AUTOR: GEORGINA HOWARD.
Tras el quiebre de Mexicana, cientos de jubilados fueron privados de recibir su pensión. Rafael Ortiz es uno de esos empleados que tras años de laborar en la empresa aún se mantiene en la lucha por recuperar un derecho que, por ley, le corresponde.
Tras 28 años de trabajo como sobrecargo de Mexicana, Rafael Ortiz gozaba de su primer año de jubilación cuando recibió una noticia que cambiaría su vida por completo.
La aerolínea que llevaba operando desde 1921 dejaría de volar.
Sus sueños se vinieron abajo, junto con sus ingresos. Comenzó la angustia de buscar trabajo.
Rafael, como muchos otros empleados de la línea aérea, -activos o jubilados- fueron afectados directamente por el intempestivo cierre de la empresa, tras ser adquirida por Gastón Azcárraga.