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» » » “A mi casa le tiraron 100 balazos”: madres buscadoras son desplazadas por quienes desaparecieron a sus hijos

Madres buscadoras relatan que tuvieron que abandonar sus hogares por las amenazas de los mismos criminales que desaparecieron a sus familiares, recoge informe de Amnistía Internacional.

“Mi casa fue balaceada, fueron 100 balazos. Estaba con mis hijas, fue espantoso. Nos tiramos al piso y nos tuvimos que salir de la casa. Estoy espantada, no es fácil superar esto. A partir de que pasa esta situación ya no eres libre. Se pierde absolutamente todo, la paz, la tranquilidad, el sueño”. 

Este es un testimonio de una madre buscadora que recoge el informe ‘Desaparecer otra vez: violencias y afectaciones que enfrentan las madres buscadoras en México’, que publica este martes Amnistía Internacional, y para el que encuestó y entrevistó a más de 600 mujeres que buscan a sus seres queridos. 

En esta investigación, la organización internacional de derechos humanos destaca que realizar las labores de búsqueda que debería emprender el Estado mexicano se está convirtiendo, cada vez más, en una actividad de alto riesgo; especialmente para las mujeres, y especialmente a partir de 2022, cuando se batió el récord de asesinatos de personas que buscan, con 6 casos, todas mujeres. En total, desde 2014 y hasta junio de este año, suman 16 homicidios de personas buscadoras de las que 11 son madres, dos hermanas, dos esposas y una activista.

Además de la violencia homicida del crimen, y de las amenazas, ataques y extorsiones, el informe de Amnistía documenta que las madres buscadoras también están siendo víctimas de desplazamiento forzado por parte de los mismos criminales que desaparecieron a sus seres queridos. 

En este punto, Amnistía refiere que hasta 180 buscadoras entrevistadas, el 27 %, dijeron que tuvieron que salir de su casa y cambiar de domicilio por las amenazas; 158 (24 %) tuvieron que mudarse a otro lugar dentro de su misma entidad; y 193 (19 %) se mudaron a otro estado. 

“La experiencia del desplazamiento en las mujeres buscadoras varía mucho. Se desplazan en ocasiones con sus familias y en otras deciden hacerlo solas, viviendo lejos de sus seres queridos para buscar protegerles”, señala el informe, que agrega que, adicionalmente, el desplazamiento también puede ser una medida de seguridad utilizada por los mecanismos de protección y las fiscalías, tanto a nivel federal como estatal.


“Si me quedaba, no viviría para contarlo”: buscadora

“Tuve que salir del pueblo porque estuve minutos antes con una compañera que fue asesinada. Empezaron las amenazas: si me quedaba no iba a vivir para contarlo. Tuve que irme por mis propios medios, así que salí con lo que tenía puesto. No le dije a nadie”, señala otro testimonio documentado en el informe. 

Las madres buscadoras entrevistadas refirieron varios “efectos nocivos” producto del desplazamiento, como la pérdida de sus trabajos y dificultades para encontrar otros, complicaciones para acceder a otra vivienda, y complicaciones para acceder a servicios de salud o de educación para niños y niñas, principalmente por la falta de documentos oficiales. 

También señalaron que sufrieron un deterioro importante de la salud física y mental, y sufrieron estigmatización por haber tenido que dejar su lugar de origen. Asimismo, refirieron haber perdido a sus redes de apoyo. 

“Realmente vamos a coincidir todas en que cuando llegas a otro lugar te cambia la vida por completo porque dejas todo. Te quedas sola, dejas tus raíces, tu fuente de empleo, dejas a tus redes de apoyo. Estamos en un entorno desconocido donde nos callan, nos señalan”, apuntó otra madre buscadora en el informe.

Amnistía Internacional señala que cuando el desplazamiento se da como una medida de reubicación por parte de los mecanismos de protección o las fiscalías, las buscadoras indicaron que sufren una falta de apoyo integral en las medidas que le otorgan. 

En este punto, las mujeres dijeron que esas medidas se centran básicamente en brindarles un lugar seguro para ellas y sus familias, “pero no hacen derivaciones con otras autoridades que puedan brindar otro tipo de apoyos para minimizar los efectos nocivos del desplazamiento”. 

Asimismo, las mujeres alertaron sobre una falta de sensibilización por parte de los y las servidoras públicas, y una falta de enfoque de género y de infancias “que hacen la experiencia del desplazamiento mucho más compleja”. 

“Los niños son señalados en las escuelas por tener familiares desaparecidos, peor aún en el desplazamiento. La escuela para ellos es muy tediosa y complicada. Desgraciadamente, no se habla del apoyo que necesitan. Yo también me he enfrentado a cuestionamientos y señalamientos”, comentó una mujer que dio su testimonio.

El informe refiere que, además de estos efectos nocivos en las mujeres buscadoras, el desplazamiento forzado también genera afectaciones en las labores de búsqueda de los seres queridos desaparecidos. 

En primer lugar, en los casos de reubicación como medida de seguridad, los mecanismos de protección les prohíben hacer búsquedas en sus estados por no contar con la posibilidad de garantizarles protección durante las mismas. 

Y, en segundo lugar, el desplazamiento complica la participación en las búsquedas debido a la falta de redes de apoyo y los roles de cuidado de otros hijos e hijas que no pueden dejar solos.

“Nuestras casas parecen farmacias”: buscadoras afectadas en su salud

Por otra parte, la investigación de Amnistía Internacional advierte que la salud mental de las madres buscadoras está en serio riesgo.

Por ejemplo, el 73 % de las 600 encuestadas reportaron que padecen depresión, estrés, problemas de nervios, ansiedad, tristeza, apatía, sentimientos de culpa, e incluso, algunas de ellas admitieron haber tenido pensamientos suicidas o intentos de suicidio. 

Adicionalmente, las mujeres reportaron cambios en el sueño (72 %), cambios en el peso (subidas y bajadas), temblores, y problemas de memoria. 

“Nuestras casas parecen farmacias. Compramos miles de cosas porque nuestro cerebro no da. La mayoría somos codependientes para poder dormir”, refirieron las mujeres entrevistadas.


Otra afectación a la salud que mencionaron 89 mujeres entrevistadas, el 13 %, fue el consumo problemático de sustancias luego de la desaparición. 

“Si bien los impactos negativos en la salud tras la desaparición de un ser querido son notables, éstas no suelen ser una prioridad para muchas mujeres buscadoras, quienes prefieren dedicar tiempo y recursos a lo más importante para ellas, que es encontrar a su ser querido”, apuntó el informe.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.

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