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Estado mexicano miente a CEDAW. Mujeres son encarceladas por abortar en 2025

«En México no hay ni una sola mujer detenida por haber practicado un aborto» declaró Citlalli Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres, durante el 91° periodo de sesiones de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW por sus siglas en ingles), pero su declaración contradice información documentada por diversas organizaciones civiles quienes han denunciado casos de criminalización y encarcelamiento de mujeres por abortar en distintas entidades del país.

El día de ayer concluyó la comparecencia que sostuvo el Estado mexicano ante CEDAW, en la cual, una delegación de funcionarias acudieron a Ginebra en Suiza para rendir cuentas sobre el avance y cumplimiento de sus obligaciones internacionales en materia de igualdad de género y de nueva cuenta, además de evadir los cuestionamientos, negaron problemáticas que violentan a las mujeres, niñas y adolescentes en el país, como el encarcelamiento de mujeres por aborto, una realidad ampliamente expuesta por defensoras con cifras y casos específicos.

Durante la segunda audiencia de comparecencia del Estado mexicano ante la CEDAW, la relatora española Ana Peláez Narváez cuestionó la detención de mujeres por abortar con sentencias bajo figuras como homicidio o infanticidio y preguntó a la delegación mexicana cómo piensan abordar estos retos para armonizar su legislación con los estándares internacionales.

En respuesta, la titular de la Semujeres evadió la respuesta hasta que la relatora Patsilí Toledo Vázquez hizo hincapié en una pregunta complementaria para que el Estado mexicano respondiera. Fue entonces que Citlalli Hernández atajó la inexistencia de mujeres detenidas por practicarse un aborto.

Actualmente, en México ya son 23 entidades federativas en las que está despenalizado el aborto hasta las 12 semanas de gestación y a pesar del avance de las mujeres, persiste el número de muertes maternas relacionadas con abortos inseguros, el cual ya alcanzó el 11.3%, según el informe semanal de la Secretaría de Salud y además persiste la criminalización contra mujeres.

No perdamos de foco que en el 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México, dictaminó la inconstitucionalidad de criminalizarlo a nivel federal.

Datos de la organización Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) publicados en su informe «Maternidad o castigo. Hacia la despenalización del aborto en México» muestran que de enero de 2012 a diciembre de 2022 hubo 2 mil 169 denuncias por el delito de aborto (680 mujeres), así como 2 mil 456 averiguaciones previas y carpetas de investigación (258 mujeres) reportadas por procuradurías o fiscalías.

En el mismo periodo se encontraron 14 mujeres en prisión preventiva por el delito de aborto. Asimismo, en 412 ocasiones se ejerció la acción penal por abortar (145 de las veces fueron mujeres) y se emitieron 142 sentencias (32 dirigidas a mujeres). Dichos datos fueron obtenidos a través de solicitudes de información a las 32 entidades de la república mexicana.

La titular de la Semujeres también trajo a colación la existencia de la Ley de Amnistía para liberar a las mujeres en prisión acusadas por abortar. No obstante, el informe sombra «Informe al Comité CEDAW ante la Décima Evaluación al Estado mexicano» del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidios (OCNF) y de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos (RED TDT) denunció que esta ley no ha sido eficaz, pues solo una solicitud ha sido procedente desde su implementación y 9 han sido rechazadas.

Pese a que la delegación celebró ante la CEDAW la despenalización del aborto en 23 entidades del país, la realidad es que persisten diversos problemas para llevarla a cabo. En primera instancia, el delito de aborto continúa estando tipificado a nivel federal ya que no se han eliminado los artículos 329° al 334° que establecen la ilegalidad de «la madre que voluntariamente procure su aborto o consienta en que otro la haga abortar», entren otras disposiciones.

Esto ha provocado no solo que en 8 entidades el aborto siga siendo un delito, sino la existencia de 218 carpetas de investigación por aborto, incluidas entidades donde el procedimiento ya fue despenalizado. Además, persiste la práctica de denuncias por parte de personal de salud, lo que refuerza la criminalización de quienes deciden abortar.

La criminalización del aborto por el personal de salud

Garantizar el acceso seguro al aborto es una medida de salud pública fundamental para las mujeres, ya que permite su autonomía y dignidad. Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil, colectivas feministas y personas defensoras de derechos humanos reportan que persisten barreras para acceder a este servicio incluso en entidades donde ya está despenalizado.

De acuerdo con la organización GIRE, entre 2012 y 2023 atendieron 46 casos de criminalización de mujeres y acompañaron 27 de ellos. El rango de edad de las mujeres estuvo entre los 15 y los 42 años y los casos ocurrieron en once entidades (Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Durango, Estado de México, Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Yucatán).

De los 27 casos acompañados, en ninguno se criminalizó al personal de salud y, en varios de ellos, fue ese personal adscrito a los hospitales el que denunció o dio aviso al personal de seguridad pública o a las fiscalías o procuradurías locales. La mayoría de estos casos concluyeron porque se solicitó el cierre por falta de actividad procesal por parte de las fiscalías o por no acreditarse los elementos del delito.
«El fenómeno de la criminalización por parte del personal de salud tiene consecuencias graves. La percepción de que las personas que decidieron abortar han cometido un delito solo las somete a escrutinio y las coloca bajo sospecha, sino que pone en riesgo la calidad de la atención médica que reciben. Al privilegiar los temas legales, la participación y las actividades del personal ministerial antes, durante y después de la atención médica, se puede afectar la recuperación de las personas investigadas» -Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) en «Maternidad o castigo. Hacia la despenalización del aborto en México»
No obstante, las barreras para acceder al aborto por parte de las instituciones de salud, así como su criminalización por el personal terminan por vulnerar los derechos humanos de las mujeres, representando uno de los mayores obstáculos para que el aborto sea aceptado socialmente como un servicio de salud.

Los obstáculos

Según señala GIRE, esta criminalización contra mujeres, además de representar una violación a los derechos humanos también ha generado incremento en las carpetas de investigación por el delito de aborto en casos como cuando una mujer aborta fuera del límite de las 12 semanas de gestación incluso cuando es involuntario.

Otra barrera para las mujeres persiste en varias entidades del país donde aún no se ha despenalizado hasta las 12 semanas de gestación, pese a la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en 2021. Actualmente, los estados de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Jalisco, Hidalgo, Michoacán, Hidalgo, Estado de México, Ciudad de México, Guerrero, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Hidalgo, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, ya despenalizaron el aborto hasta las 12 semanas.

Por otro lado, 8 entidades mantienen vigente la penalización de la Interrupción del Embarazo (ILE): Durango, Guanajuato, Morelos, Nuevo León, Querétaro, Sonora, Tamaulipas y Tlaxcala, y se tiene el caso extraordinario de Aguascalientes donde el aborto sólo está permitido hasta las 6 semanas de gestación. Esta disparidad territorial refleja un acceso desigual al derecho, y aunque la legalidad no reduce la práctica del aborto, su criminalización obliga a muchas mujeres a interrumpir su embarazo en condiciones clandestinas, vulnerando sus derechos humanos e incluso su vida.

A eso se añade la objeción de conciencia, ya que permite que personal médico se niegue a practicar abortos por motivos religiosos o morales. Aunque las leyes mexicanas establecen que los servicios de salud deben garantizar personal disponible que no objete, en la práctica esto no siempre se cumple. También hay una grave falta de capacitación técnica y ética en el personal médico, lo cual es fundamental para ofrecer una atención segura, profesional y basada en derechos humanos. Esta carencia limita la calidad del servicio y dificulta el acceso oportuno al procedimiento.

La falta de infraestructura adecuada es otra barrera importante, especialmente en hospitales públicos ubicados en zonas rurales o marginadas, donde no existen los insumos básicos, medicamentos o espacios físicos apropiados para realizar abortos. La centralización de clínicas especializadas en capitales estatales deja en desventaja a las mujeres que viven en comunidades alejadas o indígenas, pues implica un esfuerzo económico, logístico y emocional adicional. A esto se suman los trámites burocráticos arbitrarios e ilegales que muchos centros de salud exigen, como permisos notariales, autorizaciones familiares, valoraciones médicas o psicológicas innecesarias, e incluso periodos obligatorios de “reflexión”, todos los cuales constituyen formas de violencia institucional.

Por otro lado, las barreras socioculturales también juegan un papel fundamental. El estigma social alrededor del aborto genera culpa, vergüenza y discriminación hacia las mujeres que deciden interrumpir su embarazo. La desinformación sobre salud sexual y reproductiva, y en particular sobre la seguridad del aborto, contribuye a que muchas mujeres no conozcan sus derechos ni las opciones médicas seguras disponibles. Finalmente, los factores económicos limitan el acceso a anticonceptivos, medicamentos como el misoprostol o la mifepristona, o servicios clínicos adecuados, dejando fuera a las mujeres con menos recursos.

A esto se añade los impedimentos de instituciones para abortar en casos de violencia sexual, desobedeciendo la NOM-46. Esta institución ha establecido una norma interna que impone requisitos adicionales —como ultrasonidos, opiniones jurídicas o testigos— que obstaculizan el acceso al procedimiento. Este conflicto refleja una serie de barreras institucionales que persisten incluso en estados donde el aborto ya fue despenalizado.

Debido a estos factores que han sido denunciados en reiteradas ocasiones por la marea verde, no se puede invisibilizar la criminalización de las mujeres que abortan, siendo este uno de sus derechos sexuales y reproductivos. Por ello, el Estado mexicano no puede negar que aún existan mujeres encarceladas o procesadas penalmente por interrumpir su embarazo.

FUENTE: CIMAC NOTICIAS.
AUTOR: WENDY RAYÓN GARAY.

Rocío recupera a su hija de 14 años, después de 18 meses separadas por ayudarla a abortar

La adolescente tenía 13 años cuando se enteró que estaba embarazada, no quería ser madre, así que acudió con su mamá para ir al médico, ella terminó en un centro para menores desamparados, donde fue violentada sexualmente, y su madre acusada de tentativa de feminicidio, entre otros delitos.

Durante un año y medio, Rocío estuvo luchando para recuperar a su hija Mariela, de 14 años. En noviembre de 2023, la adolescente quedó bajo la tutela del Estado, luego de someterse a un aborto, pues acusaron a su madre de tentativa de feminicidio, aborto y hechos posiblemente delictuosos.

Tras un amparo resuelto a su favor, Mariela está de nuevo en casa con Rocío, pues le fue entregada por orden judicial el miércoles 21 del presente.

En un primer momento, Mariela fue enviada al Centro de Atención Integral al Menor Desamparado (CAIMEDE) y posteriormente, a Casa Otoch, en donde el viernes 16 de mayo fue agredida sexualmente por dos de sus compañeros. 

“Quiero que me la devuelvan y me dijeron que no, que porque tienen protocolos (pero) mi hija está expuesta a que le pase cualquier cosa. Uno de los chicos que la tocó se supone que saldría ya porque tiene 18 años, pero no se ha ido. Ellas reconocieron que él es un muchacho que no respeta”, declaró en entrevista el martes 20, mientras esperaba la resolución del amparo. 

Rocío apoyó la decisión de su hija Mariela de abortar cuando le pidió ayuda. La adolescente tenía 13 años cuando se enteró que estaba embarazada, no quería ser madre, así que acudió con su mamá para ir al médico. 

En noviembre de 2024, Rocío y Mariela acudieron juntas a una consulta con el doctor de una farmacia. Adquirieron misoprostol y siguieron las instrucciones médicas.  

Tres días después la menor tuvo dolor y sangrado intenso. Se asustó. Su madre estaba trabajando, así que le pidió ayuda a su abuela, quien la llevó a urgencias a la Unidad Médica Familiar del IMSS No. 58.

Mariela fue enviada al hospital de la T1 del IMSS en Mérida; fue ahí cuando un doctor, al ver llegar a Rocío, le advirtió que la policía iría a buscarla.

“Mi hija tenía apenas un mes y unos días de embarazo, por eso es que decidimos hacerlo. Yo había leído y sabía que ya no era un delito en el país”, relató, al referirse al fallo de la Corte que declaró inconstitucional penalizar a las mujeres que deciden interrumpir su embarazo, resolución emitida a principios de septiembre de 2023. 

A pesar de ello, a Rocío le abrieron dos carpetas de investigación en la Fiscalía General del Estado (FGE) por tentativa de feminicidio, que ya fue cerrada y otra más, la UNATD 709/2023, por aborto y hechos posiblemente delictuosos.

Mariela estuvo ocho días en el hospital y un día antes de su alta médica, citaron a su mamá en la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes del estado (Prodennay). Declaró sobre lo que ocurrió con su hija y al día siguiente que fue por ella, le dijeron que no podía llevársela.

La lucha por Mariela

En Yucatán se legalizó el aborto en abril de 2025, las mujeres y personas gestantes pueden interrumpir el embarazo durante las primeras 12 semanas.

Rocío y Mariela no están solas. Un equipo de asesores legales, que trabajan para defender a las mujeres y personas gestantes de la criminalización de sus derechos sexuales y reproductivos, las acompañan.

Mariela no sólo fue separada de su mamá en una condición de vulnerabilidad. Los primeros seis meses tenían prohibidas las visitas. Con apoyo de la abogada en derecho Amelia Ojeda Sosa, interpuso cuatro amparos –todos resultaron a favor de ambas– para poder verla.

Fue hasta el cuarto, el 596/2024, que se resolvió en el Juzgado Primero de Distrito en Mérida, Yucatán, que la Prodennay no tuvo más opción que permitir las visitas entre Mariela y su mamá Rocío. 

“Presentaron un recurso de queja en contra la admisión del amparo y todos los recursos los perdieron porque no hay una argumentación válida para eso. La suspensión provisional que se concedió para que la señora pueda ver a su hija la cumplieron porque les iban a imponer multas por no cumplir con la suspensión definitiva que fue dictada por el juez de distrito”, explicó Ojeda. 

A partir de la agresión que vivió Mariela, en la que dos compañeros de Casa Otoch la agredieron sexualmente en los pasillos del Centro de Asistencia Social (CAS), Rocío se reunió con el personal de la Prodennay este lunes, pero se rehúsan a regresarle a su hija.

La asesora legal de Rocío explicó que contra ella no hay delito que perseguir e incluso, la carpeta por tentativa de feminicidio ya fue cerrada y en la de hechos posiblemente delictuosos no hay actos de investigación. 

Aun así, la Prodennay le pidió a Mariela que se desista del amparo.

“Lo que argumentan es que tiene que desistirse porque hay una orden de autoridad judicial que dice que todo debe mantenerse en ese estado y eso es una interpretación errónea de la orden del juez. El amparo puede resolverse de dos formas: con la sentencia dictada sobre el juez o el sobreseimiento para que no haya razón de ser sobre el amparo, ¿y cuál sería la forma de que se resuelva? que restituyan a su hija, de esa manera le informan al juez de distrito que ya no habría material sobre la cual juzgar, se sobreseería”, apuntó Amelia. 

“Si nos querían castigar, ya nos castigaron mucho. Desde hace más de un año está mi hija lejos, solo pido que me la devuelvan porque también ahora tengo miedo por su integridad”, lamentó Mariela. 

Del caso de Mariela y Rocío se solicitó al DIF Yucatán conocer su postura sobre el tema, hasta antes de la publicación no hubo respuesta. 

El 21 de mayo, Amelia Ojeda y un equipo de personas abogadas, ganaron una lucha contra la criminalización por aborto en el estado. Madre e hija ya están juntas en casa.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: CLAUDIA V. ARRIAGA DURÁN.

Panista presenta iniciativa para crear Ley de los Derechos de la Persona no Nacida

La propuesta que promovió América Rangel, también contempla el derecho de las personas “no nacidas” a ser gestados en un entorno libre de actos abusivos de poder u omisión intencional, dirigidos a dominar, someter, controlar, patrimonial, económica y sexual a la mujer gestante.

La diputada panista América Rangel, presentó una iniciativa para crear la Ley de los Derechos de la Persona no Nacida, con la que busca que el reconocimiento de los derechos de los nonatos sea progresivo, acorde con el transcurso del tiempo en el que se encuentre durante el proceso de gestación.

Esmeralda, de 14 años, fue violada, sufrió un aborto espontáneo y la Fiscalía la acusa de homicidio

“Yo creo que no se debe criminalizar, menos a una niña de 14 años”, afirmó Sheinbaum al ser cuestionada tras la acusación de la Fiscalía de Querétaro.

La Fiscalía de Querétaro acusó de homicidio calificado a Esmeralda, de 14 años, quien sufrió un aborto espontaneo producto de una violación, informó la organización Adax Digitales.

La Fiscalía pide tres años de cárcel para la menor de edad, además de 518 mil pesos de reparación del daño para quién tenga “calidad jurídica” que en este caso sería el presunto agresor, de quién se acreditó la paternidad con una prueba.

Las denuncias por aborto aumentan, pese a avance de la marea verde en México

En el país persiste una intención de castigo y criminalización en estados con y sin despenalización del aborto; aunque una proporción de estas denuncias podrían no tener consecuencias reales gracias a las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

A pesar de que en los últimos cuatro años 11 estados han logrado avanzar en la despenalización del aborto –y recientemente la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó eliminar el delito también del Código Penal Federal–, las denuncias presentadas ante ministerios públicos persisten e incluso han ido en aumento en algunos estados, con y sin despenalización.

Por ejemplo, en Ciudad de México, la primera entidad donde el aborto fue despenalizado hasta las 12 semanas de gestación, en 2007, las carpetas de investigación abiertas por el delito, de acuerdo con las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), pasaron de 110 en 2018 a 192 en 2022, mientras que hasta agosto de 2023 ya sumaban 131. 

El PRI propone en el Edomex proteger la vida desde la concepción, una medida inconstitucional

En la plataforma electoral presentada por la coalición Va por el Estado de México, PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza proponen tutelar la vida desde la concepción; la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha reiterado la inconstitucionalidad de esa medida.

La coalición encabezada por el PRI para la gubernatura del Estado de México propone “tutelar la vida desde la concepción”, aun cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha declarado inconstitucional ese planteamiento porque vulnera los derechos de las mujeres. 

En la plataforma electoral presentada ante el Instituto Electoral mexiquense (IEEM) por la coalición Va por el Estado de México, en el capítulo enfocado a Igualdad de Género, Desarrollo Social e Inclusión, PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza proponen expedir una ley de maternidad que tutele el derecho a la vida desde su concepción.

Aurelia García, joven indígena de Guerrero, enfrenta al Estado por un aborto involuntario

Aurelia tiene 23 años y lleva tres años en prisión preventiva en un centro penitenciario de Iguala por el delito de homicidio en razón de parentesco.

En 2019, cuando Aurelia García Cruceño tenía 20 años, fue agredida de manera sexual por un hombre de su pueblo, Xochicalco, ubicado en la zona nahua del municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero, y quedó embarazada. Su agresor era la autoridad comunitaria de su pueblo, a quien, por muchas razones, le era difícil señalar.

Primero, por miedo a represalias en su contra y, después, por temor a que sus familiares no entendieran la situación. En su comunidad es mal visto que una mujer tenga vida sexual o se embarace antes del matrimonio.

ONG's ganan amparo contra la criminalización del aborto en Puebla

“Esperamos que el Congreso de Puebla reforme su legislación y que las autoridades de salud garanticen los servicios de aborto para todas la mujeres y personas con capacidad de gestar”, puntualizan.

Las organizaciones GIRE, CAFIS y Odesyr informaron que la justicia federal les concedió un amparo en contra de la regulación del delito de aborto en Puebla.  

En un comunicado, las ONG´s informaron que un juez de distrito determinó que los artículos del Código Penal de Puebla que regulan el aborto autoprocurado y consentido son violatorios a los derechos humanos como libre desarrollo de la personalidad, autonomía reproductiva, salud, igualdad, no discriminación y a no sufrir violencia, que corresponden a toda persona con capacidad de gestar.