Por los votos de cinco consejeros electorales, entre ellos el presidente del instituto, Leonardo Valdéz, eximieron una multa al PRI de aproximadamente 75 millones de pesos; sin embargo, los recursos empleados en monederos se sumarán a los gastos de campaña.
Por 5 votos contra 4, el Instituto Federal Electoral “perdonó” al PRI por la utilización de tarjetas de prepago en la pasada campaña presidencial, aunque pidió que lo que se gastó en ellas (más de 50 millones de pesos) se sume a los gastos de campaña de ese partido.
La Unidad de Fiscalización del órgano electoral confirmó que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) gastó 66 millones 326 mil 300 pesos en la distribución de tarjetas en la pasada elección presidencial, que repartió “entre sus coordinadores, enlaces distritales y los enlaces estatales y representantes generales”.
En la investigación de la Unidad de Fiscalización del órgano electoral se detalla: el 1 de marzo de 2012, el Partido Revolucionario Institucional celebró con la empresa Alkino, Servicios y Calidad, S.A. de C.V. un contrato para adquirir dichas tarjetas.