AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS.
Mientras las guardias comunitarias y agentes federales buscan a La Tuta –último capo original de Los Caballeros Templarios–, el líder de las autodefensas de Tepalcatepec y vocero del movimiento, José Manuel Mireles, le resta importancia a los plazos que impuso el comisionado federal Alfredo Castillo para el “desarme”. Por el contrario, anuncia la próxima toma de importantes municipios y señala que el gobierno quiere sólo una “paz mediática”: borrar el nombre de “autodefensas” porque expresa su incapacidad para garantizar seguridad y justicia a la población.
ARTEAGA, Mich: Los abrojos son parte del pueblo donde Servando Gómez Martínez, La Tuta, nació, se educó como maestro rural y luego se convirtió en el zar de la droga de todo Michoacán.
Hace unos meses nadie lo imaginaba huyendo por este monte árido, perseguido por los grupos de autodefensa que decidieron terminar con su imperio de terror y muerte.
Hoy las calles laberínticas de Arteaga son vigiladas por la Policía Federal (PF), el Ejército y los ciudadanos armados, quienes no obstante respetaron a la familia del jefe de Los Caballeros Templarios. La huella de El Profe, como también llamaban al único jefe sobreviviente del cártel, se nota en todo el pueblo y alcanza hasta el camposanto.