El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) compartió, el 4 de julio de 2025, evidencias sobre el caso de Rafael Caro Quintero, alias “El Príncipe” -cofundador del Cártel de Guadalajara, el primero que hubo en México, junto a Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Padrino” o “El Jefe de Jefes”, y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”-, como grabaciones y fotografías de asesinatos.
En una carta firmada por el fiscal Joseph Nucella, se informó a la defensa legal del narcotraficante sinaloense, el contenido de los documentos a los cuales denominaron como “material de descubrimiento sensible”.
En el escrito se señaló que entre las evidencias había grabaciones sobre el interrogatorio y tortura del del agente especial de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena Salazar. Además, habría fotografías de múltiples homicidios llevados a cabo en 1985 y un asesinato ocurrido en 1981.
El juez Frederic Block, de la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, fijó para el 18 de septiembre de 2025, la audiencia en la que Caro Quintero conocería los nuevos avances de la Fiscalía de EE. UU. para pedir o no que fuera susceptible de aplicársele la pena de muerte.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó, el 17 de marzo de 2025, se le aplicaría “todo el peso de la ley” a Caro Quintero, quien, según datos del Buró Federal de Prisiones de EE. UU. (BOP, por sus siglas en inglés), se encontraba recluido en el Centro Correccional Metropolitano, Nueva York (MCC New York, por sus siglas en inglés), con el número de registro 12303-016, ello después de ser enviado por el Gobierno mexicano a Estados Unidos, por supuestas causas de seguridad nacional.
“Han estado buscando a esta persona por años y lo conseguimos. Este malvado asesino será procesado con todo el peso de la ley”, dijo el magnate neoyorquino, durante una conferencia de prensa, llevada a cabo en el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés).
Asimismo, Trump se refirió al agente especial de la Administración Antidrogas de EE. UU. (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena, quien fue presuntamente secuestrado, torturado y posteriormente asesinado, en 1985, por órdenes del capo sinaloense Caro Quintero.
“México entregó recientemente a los 29 líderes más grandes de los cárteles, incluido el depravado capo acusado del asesinato del agente de la DEA, Kiki Camarena”, afirmó el magnate neoyorquino.
La Fiscal General de Estados Unidos, Pamela Jo Bondi, y el Fiscal General Adjunto en funciones, Emil Bove, mantuvieron, el 28 de febrero de 2025, una “poderosa y emotiva” llamada telefónica con el Juez Enrique Camarena, hijo del agente especial de la DEA.
“En 1985, el Agente Especial Camarena fue secuestrado, torturado y asesinado. Su presunto asesino, Rafael Caro Quintaro, estaba entre los 29 acusados buscados que fueron puestos bajo custodia en los Estados Unidos ayer, quienes ahora enfrentarán un proceso judicial bajo la ley estadounidense”, recordó el DOJ, en un comunicado.
“El presidente Trump y yo estamos comprometidos a responsabilizar a todos los miembros de los cárteles por sus crímenes y a brindar justicia a las familias de todas y cada una de las víctimas”, dijo la procuradora general Pamela Bondi. “Fue un verdadero honor hablar con el juez Camarena para expresarle mis más sinceras condolencias por la pérdida de su padre y asegurarle que seremos incansables en nuestra búsqueda de justicia en este caso”, agregó Bondi, citada en el comunicado.
“Hoy es un día que hemos esperado durante mucho tiempo. Cuarenta largos años de espera, de preguntas y de esperanzas de que finalmente se haga justicia. Después de cuatro décadas, la persona responsable de arrebatarnos a nuestra querida Kiki ha sido traída a los Estados Unidos para responder por lo que hizo”, indicó, por su parte, la familia Camarena, también citada en el comunicado.
“No hay palabras para describir por completo el dolor que hemos soportado: el asiento vacío en la mesa, los cumpleaños y las fiestas sin él. La vida que nos robaron, no solo a él, sino a todos los que lo amábamos. Hemos vivido con esta pérdida todos los días”, agregó la familia del agente especial de la DEA.
“Durante 14.631 días, mantuvimos la esperanza: la esperanza de que este momento llegaría, la esperanza de que viviríamos para ver la rendición de cuentas. Y ahora, esa esperanza finalmente se ha convertido en realidad. Si bien ninguna cantidad de tiempo puede borrar el dolor ni recuperar lo que perdimos, hoy marca un paso hacia la justicia”, abundó la familia de “Kiki” Camarena.
“Queremos agradecer a la DEA, a las agencias policiales, a los investigadores y a los funcionarios, tanto en Estados Unidos como en el extranjero, que nunca se rindieron. Queremos agradecer al presidente Trump por usar el peso de este país para lograr lo que pensábamos que nunca ocurriría. Gracias a todos los que han trabajado en este caso durante 40 años. No los conocemos a todos, pero sepan que tienen el más profundo agradecimiento y aprecio de nuestra familia”, insistió la familia del agente especial de la DEA.
“A quienes nos han apoyado, celebrado la Semana del Lazo Rojo con nosotros y nos han acompañado en los momentos más oscuros (nuestra extensa familia, amigos e incluso desconocidos que han compartido nuestro dolor), les estaremos eternamente agradecidos”, finalizó la familia de “Kiki” Camarena.
“En un gesto simbólico, el juez Enrique ‘Kiki’ Camarena Jr. entregó las esposas de su padre al exagente de la DEA Steve Paris, integrante de la ‘Operación Leyenda’, quien las llevó a Nueva York para colocárselas a Caro Quintero durante su comparecencia ante la corte mañana, cerrando así un ciclo de dolor, recuerdo y justicia”, informó, el mismo día, Illicit Investigations, que se describen a sí mismos como “periodistas de investigación galardonados que cubren el crimen organizado en YouTube”.
El 25 de junio de 2025, la Fiscalía de la Corte Federal para el Distrito Este anunció que recuperó grabaciones de audio sobre el interrogatorio y la tortura a “Kiki” Camarena y que serían utilizadas como “pruebas sensibles” en el caso contra Caro Quintero.
“Hemos revisado registros en los que quedó grabada la manera de proceder [de Caro Quintero], fotografías, autopsias, el tráfico de marihuana, cocaína y fentanilo. También tenemos grabaciones de audio con el interrogatorio y tortura hace cuarenta años a Enrique Camarena”, dijo la fiscal Saritha Komatireddy, citada en un comunicado.
Tras un conflicto de intereses con su otrora abogado, Michael Vitaliano, el equipo legal de Caro Quintero estaría compuesto ahora por el letrado Mark DeMarco y Elizabeth Macedonio, esta última elegida como representante especial para defender al capo sinaloense de la posible pena de muerte.
A finales de marzo de 2025, el juez Bloc fijó un plazo de 90 días para que la Fiscalía de EE. UU. aclarara si pensaba pedir la pena capital para Caro Quintero, a quien definieron entonces como “malvado asesino”.
El 25 de junio de 2025, la Fiscalía de EE. UU. comunicó que ello era una posibilidad que “sigue sobre la mesa”, pero que el Departamento de Justicia de Estados Unidos necesitaba “más tiempo” para hacer progresos al respecto.
Familiares de Camarena Salazar presentaron, el 19 de marzo de 2025, una demanda civil, en la Corte Federal de San Diego, California, contra Caro Quintero, Félix Gallardo y Fonseca Carrillo, para exigir pago de daños y perjuicios a los tres capos sinaloenses, a los que acusan de “actos de terrorismo” por el secuestro, tortura y ejecución del del agente especial de la DEA, en 1985.
Los afectados -entre ellos nueve parientes de Camarena, incluidos su viuda y tres hijos-, demandaron a Caro Quintero, Félix Gallardo y Fonseca Carrillo, bajo reglas de la Ley Antiterrorismo de 1992, que permitía a cualquier estadounidense afectado por este tipo de actos, demandar a los extranjeros supuestamente responsables de dicho delito.
Sin embargo, los demandantes no especificaron el monto de su reclamo, que quedaría a decisión del jurado, pero pidieron pago por daños compensatorios, daños punitivos, y un concepto conocido como “treble damages”, previsto en la Ley Antiterrorismo, por el cual la Corte Federal debería triplicar la cantidad que determinara el jurado.
“Como integrantes de una organización criminal de narcotráfico especialmente designada, y de una organización terrorista extranjera, los demandados causaron las lesiones y muerte aquí descritas, y son responsables por los actos criminales, incluidos actos de terrorismo internacional, conspiración para cometer actos de terrorismo internacional, y participación en una empresa criminal continua con fines de terrorismo”, señalaron los afectados en la demanda.
Según lo reportó el diario Reforma, la mayor parte del escrito era una narración de la vida de Enrique Camarena, su carrera en el Cuerpo de Marines y sus años como policía local en Calexico, California, antes de unirse a la DEA y ser transferido a Guadalajara, Jalisco.
También detalló el secuestro de Camarena y el piloto aviador de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, perpetrado en febrero de 1985, como reacción de Caro Quintero ante vuelos de reconocimiento que llevaron a un decomiso masivo de mariguana en el rancho Búfalo, ubicado Chihuahua, en noviembre de 1984.
Además, se alegó el sufrimiento de su esposa, Mika, quien se quedó esperando a Camarena en un restaurante en Guadalajara el día que fue secuestrado, y luego tuvo que quedar con sus hijos bajo vigilancia permanente del Gobierno de EE. UU., antes de regresar a San Diego.
“Kiki” Camarena y el piloto aviador de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, fueron secuestrados por un grupo de hombres armados el 7 de febrero de 1985, en Jalisco. Un mes después sus cuerpos fueron hallados en un rancho del estado de Michoacán, con señales de tortura.
“Antes de que pudiera exponer las operaciones de narcotráfico, fue secuestrado en ruta a almorzar con su esposa el 7 de febrero de 1985 en Guadalajara, Jalisco. Supuestamente, las órdenes directas del secuestro fueron dadas por Caro Quintero”, indicó el Gobierno de EE. UU., en abril de 2018.
“Camarena fue rodeado por cinco hombres armados que lo arrojaron dentro de un automóvil y se lo llevaron. Se cree que Camarena murió a los dos o tres días de su secuestro, pero su cuerpo no fue encontrado sino hasta el 5 de marzo de 1985. Sobreviven al agente especial Camarena su esposa y sus tres hijos”, abundó el Gobierno estadounidense.
AUTOR: CARLOS ÁLVAREZ ACEVEDO.
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