AUTOR: EPIGMENIO IBARRA.
Apenas cumplidos los primeros seis meses de gobierno las cifras demuestran no solo el fracaso rotundo de un hombre, Enrique Peña Nieto, sino, sobre todo, el de un régimen incapaz de generar paz, riqueza, bienestar, desarrollo para la mayoría de los mexicanos. De un régimen que solo es capaz de enriquecer a quienes lo dirigen y lo sirven, a sus cómplices y a los poderes transnacionales a los que, todos ellos, se someten.
Atrás ha dejado la realidad al discurso propagandístico del “México exitoso y competitivo” que machaconamente se repite, por todos los medios, desde el año pasado. El cambio no llegó. Menos el progreso. La guerra que nos ha desangrado continúa, pero ahora rodeada por un ominoso silencio. La estridencia “bélico-patriotera” de Felipe Calderón ha sido sustituida por la estridencia “motivacional” de Peña Nieto. Ruido, solo ruido el de ambos, pagado con nuestros impuestos, para cubrir los tristes datos que la realidad arroja.