AUTOR: TOMÁS BORGES.
CIUDAD DE MÉXICO.- Hablar del narcotráfico y organizaciones, es hablar de las personas que las forjaron y crearon. Al igual que cualquier organización comercial “legítima”, hablar de sus fundadores es indagar en la “psiqué” de la organización, cuestión que dejan de lado (por omisión o conveniencia) las llamadas fuerzas del orden.
Hablar de los “Caballeros Templarios” (CT) es hablar de la ideología al servicio del crimen organizado, y es comentar de un hombre que abandonó las aulas y pasó de educar a niños de primaria a aleccionar a integrantes del crimen organizado bajo su mando, al crear al grupo criminal “Los Caballeros Templarios”.
En mi entrega anterior, informé cómo operan Los Caballeros Templarios en el municipio de Santa Clara, Michoacán, pero ahora corresponde hablar del ideólogo, de la mente detrás de este grupo criminal, con ínfulas mesiánicas, que pese a haber desafiado al gobierno federal en la administración de Felipe Calderón, sigue operando libremente.