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“El tiempo se agota”: madre de Amelí García, joven desaparecida en el Ajusco, pide ayuda a Sheinbaum para la búsqueda

Al exterior de Palacio Nacional, la madre de la joven desaparecida sostenía una cartulina que decía “presidenta por favor quiero a Ana Amelí de vuelta”.

La mamá de Ana Amelí García Gámez, estudiante de la UNAM que desapareció en cerro del Ajusco el pasado sábado 12 de julio, acudió a Palacio Nacional para pedirle a la presidenta Claudia Sheinbaum ayuda para encontrar a la joven.

En entrevista con medios de comunicación, Vanessa Gámez agradeció la difusión del caso y el apoyo de las autoridades; sin embargo, aseguró que “el tiempo se agota”.

“Yo pienso que mi hija ya no está ahí. Yo quiero que se haga una difusión masiva, que nos apoye el gobierno para que se busque de otra manera porque a lo mejor alguien la tiene”, dijo.

Detalló que Amelí subió al “Pico del Águila”, en el cerro del Ajusco, con un grupo, debido a que los amigos con los que iba a subir “aparentemente nunca llegaron”.

“Creemos que pudo haber sido una trampa, sin embargo, ella subió. Hay una foto que ella misma manda a las 5-6 de la tarde, del pico, y pues ella estaba viva en ese momento”, explicó.

La madre de la joven desaparecida sostenía una cartulina que decía “presidenta por favor quiero a Ana Amelí de vuelta”.

La estudiante de 19 años mide 1.61 metros, tiene un apéndice auricular de lado derecho, un lunar en el labio inferior de lado derecho y un diente frontal superior astillado.

Al momento de su desaparición llevaba puesta una chamarra blanca con forro azul, pantalón verde tipo militar, sudadera verde y un par de botas cafés para escalar, de acuerdo con su ficha de búsqueda.

Comisión de Búsqueda de CDMX trabaja en el Ajusco para encontrar a Amelí García

Autoridades de la Ciudad de México informó que entre los días 13 y 15 de julio la búsqueda de Amelí García “no se ha detenido ni un solo instante”.

A través de un comunicado de prensa, la Comisión de Búsqueda de CDMX indicó que se han desplegado acciones de campo en diferentes puntos del “Pico del Águila” y sus alrededores.

Entre los lugares de búsqueda están los puntos conocidos como “El Abrevadero”, el trayecto de “La Cantimplora”-“Cerro La Cruz de Márquez”, entre otros. Además, se entrevistó a vecinos del pueblo originario de Parres y se realizaron recorridos.

Las acciones se han llevado a cabo con un equipo especializado de más de 100 personas organizadas en cinco células, apoyados de drones de reconocimiento y un helicóptero.

De igual forma, los colectivos Una Luz en el Camino y Hasta Encontrarles de la Ciudad de México junto con la Brigada Marabunta pidieron a la población unirse al grupo de búsqueda que partió a las 7:30 horas desde el Metro Chabacano el pasado martes.

“No podemos quedarnos de brazos cruzados. Su vida importa. ¡Nos necesita ahora!”, publicaron en un mensaje en redes sociales en el que solicitaron llevar ropa cómoda, agua y mucha disposición para apoyar.

Pese a lo anterior no se ha logrado localizar a la joven desaparecida. La Fiscalía hizo un llamado a la ciudadanía para que, en caso de contar con información útil y verifica que pueda contribuir a la investigación se informa al número de teléfono 55 5484 0430 o a través del correo electrónico fiscalia.fipede@fgjcdmx.gob.mx.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.

Hallan con vida a hombre que fue "levantado" en el municipio de Ocozocoautla, Chiapas

En 2023 fue el año con la mayor concentración de casos de desapariciones en Chiapas, con 304 personas que continúan desaparecidas.

La tarde del pasado lunes 16 de junio, alrededor de las 16.30 horas, hombres armados encapuchados irrumpieron en una cantina de la comunidad Vicente Guerrero, en el municipio de Ocozocoautla, para llevarse por la fuerza a Héctor Zúñiga Trejo; su desaparición ha dejado miedo en el poblado de campesinos que denuncia la presencia de individuos que se pasean con armas en camionetas. 

La comunidad que se encuentra a escasos 15 kilómetros de la ciudad capital, denuncia la presencia y actividad de la delincuencia organizada en la zona; los pobladores señalan que al lugar no ha llegado la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), una unidad de élite creada por el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar y desplegada en puntos estratégicos de Chiapas con equipo especializado para enfrentar al crimen organizado.

A seis meses de la llegada a la gubernatura de Ramírez Aguilar, Chiapas registra una disminución significativa de algunos delitos de alto impacto, como los homicidios, las extorsiones y las desapariciones por la Estrategia de Construcción de la Paz; pero ahora más personas se están atreviendo a denunciar, como las madres de cuatro adolescentes de 15 y 16 años de edad, estudiantes de secundaria y preparatoria que se encuentran desaparecidos desde agosto del año pasado en el municipio de Arriaga en la región de la costa.

Diez meses después, las familias de Yuritzi Pérez Fericano, de 16 años edad; Martín Gustavo Ramos Cruz, de 15 años de edad; Ángel Fabrizio Santiago Torales, de 15 años; y Emmanuel Alemán Camacho, de 16 años, pedirán en una peregrinación que ha convocado la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, la intervención de las autoridades.

Las familias de los jóvenes, a los que consideran “educados, estudiosos y trabajadores”, se movilizarán diez meses después de su desaparición forzada; aseguran que funcionarios de la Fiscalía y de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas los mantuvieron atemorizados, para que no publicaran nada en redes sociales sobre la desaparición, porque entonces los secuestradores se podrían enojar y no devolverlos con vida.

La Fiscalía no te busca

La desaparición forzada el pasado lunes de Héctor Zúñiga Trejo en el municipio de Ocozocoautla generó entre los habitantes una profunda preocupación, ya que cuentan, hace meses entraron al caserío cinco camionetas, los muchachos que estaban platicando en una banqueta les hicieron bulla, los hombres regresaron, los golpearon y les advirtieron que no se pasaran de valientes. 

Héctor, de 29 años, dedicado a la compra y venta de ganado, relata su hermana Iris, fue la mañana del lunes a entregar en la camioneta de su padre unas vacas al rastro municipal, y de regreso se fue con sus amigos a tomar unas cervezas, pero como siempre lo hacía, avisó en el chat de la familia donde se encontraba, incluso envió una foto. 
“La última conexión que tuvimos con él fue a las 4 de la tarde, de ahí vimos que no le llegaban los mensajes, por lo que mi papá fue a buscarlo; en la cantina quedó la camioneta abandonada con los cristales abajo, en el establecimiento no había nadie, cuando le preguntamos a sus amigos y al cantinero dijeron que no sabían nada y que no vieron nada”. 
Héctor, narra su hermana, fue llevado junto con otro amigo, pero a él lo regresaron al siguiente día todo golpeado, “está en shock, dice que fue vendado. Lo fueron a tirar en la colonia”.

La familia de Héctor denunció su desaparición ante el ministerio público de Ocozocoautla; Iris comenta que ella preguntó que seguía después de la denuncia, le dijeron: “Vamos a darle difusión y cuando tengamos algo, les hablamos”. Iris dice que pidió que se rastreara el celular de su hermano, pero le dijeron que no se podía porque estaba apagado. 

Saldrán a marchar por las desapariciones en Arriaga

En la ciudad de Arriaga, un municipio colindante con el estado de Oaxaca, los pobladores saldrán el próximo domingo 22 de junio en una marcha peregrinación para demandar el regreso con vida de los cuatro adolescentes y de los demás desaparecidos.  

En esa localidad, los habitantes relatan otras desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, que se dio como parte de la lucha entre las organizaciones criminales que desde 2020 se mantuvieron enfrentadas por la lucha del control de territorio.
“Amigos y familia, quien guste apoyarme con su valiosa presencia este 22 de junio, a las 05:00 horas saliendo del Calvario, procesión de las antorchas, con faroles y velas, con ropa blanca y si gustas foto”, dice la convocatoria que se ha lanzado para que se usan los parientes de otros desaparecidos en Arriaga.
Las madres de los cuatro jóvenes desparecidos, señalan que, hasta ahora, la única información que tienen sobre la desaparición de sus hijos, son las fichas que emitió la Fiscalía General del Estado, pero diez meses después, los secuestradores no les han enviado mensajes.

Las mujeres están convencidas de que sus hijos puedan regresan a casa y puedan continuar con sus estudios, porque soñaban con ir a la universidad y servir a la comunidad como médicos, ingenieros y maestros.

Las desapariciones

La crisis de desapariciones en Chiapas, es un fenómeno complejo y doloroso, gran parte está ligada a la confrontación de grupos de la delincuencia organizada que se disputan el territorio, si bien, el delito disminuyó, las desapariciones es una realidad persistente y preocupante, que no solo no desaparece, sino que en algunas zonas y en ciertos segmentos de la población, muestra un recrudecimiento, afirman organizaciones de la sociedad civil. 

En 2023 fue el año con la mayor concentración de casos de desapariciones en Chiapas, con 304 personas que continúan desaparecidas. 

En 2024 las desapariciones forzadas se incrementaron entre los meses de enero y octubre, se duplicaron las cifras de jóvenes y niñeces desaparecidas, con 208 casos activos solo en ese periodo, lo que representa un disparo del 90 por ciento en denuncias vigentes en comparación con 2023, de acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GABRIELA COUTIÑO.

Tras años de omisiones, Chiapas busca a personas desaparecidas en ranchos vinculados al narco; hallan 12 fosas en 3 meses

Después de años sin intervención estatal, familiares de personas desaparecidas en Chiapas realizan búsquedas y excavaciones junto con el gobierno local en predios que alguna vez estuvieron controlados por el crimen organizado.

La perrita Luna olfatea la tierra húmeda del rancho Las Pitayas,  en el municipio de Emiliano Zapata, Chiapas. Da unas vueltas y luego se sienta en el hoyo que la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP) acaba de abrir con un pico. Allí, se halló el retazo de un informe militar quemado.

“Si hubiera algún cadáver o resto óseo, Luna estaría escarbando. Está entrenada para reconocer el olor de descomposición en el suelo” explica un integrante de Protección Civil de Chiapas. 

El pasado 11 de junio se realizó la cuarta búsqueda que la Fiscalía General del Estado de Chiapas (FGE), la Comisión Estatal de Búsqueda, la Protección Civil y familiares de personas desaparecidas realizan en este rancho. Durante la primera revisión, el 11 de diciembre de 2024, encontraron restos óseos calcinados.

“En el rancho Las Pitayas y en sus alrededores confluyen los datos telefónicos de muchas personas desaparecidas de Chiapas”, afirma la Colectiva Cereza, que acompaña a familiares de personas desaparecidas. “Desde hace dos años estamos pidiendo a la FGE que realice cateos, pero sólo empezó a hacerlos en diciembre pasado cuando hubo el cambio de gobierno”.

A partir de mediados de 2021, cuando escaló el conflicto por el control del territorio entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, el número de personas desaparecidas en el estado incrementó exponencialmente: según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNPDNO), entre 2019 y 2024 la cifra cuadriplicó y actualmente los casos son mil 563. En estos años, las fichas de búsqueda empezaron a llenar las redes sociales y una macabra sospecha se insinuó entre la población: en Chiapas también debe de haber fosas clandestinas.

De acuerdo con datos que la FGE compartió con Animal Político tras una solicitud de acceso a la información, entre diciembre de 2024 y febrero de 2025 en la entidad se encontraron 12 fosas clandestinas: una en Emiliano Zapata, Soyaló, Palenque y Suchiate, dos en Tapachula y seis en La Concordia. En algunos entierros se hallaron cadáveres, 25 en total, y en otros restos óseos u osamentas. En marzo las autoridades chiapanecas detuvieron las búsquedas, que se reanudaron este mes.

Uno de estos ranchos del crimen organizado se encuentra muy cerca del aeropuerto internacional de Tuxtla Gutiérrez. En marzo, las autoridades y el colectivo de buscadoras chiapanecas Madres en Resistencia peinaron el rancho Aurora Buenavista, que se encuentra a sólo diez kilómetros del aeropuerto de la capital chiapaneca, en el municipio de Chiapa de Corzo. En un refugio subterráneo hallaron chalecos tácticos, cascos, droga, armas, cartuchos y cocaína. A pocos kilómetros de allí, se encuentra el rancho Las Pitayas.

Al lado de esta zona árida del centro del estado, que las abundantes lluvias del último mes están reverdeciendo, pasa uno de los tres corredores que el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) ubica como ruta de trasiego en su informe “Chiapas, en la espiral de la violencia armada y criminal”. El corredor empieza en Ciudad Cuauhtémoc, un poblado en la frontera con Guatemala que recientemente fue escenario de un enfrentamiento armado protagonizado por la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), que pasa por Comitán, San Cristóbal de Las Casas y Tuxtla Gutiérrez, desembocando en Veracruz.


Hasta el momento, las autoridades peinaron poco más de la mitad de las 16 hectáreas del rancho Las Pitayas. De acuerdo con Isabel Torres, integrante y fundadora de Madres en Resistencia, durante una revisión del rancho en la que participó, fue evidente que los peritos de la Fiscalía no están bien capacitados en el levantamiento de las evidencias. “Además, la Fiscalía solo llega y ve lo que está a la vista. Nosotras escarbamos absolutamente cada rincón de la casa, cualquier prenda que se encuentre, revisamos las paredes por si alguna persona estuvo ahí y escribió algo”, dice Isabel Torres.

La activista también critica a la FGE por no avanzar con la investigación de los casos que se van acumulando en los estantes de sus oficinas, y a la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV) por no brindar apoyo adecuado a las buscadoras chiapanecas. Al mismo tiempo, señala unas mejoras en la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP), que está auxiliando a su colectivo con personal y herramientas tecnológicas. Señala también un logro importante que Madres en Resistencia alcanzó tras años de lucha: a mediados de mayo, el Congreso de Chiapas creó una comisión para avanzar en la conformación del Consejo Ciudadano, órgano que, de acuerdo a la ley, hubiera tenido que crearse en 2019.

“El Consejo Ciudadano permitirá la participación de las familias en el Sistema Estatal de Búsqueda de Personas”, explica Isabel, cuya hija Cassandra Isabel Arias Torres, de 18 años, fue desaparecida el 17 de diciembre de 2022 en Berriozábal, cerca de Tuxtla Gutiérrez. Se la llevaron de un salón de fiestas durante la boda de Isabel unos hombres armados que llevaban en el pecho las siglas de la FGE. Sucesivamente, el celular de Cassandra fue geolocalizado en el rancho Aurora Buenavista mientras que el de Isabel, que los secuestradores también se llevaron, fue geolocalizado en el rancho Las Pitayas.

Los restos óseos calcinados, que han sido hallados en diciembre de 2024 en una fosa séptica del rancho Las Pitayas, están en tan mal estado que podría ser difícil sacar su perfil genético e identificarlos. Sin embargo, en un primer momento, las autoridades dijeron que se trataba de tres osamentas, de tres personas distintas y los medios afirmaron que pertenecían a los integrantes del grupo de siete personas que desaparecieron el 23 de noviembre de 2024, mientras viajaban en una Urvan que fue encontrada a pocos kilómetros del rancho. En realidad, la Colectiva Cereza tiene dudas de que los restos óseos les pertenezcan, pues la geolocalización de sus celulares no lleva al rancho Las Pitayas, aunque sí estuvieron en la colonia 20 de noviembre, que está cerca de allí.

“Me la pasé muy mal por la noticia que difundieron los medios amarillistas, era de noche y estuve marque y marque a la Fiscalía, pero no me contestaba”, dice Kenia García Chulín, joven de 19 años que desde aquel día busca a sus papás y a su hermanito de 12 años.

Junto con los familiares de otras personas que viajaban en aquella Urvan, el pasado 11 de junio Kenia acompañó la revisión del rancho Las Pitayas. Presionaba a las autoridades para que buscaran minuciosamente, les señalaba pozos, rincones y un punto en el pasto donde había ceniza: allí, encontraron el uniforme militar quemado.

“¿A qué tanta profundidad se pueden encontrar restos?”, le preguntó a un integrante de la Comisión Estatal de Búsqueda, que excavaba en el punto quemado indicado por Kenia. “Sesenta-setenta centímetros, no se toman la molestia de excavar más”, le contestó. 

Poco más allá, a lado de la fosa séptica donde se hallaron los restos óseos y de una pochota cuyo tronco está lleno de impactos de bala, la FGE encontró dos tambos de metal que sospecha pudieron haber sido utilizados para quemar cuerpos, y que serán analizados en un laboratorio. 

“No siento que haya mucha transparencia por parte de la FGE. Hay hilitos sueltos en la reconstrucción de los hechos que no ha podido coser: un día nos da una información y al otro día nos da otra, donde salen detalles que no se mencionaron en las anteriores reuniones”, dice Kenia. “Las familias que llevamos siete meses en esta búsqueda pudimos detectar algunos vacíos. Creo que para nosotros y ante las instituciones es muy importante caminar de la mano como familiares, que más que culpables estamos buscando a nuestros seres queridos desaparecidos”.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ORSETTA BELLANI.

Colectivos continúan la busqueda de Karla Estefanía Soto García a poco más de un año de su desaparición en Ensenada

A poco más de un año de la desaparición de Karla Estefanía Soto García el pasado 24 de febrero de 2024, en un rancho de Ensenada, junto a 5 personas, se unieron sus familiares junto a colectivos en una búsqueda este sábado 21 de mayo.

Raúl Cornejo Carbajal, coordinador del colectivo Enlace y Restauración, compartió que está jornada se realiza en conjunto al colectivo Uniendo Familias y Buscando a Tolano, así como la Comisión de Búsqueda de personas, la cuál tiene lugar en el área del Valle de Guadalupe.

El contexto de su desaparición apuntaría hacia esa zona, por lo que sus familiares buscan descartar el punto, tras información brindada de manera anónima.

“El acceso hasta donde está urbanizado, hay muy buen acceso, ya después son zonas montañosas que tenemos que hacerlo a pie”, comentó Cornejo Carbajal.

Alrededor de 3 hallazgos se han registrado en la zona de Valle de Guadalupe, informó. Por lo que resaltó la importancia de las acciones urgentes brindadas por el comité de la ONU, a través de las cuales han logrado obtener un poco más de actividades en favor a la localización de los desaparecidos.

“Es una diferencia enorme, no es de un día para otro, pero ya tus casos tienen mayor relevancia. Ya no es lo mismo ser una víctima común a tener una acción urgente te da un plus”, dijo.

Aunque las víctimas de desaparición forzada datan de más de 6 años; señaló que es más probables que desaparecidos de menor tiempo tienen mayores posibilidades de obtener una, pues hay casos en donde han esperado hasta 4 meses por una.

La desaparición de Karla

El pasado 24 de febrero de 2024, Karla Estefanía Soto García de 32 años, desapareció junto a su pareja Ignacio Faviel López Méndez de 37, cuando se encontraban en un rancho en Ensenada.

Se trató de una privación ilegal de la libertad, pues incluso al ingresar al sitio por primera vez los familiares localizaron sangre en la escena.

Junto a ellos también desaparecieron Juan Carlos Barreras Goycolea, de 57 años, José Ángel Martínez Castillo, de 35, así como Pedro Damián Patrón López, de 27.

Ricardo Dávila, de 30 años, y Brayan Isaac, de 25, elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal se encuentran detenidos, entre los imputados, se encuentra la relación con la desaparición.

FUENTE: SEMANARIO ZETA.
AUTOR: MARA YÁÑEZ.

“Cada búsqueda es volver a empezar desde cero”: familias buscan a sus desaparecidos en las barrancas de Álvaro Obregón en CDMX

Colectivos y autoridades realizan una búsqueda de cinco días en uno de los puntos más profundos de las barrancas de Tarango, en la alcaldía Álvaro Obregón, con el fin de localizar indicios o fragmentos óseos que puedan corresponder con personas desaparecidas.

La inclinación propia del terreno y la basura que inunda las barrancas de la alcaldía Álvaro Obregón hacen de varios puntos en su territorio áreas propicias para la desaparición de personas, y al mismo tiempo, lugares donde su búsqueda puede volverse muy complicada.

Este lunes inició en el cruce de las calles Mina de Diamante y Mina de Cromo, en la colonia Palmas Axotitla, el descenso de varias autoridades y familias de colectivos a uno de los puntos más profundos de las barrancas de Tarango, con el fin de localizar indicios o fragmentos óseos que puedan corresponder a sus familiares desaparecidos.

La ruta, institucional y terrenal, para llegar hasta este punto no fue fácil. Varias veces se había exigido a la comisión local de búsqueda una brigada más generalizada en ese lugar, y aunque algunos familiares habían estado ahí antes, esta es la jornada más amplia y ambiciosa, que abarcará un periodo de cinco días.

Las horas previas al inicio del primer día de búsqueda estuvieron marcadas por las complicaciones para solucionar el transporte que llevaría a familiares, colectivos y personas solidarias al punto, pues la comisión local, aseguraron algunas, no contaba con suficientes recursos.

En la misma fecha, además, se había programado otra búsqueda de varios días, la de Pamela Gallardo en el Ajusco, sobre la cual se supo en las primeras horas del día que no se llevaría a cabo. Ante ello, el colectivo Luciérnagxs decidió hacer una manifestación sobre Calzada de Tlalpan a la altura del Metro Chabacano, de donde partiría originalmente su transporte.

De manera simultánea, también se desarrollaba este lunes una prospección en el cerro del Chiquihuite con miras a futuras búsquedas. Las tres actividades que se emprendieron de manera simultánea dejaron la impresión en colectivos y familiares de que las autoridades locales no tienen la capacidad para apoyarlas al mismo tiempo, y extrañaron una mejor organización.


El punto de encuentro en Álvaro Obregón, y de acceso a la barranca, es un pequeño parque cuya reja ahora impide el acceso directo, pero que hace un par de años —comentó una de las familiares buscadoras– dejaba el paso libre hacia esos terrenos, dado que el enrejado no existía. Luego del caos desde los distintos puntos de partida, ahí comenzó la reunión de personas y autoridades para emprender la búsqueda.

Entre ellas la señora Julieta, que desde octubre de 2023 busca a su hijo Sergio, quien desapareció en una zona aledaña. Por eso, explica, ahora llegó a ese punto como un lugar de interés que responde al análisis de contexto de varias desapariciones con características similares que ocurren en esa área de la alcaldía.

Julieta y su hija Caro han batallado mucho para que las autoridades hagan las diligencias necesarias. A esta jornada Caro no asiste porque ha estado muy saturada de trabajo, pero la mamá de Sergio, con su bastón y sus 62 años, viene a colaborar en lo que pueda.

El descenso hasta la base de la barranca, por ejemplo, para ella no será posible, pero mientras otros exploran ese punto, permanecerá en la parte más alta, haciendo, junto con otras mamás, labores de limpieza y de rastrilleo en el basurero que son las barrancas incluso desde su área más superficial y accesible.

En un lugar como ese, “el 90 % de las actividades por hacer son de limpieza, antes de poder encontrar cualquier indicio”, comenta uno de los funcionarios que forma parte de las autoridades que acompañan. Como en tantas búsquedas, muchas de ellas fungen más como apoyos y testigos, mientras que las actividades centrales quedan en manos de personas solidarias y familiares.

Esta vez asisten integrantes de la Guardia Nacional, de Seguridad Ciudadana, de la comisión de búsqueda local, de Corena, de la Fiscalía capitalina, de bomberos y del ERUM, que hizo el acompañamiento en los descensos, que podían implicar hasta 10 minutos por persona, advirtieron. 

Abajo, además de más basura que en el punto más alto, la característica que diferencia el terreno es su superficie fangosa, sobre todo tras las lluvias de los días previos.

“Es hueso de animal”, dicen sobre un fragmento en jornada de búsqueda en CDMX

Para bajar al fondo de la barranca, las familias, personas solidarias y elementos de cuerpos de emergencia descendieron un poco más de 30 metros con una cuerda para rappel. Lo hicieron con guantes y cascos. 

“Tienen que bajar con el compás abierto, es decir con las piernas separadas; si las juntan perderán el equilibrio, y si creen que no van a aguantar, es mejor que sean valientes y honestos, y digan que no pueden”, dijo uno de los jefes del ERUM, quien dio una breve explicación de cómo descender. “¿Quién baja primero?”, preguntó. 

José Soledad Díaz León, mejor conocido como Don José, levantó la mano y dijo “yo”. El señor rebasa los 60 años. Es muy delgado y ligeramente encorvado. Las arrugas se le notan pronunciadas y el rostro quemado. El dolor de su búsqueda la carga en la espalda. Su hija, Josefina Avellaneda Díaz, desapareció en octubre de 2016 en la alcaldía Iztapalapa.

Don José, quien pertenece al colectivo Una Luz en el Camino, en esta ocasión acudió como persona solidaria, para ayudar a buscar entre la maleza y las aguas negras. Él fue el primero en descender, y lo hizo como si estuviera entrenado para ello.

En el fondo de la barranca y después de sortear basura, piedras, ramas, y troncos, ya estaba el perímetro de la búsqueda marcado. El terreno es pantanoso y húmedo, porque por ahí cruza un riachuelo. Las personas solidarias y familiares comenzaron a limpiar. En un tinaco rotoplas colocaron plástico y botellas; a un lado, más objetos grandes. 

A unos pasos, en un terreno más estable, iban colocando la ropa y zapatos. Se acumulaba poco a poco. La mayoría de las prendas estaban húmedas y enlodadas. Se veían deterioradas por el sol, el agua y la tierra, pero sí se alcanzaban a distinguir. 

Ariadna Pérez Reyes es mamá de Diego Iván Arreola Pérez. Fue desaparecido en la alcaldía Álvaro Obregón en mayo de 2023. Desde entonces lo busca por las calles y barrancas de esta demarcación. Ari, como le dicen otras madres buscadoras, rascaba la tierra con un rastrillo, alternaba con sus manos, y luego con una pala. Salían objetos, juguetes, zapatos.

De entre la tierra sacó un trapo; cuando lo sacudió, era una tela de color azul oscuro. La extendió para verla y dijo en voz alta que esa prenda se parecía a la sudadera que traía puesta su hijo el último día que lo vio, que le gustaría que la examinaran bien: “Voy a pedir que la chequen. Primero Dios que no. Tengo fe de que mi hijo está vivo y que algún día va a aparecer. Entonces ojalá que no sea la tela”.

En cuanto llegó Don José a la parte de abajo de la barranca, reconoció el terreno. Caminó unos metros y encontró una especie de sendero lleno de basura. Lo escaló, aunque estaba algo empinado. Comenzó a identificar dónde había objetos enterrados. Elementos de la CNB y personas solidarias subieron para rascar junto con él. Sacaron ropa y zapatos, pero también muebles, sillas, libros.

Cuando todos hacían su labor, una trabajadora de la CNB que estaba en la montaña de basura que descubrió Don Juan dijo: “Aquí hay un hueso”. Esa frase resonó alrededor. Las personas que estaban ahí voltearon de inmediato y se hizo un silencio. “Espera, que lo vea la antropóloga”, dijo un elemento de la comisión. Ella se acercó, lo agarró con guantes, lo limpió y lo observó detenidamente. “Es de animal”, infirió.

Buscan a desaparecidos desde el punto más profundo al más alto en barrancas de Álvaro Obregón en CDMX

Del fondo de la barranca se obtuvieron diferentes objetos y prendas de ropa que, más tarde, poco antes de que terminara la primera jornada de la brigada que durará toda la semana, fueron acomodados sobre plásticos azules para que las familias los descartaran o fueran procesados después en la fiscalía capitalina. Al lado yacían también algunos fragmentos óseos no humanos, según lo aclaró esa dependencia. 

En el punto más lejano se encontró mucha acumulación de basura en un recorrido de cerca de 5 kilómetros, que abarcó una distancia de por lo menos 200 metros lineales, hasta un área donde comienza a aparecer una cascada y es pura elevación, por lo que la barranca se cierra aún más. La limpieza más específica de ese punto quedará como una tarea para los días siguientes.

En la dirección norte de la barranca, otra acumulación de basura permanece en un descenso de aproximadamente 45 grados. Ahí el objetivo principal fue limpiar 40 metros cuadrados con un acopio final de casi media tonelada, de donde también se recuperaron diversos pares de zapatos y prendas. La limpieza empezó apenas, para continuar en los días siguientes.


Arriba, las tareas de limpieza fueron similares, pero sobre suelo seco, abrasado por el sol: basura y ramas que se retiraron hacia los lados hasta descubrir la tierra debajo, que ha dejado de verse entre desechos y maleza. Un par de pedazos de cobijas rasgadas, unos anteojos, un celular obsoleto, jirones de algunas otras prendas y hasta un costal de cascajo aparecieron ahí. Todo terminó dentro de una cubeta roja para ser trasladado por las autoridades. Otras prendas, como las que saturaban la ruta de descenso a rappel, tendrán que esperar a otro día, otra jornada o incluso otra brigada de búsqueda.

Durante todas las horas que transcurrieron entre aproximadamente las 9 de la mañana y pasadas las 2 de la tarde, no paró el bloqueo que sostenía la familia de Pamela Gallardo de forma paralela sobre Calzada de Tlalpan. Personal de la comisión de búsqueda capitalina justificó que la cancelación se debía a que esas jornadas estaban previstas en un predio privado, y tuvieron que cambiar de día a petición del propietario.

Nada específico dijeron sobre la falta de comunicación que pudo haber aclarado esa molestia –atribuyéndosela al deseo de inmediatez de las familias– ni de los problemas iniciales en la coordinación del transporte. Como siempre, familias, solidarios y aliados se las arreglaron para llenar esos huecos, y para trabajar la tierra en un punto asociado a patrones similares de desaparición, pero que las deja de nuevo con la sensación de volver a empezar, sobre todo ante una semana completa donde mucho tiempo se invertirá tan solo en limpiar.

“Aquí ya hubo positivos”: familiar de desaparecido

“Aquí ya hubo positivos de alguien desaparecido, en el 2021. Por patrones y por análisis de contexto, es el crimen organizado de las diferentes bandas que se mueven por aquí: chavos desde los 15 años hasta los 35, la mayoría hombres, que viven por la zona o tenían algún tipo de adicción”, comenta la hermana de uno de ellos, quien lo busca desde 2020. Es su décima búsqueda en todas las barrancas de Tarango. La única vez que encontraron fragmentos parciales humanos se atribuyó a la cercanía de un panteón.

“Las autoridades nunca te van a decir dónde. Somos las familias o las personas solidarias; en mi caso, fue a través de solidarios y el análisis de contexto, y después yo hice uno donde determiné cuáles eran las zonas para búsqueda… Esta es la tercera búsqueda en el mismo punto; siempre el pretexto ha sido el exceso de basura y nunca hemos llegado a levantar mucho.

“Realmente es venir y medio mover la basura, pero nada realmente; ese es siempre el tema, y que no puede entrar maquinaria para levantar más fácilmente todo. De las búsquedas que yo he tenido, que haya llegado a decir ‘ya limpié un poquito para estar más cerca de encontrar algo’, no. Cada búsqueda es volver a empezar desde cero por el exceso de basura, y ahorita viene mucha gente a ayudar, pero otras veces éramos contados”, lamenta.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MARCELA NOCHEBUENA, SHARENII GUZMÁN.

Exigen realizar búsquedas ya programadas

Luego de la inesperada cancelación de una jornada de búsqueda de personas desaparecidas en el Ajusco, nueve familias de víctimas han cerrado el paso en ambas direcciones de Calzada de Tlalpan, una de las arterias más importantes de la Ciudad de México.

Las familias buscadoras fueron notificadas horas antes de empezar la jornada, originalmente planeada del 19 al 23 de mayo, que sólo se realizaría el 19 y 20 y que las familias ya no podían asistir, y que únicamente 3 personas solidarias podrían acompañar al personal de la Fiscalía y de las comisiones de búsqueda, lo que originó la ruptura del diálogo y la desición de instalarse en plantón.

Personas afines a las familias que pertenecen a la Comisión Local de Búsqueda, informaron a las personas buscadoras que se han recibido instrucciones de quitar el apoyo a las personas más emblemáticas de las búsquedas, como es el caso de la familia Gallardo Volante, esto con el objetivo de neutralizar el ejemplo que han dado a otros colectivos.

Esta mañana se tenía pactada una mesa de trabajo con autoridades y fue cancelada a último momento hasta que no se liberen las vialidades.

Las nueve familias forman parte del colectivo Luciérnagas Frente Amplio de Familias Buscadoras de Verdad y Justicia en la Ciudad de México y han permanecido por más de 24 horas en el sentido centro-sur de esta avenida. Ante la negativa de diálogo se inició el bloque en ambas direcciones.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: GERARDO MAGALLÓN.

Colectivo “Hasta Encontrarte” halla 15 puntos de búsqueda tras revisar anexos en Irapuato y Silao

El colectivo "Hasta Encontrarte" ha identificado al menos 15 puntos relevantes para búsqueda en campo en 30 centros de rehabilitación en los municipios de Irapuato y Silao. Los testimonios recabados al interior también han ayudado a localizar personas sin vida.

Desde 2022, el colectivo Hasta Encontrarte ha revisado de forma independiente más de 30 centros de rehabilitación en los municipios de Irapuato y Silao con el objetivo de localizar personas en vida, pero también para detectar posibles puntos para localizar personas desaparecidas.

Así lo explicó Bibiana Mendoza Negrete, vocera del colectivo, quien dijo que aunque no han encontrado personas con vida, han identificado al menos 15 puntos relevantes para búsqueda en campo que han podido regresar a sus seres queridos.
“Primero tuvimos pláticas con Proximidad Ciudadana del municipio de Irapuato para saber cuáles centros eran seguros. Sabíamos que algunos eran de alto riesgo por hechos como el asesinato de internos en anexos en Irapuato hace años”, explicó.
La buscadora y activista dijo que las visitas se hicieron con extremo cuidado, priorizando tanto la seguridad de las buscadoras como la de los internos. Y explicó que gracias a los testimonios recabados, han entregado información útil para análisis de contexto e incluso han ayudado a localizar a más personas, sin vida.

Mendoza Negrete celebró que recientemente las autoridades estatales hayan iniciado búsquedas en estos espacios, lo cual consideran un tema súper importante y reconoció que la Comisión Estatal de Búsqueda ha encontrado al menos cuatro personas con vida en estos centros.

Además de detectar puntos de búsqueda, el colectivo denunció las condiciones de muchos anexos, pues las personas interesadas viven en condiciones sin medidas de sanidad.
“No todos están regularizados, y el Estado debe garantizar que las personas no sufran maltratos disfrazados de rehabilitación”, expresó Mendoza.
La buscadora dijo que derivado de entrevistas con internos les han manifestado su preocupación por ser reclutados de forma forzada por grupos delictivos, y aunque han denunciado, poco se da seguimiento de los casos por la estigmatización ya que son personas en rehabilitación.
“Algunas veces, por consumir sustancias, los jóvenes se vuelven más vulnerables a ser privados de la libertad o forzados a trabajar para grupos criminales…Desde la denuncia, muchas familias sienten que no se les toma en serio porque su familiar tenía un problema de adicción”, concluyó.
FUENTE: ZONA FRANCA.
AUTOR: ZONA FRANCA.

Colectivos firman convenio para la búsqueda de desaparecidos en Chiapas

Este 10 de Mayo, madres de cientos de desaparecidos realizarán una caminata desde el municipio de Chiapa de Corzo a la capital Tuxtla Gutiérrez.

Para atender la crisis de las desapariciones en Chiapas, provocada por los grupos criminales y la desidia del sexenio pasado de no investigar los casos y no brindar la ayuda necesaria a las familias, la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, y el Estado de Chiapas firmaron un convenio que contribuirá a las “acciones de búsqueda y localización de Personas Desaparecidas o no Localizadas”

Este 10 de Mayo, madres de cientos de desaparecidos realizarán una caminata desde el municipio de Chiapa de Corzo a la capital Tuxtla Gutiérrez; harán una parada en la Fiscalía General del Estado y en la plaza principal de las oficinas del titular del Ejecutivo se reunirán con familias víctimas de feminicidio.

El convenio implica la transferencia de recursos por el orden de los 16 millones 338 mil 215 pesos que la Federación envía al gobierno del estado a través de la Secretaría de Finanzas; esto porque el gobierno del estado, tendría que aportar 1.6 millones de pesos por concepto de coparticipación. Dicho monto equivale al diez por ciento del monto federal autorizado.

Esto de acuerdo con el convenio de Coordinación y Adhesión para el otorgamiento de subsidios a las entidades federativas a través de sus comisiones locales de búsqueda, publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 2 de mayo de este año.

La Comisión Estatal de Búsqueda de Chiapas recibirá los recursos federales y estatales en dos administraciones. La primera de 70 por ciento y la segunda de 30 por ciento.

El convenio corresponde al ejercicio fiscal 2025. El Ramo 04 Gobernación del Presupuesto de Egresos de la Federación que dispondrá de 854.6 millones de pesos para las acciones de búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas, a fin de que “realicen y ejecuten acciones de búsqueda en materia de desaparición forzada de personas, desaparición cometida por particulares y búsqueda forense con fines de identificación humana”.

De esa cantidad, 621.1 millones de pesos es el monto distribuible entre los estados de la República Mexicana, cuyos convenios de colaboración con la Secretaría de Gobernación comienzan a aparecer en el Diario Oficial de la Federación.

La crisis de las desapariciones en Chiapas

En marzo de este año, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) presentó el informe: “Chiapas, en la espiral de la violencia armada y criminal (Entre el caos gubernamental, la delincuencia organizada y los caminos de la lucha y resistencia)”.

En su introducción, el informe del organismo fundado por el obispo Samuel Ruiz García indica: “La gran complejidad de la violencia en la que vive Chiapas”. Observa también que “seguimos contando historias de terror y dolor, en medio de una guerra interminable”.

El Frayba destaca que entre 2019 y 2023, la desaparición forzada aumentó en un 358 por ciento en el estado de Chiapas. El colectivo lo atribuye a la “disputa por el domino del territorio basada en la confrontación armada entre grupos criminales que cuentan con el amparo de instancias locales, nacionales y transnacionales”.

El gobierno actual de Chiapas, en un informe al mes de enero del presente año, reportó a través de la Alerta de Género 287 mujeres no localizadas desde 2011 al 31 de enero de 2025.

Para el Frayba, con las desapariciones “la intención sigue siendo el control de la vida social, económica y política de las comunidades mediante la estrategia del terror, con lo que se pretende acallar toda posibilidad de movimiento social y autogestión del territorio”. Además de que esta situación no es nueva, se ha visto en otras regiones del país y ahora en Chiapas, principalmente en las regiones Sierra y Frontera.

Sobre la “violencia machista”, en el informe se plasma que la desaparición de mujeres en el estado es mucho mayor que en los índices nacionales, ya que supera ampliamente el promedio nacional del 25 por ciento, alcanzando más del 60 por ciento, en su mayoría afectando a niñas y adolescentes.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GABRIELA COUTIÑO.