La única vía para que Estados Unidos revise y reconsidere la sentencia a pena de muerte de los mexicanos es a través de que se promulgue una legislación.
“Yo soy el primero en lamentar la muerte del señor (Edgar) Tamayo, significa una vulneración al orden jurídico internacional”, sostuvo el diplomático mexicano y actual vicepresidente de la Corte Internacional de Justicia, Bernardo Sepúlveda.
En entrevista con la periodista Carmen Aristegui, en CNN, agregó que la ejecución del mexicano significa “que no se acate una decisión de la Corte Internacional de Justicia en donde indicaba claramente que las autoridades estadunidenses (el poder judicial), tenía la obligación de emprender la revisión y la reconsideración del veredicto de culpabilidad de la sentencia a la pena de muerte de Tamayo y de otros cincuenta mexicanos a quienes no se les había otorgado el debido proceso”.