MÉXICO, D.F: Quien fuera el máximo líder del cártel de Los Caballeros Templarios, Nazario Moreno El Chayo, abatido el pasado 9 de marzo, mantenía un férreo control entre funcionarios, políticos y comerciantes de Michoacán.
El narcotraficante los llamaba a “El Cerro” con el fin de establecer los cobros de cuota que los gobiernos debían entregar a la organización criminal y, además, acordar la protección oficial que se les daba a los Templarios.
De acuerdo con información del diario Reforma, los funcionarios no lo pensaban dos veces cuando eran llamados y no tenían opción; si hacían caso omiso, amanecían ejecutados.
Un exfuncionario de Morelia relató al periódico que en “El Cerro” los servidores públicos eran regañados, advertidos o cooptados.
Las citas se realizaban en un rancho propiedad de El Chayo conocido como La Fortaleza de Annunaki, con una extensión de siete hectáreas, ubicado cerca de Guanajuatillo, Apatzingán.