AUTOR: RODRIGO VILLEGAS.
El Estado de México fue escenario el martes de lo que pudo ser un episodio más de descontento social llevado al extremo. Seis policías estuvieron a punto de ser linchados.
La indignación de la ciudadanía ante negligencias policiacas, abuso de poder y colusiones con la delincuencia le han dado a la zona metropolitana de la Ciudad de México un historial de linchamientos -completados o fallidos- que pareciera ser parte ya de la rutina diaria.
Entidades como Michoacán, Guerrero, Oaxaca e Hidalgo también han sido escenarios de ejecuciones cometidas por comunidades que deciden juzgar y condenar por su cuenta.
El martes, una mujer fue secuestrada en San Luis Ayucan, municipio de Jilotzingo, en el Estado de México.
Más tarde, pobladores de ese municipio retuvieron a varios policías, bajo el argumento de que cuando acudieron a denunciar el plagio de la mujer no les hicieron caso.