los años se formó una red de estudiantes judíos propalestinos interesados en saber más sobre la historia de este pueblo.
Sin embargo, desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, tres estudiantes se quejaron ante el Comité de Centro acusando a la profesora de antisemitismo y de “woke”.
“El último semestre antes de que me corrieran, tuve dos alumnxs judíos en mi clase, uno no tuvo problemas con mi material de clases, y la otra se quejó de mí con el Comité. Accedió a presentar material desde su perspectiva en la clase, pero finalmente no lo hizo. En la evaluación que les pido a mis estudiantes al final de cada semestre, la alumna me acusó directamente de antisemitismo“, narra la investigadora.
“Le pedí consejo a un miembro del Comité de cómo contestarle. Preocupada, quise haber escrito algo así como ‘Siento no haber logrado crear un espacio seguro para que expresaras tu punto de vista’. La colega me contestó: ‘No le contestes nada’. En retrospectiva, debí de haber intuido en la reticencia de la colega en tratar de resarcir el diálogo con la alumna como una señal de lo que vendría. Dos semana después, me corrieron”, añade.
Finalmente, Irmgard Emmelhainz expone que a raíz de la pandemia la tolerancia en Centro ha disminuido y el ambiente en los salones de clase se ha “enrarecido”. Acusa al Comité de la universidad de haber fracasado en su labor de “resolver conflictos más allá de complacer a estudiantes quejosos sin investigar a fondo y sin establecer procesos de resarcimiento y diálogos efectivos”.
“A esto se suma un trato indigno a los docentes que ejercemos nuestro trabajo en la precariedad absoluta y en la anulación sistemática del derecho a la antigüedad laboral en violación a la ley del trabajo”, cierra el comunicado.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
No hay comentarios: