AUTOR: EPIGMENIO IBARRA.
Al profesor Alberto Patishtán
Han convertido la justicia mexicana en puta del régimen, sirviente del rico, esclava del criminal. Cortesana para los poderosos, guillotina para los humildes.
Sobre la impunidad como única norma, la corrupción como valor supremo se levanta y sostiene este régimen. Su poder corrosivo, que ha contaminado todos los órdenes de la vida pública, se ceba, sobre todo, en el sistema de impartición de justicia.
Porque si la justicia fuera, en este país, una realidad, este régimen no podría sobrevivir ni un solo día.
Si la ley se cumpliera y todos fuéramos iguales ante ella, en este país, hace mucho ya que los que nos gobiernan, en lugar de cruzar con tanta indecencia el umbral de Los Pinos y de las casas de gobierno de los estados, habrían cruzado el umbral del presidio.