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En su 30 aniversario, la CRAC logra la libertad del consejero Jaime Morales

La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) logró la liberación de Jaime Morales Castro, comisario municipal de Coapinola y consejero de la casa de justicia de El Paraíso, del municipio Ñu’u Savi, después de cinco horas de bloqueo en la autopista México-Acapulco, a la altura del Parador del Marqués en Chilpancingo, Guerrero.

A las 9 de la mañana de este miércoles 15 de octubre de 2025 las autoridades de las cinco casas de justicia de la CRAC-PC arribaron a la autopista del sol, a la altura de las estelas de los normalistas Jorge Alexis y Gabriel Echeverría, asesinados por policías en el 2011. Pasaron unos minutos cuando cerraron los dos carriles con carros que atravesaron y barreras humanas con lonas con la exigencia de la libertad inmediata de Jaime Morales y los cinco policías comunitarios de la comunidad nahua de Xalpatláhuac.

En el mitin los coordinadores, consejeros, policías comunitarios, comisarios, comisariados y delegados de las casas de justicia de la CRAC-PC exigieron la libertad inmediata de Jaime Morales Castro, así como de los policías comunitarios de Xalpatláhuac: Agustín Vitinio, Pedro Álvarez, Rosendo Gabino, Juan Simón y Francisco Dircio. Criticaron al gobierno estatal y federal de la criminalización que han padecido en los 30 años de fundación de la CRAC-PC.

Emplazaron a las autoridades y particularmente al presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado de Guerrero para que liberaran a Jaime Morales Castro. Después de una hora de haber cerrado la autopista llegó el subsecretario de desarrollo político y social, Francisco Rodríguez Cisneros, para ofrecer una mesa de diálogo. Las autoridades de la CRAC lo consultaron con la gente y nombraron una comisión de 12 personas.

La reunión con Francisco Rodríguez, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado de Guerrero, Ricardo Salinas Sandoval, el Fiscal General del Estado de Guerrero, Zipacná Jesús Torres Ojeda y autoridades comunitarias duró una hora y media. Acordaron que liberarían a Jaime Morales, pero no abordaron nada sobre la libertad de los cinco comunitarios de Xalpatláhuac, sentenciados a 19 años de prisión por portación de armas. Su delito fue auxiliar a un herido.

La comisión llegó al bloqueo para informar. Duró una media hora cuando les avisaron que estarían dando trámite a la libertad de Jaime. Luego les mandaron la boleta de libertad por falta de elementos para procesarlo. Hoy, el Juzgado Mixto de Primera Instancia en Materia del Distrito Judicial de Morelos escribió textualmente en la boleta de libertad: “Comunico a usted, que con esta fecha, en los autos de la causa penal citada al rubro y siendo las catorce horas (14:00), del día de hoy quince (15) de Octubre del año en curso, en términos del artículo 19, párrafo segundo Constitucional, en relación con los diversos 87 párrafo segundo, y 88 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Guerrero, este Juzgado   decreta auto de libertad por falta de elementos para procesar al inculpado Jaime Morales Castro, por el delito de secuestro agravado», en agravio de 43 personas.

Jaime Morales Castro fue detenido el pasado jueves 9 de octubre y trasladado de inmediato al penal de las Cruces en Acapulco y finalmente a Tlapa por el delito de secuestro. Luego de seis días en prisión las casas de justicia de la Policía Comunitaria llamaron a la movilización para exigir su liberación y exigir al estado el cese a la represión y el hostigamiento contra las autoridades comunitarias que sólo tienen que cumplir un servicio comunitario.

A pesar de que hoy se cumplen 30 años de brindar seguridad y justicia indígena en las regiones de la Montaña y Costa Chica, siguen padeciendo la criminalización del Estado mexicano. En el mitin el consejero de justicia de Espino Blanco, Martin Rosales, dijo que estaban celebrando tres décadas del surgimiento de la CRAC-PC, pero esta vez en las calles para exigir la liberación de los policías comunitarios.

“Un día como hoy en 1995, en Santa Cruz del Rincón, tuvo lugar una asamblea importante en la que suplieron los pueblos y comunidades indígenas el vacío enorme del Estado. Las personas tenían que esconder su dinero cuando tenían que trasladarse a San Luis Acatlán, a Marquelia y otros lugares porque en el camino eran asaltados. Tenían que evitar que las mujeres viajaran porque constantemente eran violadas. El robo de ganado era un acto de todos los días. Los comisarios y delegados junto con los sabios del pueblo se reunieron y tomaron las armas para brindar seguridad. En el 2011 se reconoció este sistema de seguridad, justicia y reeducación en la ley 701, pero el gobierno priista de Héctor Astudillo y los diputados de un plumazo echaron por la borda esa ley. La desconocieron y nos dejaron en la indefensión”, señaló en el mitin el consejero de Espino Blanco.

Juan, coordinador de la casa de justicia de El Paraíso, lamentó que el gobierno se pavonea diciendo que está a favor de los pueblos indígenas y que los defiende, pero es mentira porque “somos los primeros que recibimos los chingadazos por parte del gobierno del estado. No olvidemos lo que sucedió en el caso de El Charco en 1998. No olvidemos que en 2012 entraron los soldados, desarmaron a la policía comunitaria y liberaron a todos los delincuentes que se tenían en proceso de reeducación. La ley existe para la gente inocente, existe para la gente pobre que no tenemos para pagar fianzas, pero a la gente corrupta, a los políticos corruptos, ¿dónde quedan ellos? Siempre están gozando de privilegio”.

“Cómo está nuestra capital, bañada de sangre, cómo están en otros municipios, ¿qué ha pasado con los hermanos periodistas? Muchos de ellos también han sido víctimas de la violencia. ¿Y qué ha hecho el estado? Qué ha pasado con los funcionarios municipales que han sido víctimas de la misma delincuencia organizada, ¿y qué ha hecho el Estado?  Siempre anuncia que ya está disminuyendo la violencia en nuestro estado. Sí, se está disminuyendo, pero el número de habitantes que viven. Qué les importa a ellos si mueren unos indígenas. Lo que a ellos les importa son sus políticos corruptos”, denunció el coordinador.

César, consejero de la casa de justicia de Espino Blanco, cuestionó “¿vamos a seguir siendo atropellados? Son 30 años en la lucha, 30 años que tenemos que seguir defendiendo porque solamente nosotros cuidamos a nuestro pueblo. ¿Cuándo van a liberar a los detenidos? Ahora somos delincuentes para la autoridad”.

Rogelio Telliz, abogado de Tlachinollan, dijo que el Estado mexicano tiene que entender que existe la policía comunitaria y un sistema de justicia comunitaria. Los pueblos originarios saben administrar justicia desde tiempos remotos, antes de la colonización. Con la presencia de la policía comunitaria no hay delitos, sin embargo, donde está el ejército, la Guardia Nacional y demás cuerpos de seguridad lejos de parar la violencia, “todos los días hay muertos en las grandes ciudades, Chilpancingo, Acapulco, Zihuatanejo, Iguala y otros municipios”.

Los coordinadores, consejeros, comandantes regionales, policías comunitarios, comisarios y delegados no son delincuentes. Ellos son autoridades comunitarias nombradas por sus propias asambleas. Tienen sus actas de asamblea. Cómo es posible que el estado, lejos de detener a los verdaderos secuestradores, detiene a nuestras autoridades indígenas que su único delito es cuidar su pueblo, administrar justicia y brindar seguridad. Es increíble que el poder judicial del estado se preste a criminalizar a los pueblos”, reclamó el abogado Rogelio antes de que fueran atendidos por las autoridades estatales.

Después de que les mandaron la boleta de libertad de Jaime Morales Castro se arremolinaron en la gasolinera del Parador del Marqués para esperar que saliera del penal de Tlapa. A las 15:00 horas con una video llamada constataron que Jaime estaba fuera de la cárcel, bajando las escaleras abrazando a sus familiares, y desde donde se instaló el bloqueo en la autopista del sol las autoridades comunitarias también festejaban con un ¡viva la CRAC! Luego se subieron a los carros para regresar a sus comunidades.

FUENTE: TLACHINOLLAN
AUTOR: .
FECHA: 15 OCTUBRE 2025.

Organizaciones exigen justicia y libertad para presos políticos en Guerrero

A ocho años del asesinato de Ranferi Hernández Acevedo, Lucía Hernández Dircio, Juanita Dircio Barrios y Antonio Pineda Patricio, defensores sociales de la Montaña baja de Guerrero, organizaciones denunciaron la persistente impunidad en el caso y la violencia generalizada que enfrenta la región, además de exigir justicia para las víctimas y la libertad para presos políticos injustamente encarcelados.

A pesar del cambio de gobiernos que prometieron justicia social, los asesinatos y agresiones continúan sin que se investiguen ni sancionen los responsables. La Montaña baja de Guerrero sigue siendo una región donde autoridades locales actúan en complicidad con grupos de crimen organizado, y la violencia afecta a militantes políticos, activistas y comunidades enteras, mientras las autoridades permanecen indiferentes y la inseguridad persiste.

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan” y el Equipo Argentino de Antropología Forense entregaron dictámenes que demuestran que las víctimas fueron torturadas y ejecutadas extrajudicialmente, confirmando la brutalidad del crimen y la impunidad que lo protege. Las organizaciones exigieron a las autoridades actuar con prontitud para garantizar justicia y detener la violencia que sigue afectando a Guerrero.

Finalmente, las organizaciones demandaron la libertad inmediata e incondicional de presos políticos como Antonio Barragán Carrasco y Jaime Morales Castro, acusados de manera arbitraria por su activismo social. Afirmaron que la lucha por justicia y derechos continúa vigente.

COMUNICADO:

A OCHO AÑOS DEL ASESINATO DE RANFERI HERNÁNDEZ ACEVEDO, LUCÍA HERNÁNDEZ DIRCIO, JUANITA DIRCIO BARRIOS Y ANTONIO PINEDA PATRICIO

Hoy, 14 de octubre del 2025, se cumplen ocho años del atroz asesinato de nuestros familiares y compañeros: Ranferi Hernández Acevedo, Lucia Hernández Dircio, Juanita Dircio Barrios y Antonio Pineda Patricio. Como cada año desde que ocurrió este vil y cobarde multihomicidio, venimos aquí a depositar una ofrenda compuesta de flores y de productos del campo cosechados por las manos de nuestras compañeras y compañeros de las comunidades de la Montaña baja de Guerrero para honrar la memoria de Ranferi, Lucía, Juanita y Antonio; y para exigir justicia.

Han pasado ocho años del asesinato de nuestros familiares y compañeros. Aún con la llegada de gobiernos -a nivel federal y estatal- que se autodenominan de la cuarta transformación y que enarbolan un discurso de justicia social, el multihomicidio de nuestros familiares y compañeros se encuentra en la total impunidad. Con mucha indignación vemos que las condiciones de inseguridad en que fueron asesinados nuestros familiares y compañeros persisten en la actualidad.

La Montaña baja es una región donde los crímenes tienen marca registrada; en la que es clara la complicidad con la que actúan las autoridades locales con el grupo del crimen organizado que controla la región. La Montaña baja es una zona gris donde se cometen asesinatos y desapariciones forzadas sin que nadie investigue nada, y tampoco hay ninguna autoridad ni fuerza de seguridad que busque frenar esta situación. Las poblaciones de las comunidades de la región han sido abandonadas a su suerte, hasta los militantes de Morena que actúan en la región son asesinados sin que la dirigencia de su partido sea capaz de alzar la voz por ellos, lo único que hacen es darles el pésame. Así de lacerante es la realidad que se vive en esta región de Guerrero, donde la muerte tiene permiso y la impunidad también.

Coincidimos en lo expuesto por la investigadora de la Universidad Autónoma de Guerrero, Esperanza Rangel Lozano, quien, en una entrevista publicada en el periódico El Sur dijo, respecto de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, realizada por el INEGI, que en Guerrero hay una situación de impunidad crónica que incide en la comisión de delitos. Pero esta situación de inseguridad que se vive en la región de Chilapa, lamentablemente no es la única del estado donde se vive así, hay otras regiones donde se viven situaciones similares como lo es Acapulco y la Tierra Caliente, por mencionar algunas.

Esta violencia generalizada en cuanto a los movimientos de resistencia que hay en Guerrero y en el país, claramente tiene como objetivo eliminar a los luchadores sociales que alzan la voz contra la explotación, el saqueo de los recursos naturales y contra los poderes caciquiles. Los crímenes que, en las décadas de 1960, 1970, 1980 y 1990 cometía el ejército y las policías, como son ejecuciones extrajudiciales, torturas y desapariciones forzadas; en el siglo XXI esos mismos crímenes son perpetrados por el denominado “crimen organizado”. Supuestamente han cambiado los perpetradores, lo que no ha cambiado son los objetivos a eliminar. En los últimos años en Guerrero han sido asesinados luchadores sociales como Miguel Ángel Mesino (18 de septiembre de 2005), Arturo Hernández Cardona (30 de mayo de 2013), Raymundo Velázquez Flores (5 de agosto de 2013), Rocío Mesino Mesino (19 de octubre de 2013), Luis Olivares Enríquez (10 de noviembre de 2013), Ranferi Hernández Acevedo (14 de octubre de 2017), Arnulfo Céron Soriano (11 de octubre de 2019), por mencionar algunos. Decenas de luchadores y luchadoras sociales han sido asesinados en los últimos años bajo este telón de fondo. Pareciera que es el escenario perfecto para que los diferentes gobiernos se deslinden de estos crímenes de Estado.

En este mismo contexto y bajo el mismo modus operandi, el pasado mes de abril fue asesinado el compañero Marco Antonio Suástegui Muñoz, dirigente del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota, cuando se encontraba trabajando en Acapulco. El compañero Marco Antonio aquí estuvo con nosotros en varias ocasiones; acompañándonos y exigiendo justicia. Tristemente hoy nos toca pedir justicia para el compañero. Esto mismo pasó en los años pasados, el compañero Ranferi exigió justicia para los campesinos masacrados en Aguas Blancas, Acteal y El Charco; exigió la presentación con vida de los desaparecidos de la década de 1970 y de los normalistas de Ayotzinapa; exigió justicia para Miguel Ángel y Rocío Mesino, Arturo Hernández Cardona y para el maestro Claudio Castillo Peña; solo por mencionar algunos casos. Esa es nuestra indignante realidad. En México no solo no hay justicia para los luchadores sociales asesinados en los regímenes del PRI y del PAN, sino que en el régimen de Morena se sigue asesinando a quienes luchan por la justicia.

Asimismo, se encarcela a quienes se organizan por justicia y seguridad, como el compañero Jaime Morales Castro, ex consejero y comandante de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Policía Comunitaria, encarcelado con delitos prefabricados el pasado 9 de octubre. De igual forma, el compañero Antonio Barragán Carrasco, militante de la Organización Campesina de la Sierra del Sur y sobreviviente de la masacre de Aguas Blancas, quien recién cumplió 24 años preso de manera injusta por delitos prefabricados por órdenes de Genaro García Luna. Misma situación de prisión política son los casos de la activista Kenia Hernández Moltalván, los presos mazatecos de Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca y los presos tzotziles Solidarios de la Voz del Amate, Chiapas. Como estamos seguros que lo hubiera hecho el compañero Ranferi, exigimos la libertad inmediata e incondicional de las presas y presos políticos.

En cuanto al estado de la investigación del caso de nuestros familiares y compañeros asesinados, queremos informar que el pasado 25 de abril, el equipo de abogados del Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan” e integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) entregaron a la Fiscalía General del Estado los dictámenes integrados multidisciplinarios realizados a los restos mortales de nuestros familiares y compañeros en los siguientes rubros: Traumático de evidencia biológica y no biológica, Ampliación del dictamen de Antropología Forense, el Examen médico legal relativo al protocolo de autopsia y el Dictamen de hallazgos del vehículo.

Agradecemos a las y los especialistas del EAAF por el trabajo realizado, el cual en todo momento fue realizado con ética profesional y siempre respetando la dignidad de los cuerpos de nuestros familiares y compañeros.

A grandes rasgos, los resultados de los dictámenes prueban que nuestros familiares fueron torturados y que fueron ejecutados extrajudicialmente. Muestran el grado de crueldad con la que actuaron los perpetradores de este deleznable crimen de Estado, quienes se sienten impunes ante gobiernos que les permiten actuar sin ninguna consecuencia para ellos. Es por eso que hacemos un llamado a los diferentes niveles de gobierno, y a las instancias de procuración de justicia, a actuar en consecuencia y evitar que la violencia y la impunidad sigan siendo los rasgos distintivos de nuestra realidad.

¡14 de octubre no se olvida! ¡Es de lucha combativa!

¡Ni perdón ni olvido! ¡Castigo a los asesinos!

¡Justicia para Ranferi Hernández Acevedo!
¡Justicia para Lucía Hernández Dircio!
¡Justicia para Juanita Dircio Barrios!
¡Justicia para Antonio Pineda Patricio!
¡Justicia para todos los luchadores sociales asesinados!
¡Justicia para Rocío Mesino!
¡Justicia para Marco Antonio Suástegui!
¡Presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa!

¡Presentación con vida de todos los desaparecidos!

¡Libertad para Antonio Barragán Carrasco!

¡Libertad para todos los presos políticos!

¡Ranferi vive, la lucha sigue!

Organización Indígena Campesina Vicente Guerrero

Chilapa de Álvarez, Guerrero, a 14 de octubre de 2025

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Pobladores de Eloxochitlán exigen libertad absoluta para Miguel Ángel Peralta

Pobladores de Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca, exigieron la libertad absoluta del defensor comunitario Miguel Ángel Peralta Betanzos, al considerar que su caso forma parte de una persecución política y jurídica impulsada desde el poder local. Frente al tribunal federal en San Bartolo Coyotepec, denunciaron que el proceso ha estado lleno de irregularidades y exigieron a los magistrados resolver con justicia.

Peralta, indígena mazateco y antropólogo, fue acusado sin pruebas de homicidio y tentativa de homicidio tras un conflicto político en su comunidad. Aunque en 2019 obtuvo una sentencia absolutoria, en 2022 fue condenado a 50 años de prisión. La defensa promovió un amparo directo, último recurso legal disponible, que ahora deberá resolverse con base en nuevos peritajes antropológicos y en el reconocimiento de sus derechos como parte de un pueblo indígena.

Las acusaciones surgieron a partir de la denuncia de Elisa Zepeda Lagunas, actual diputada local de Morena, quien señaló a 34 personas de la comunidad por la muerte de su hermano y un policía. Desde entonces, la comunidad ha vivido un “asedio jurídico” que ha generado más de 200 órdenes de aprehensión y ha desplazado a decenas de familias. “No hemos estado del lado del poder, pero nos asiste la razón”, declaró Peralta desde prisión.

La abogada Araceli Olivos advirtió que el fallo del tribunal será definitivo y que podría marcar un precedente para las demás personas criminalizadas en Eloxochitlán. Además de los peritajes, el caso cuenta con amicus curiae de organismos internacionales que han señalado el uso faccioso del sistema penal. “Una cosa es poner a representantes indígenas en el Poder Judicial, y otra es que resuelvan a favor de los pueblos”, concluyó Miguel Ángel.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Exigen liberar a Kenia Hernández ante años de prisión y tratos inhumanos

A casi cinco años del encarcelamiento de la abogada y defensora indígena Kenia Hernández Montalván, la organización Im-defensoras denunció las graves violaciones a sus derechos y exigió su liberación inmediata como única forma de reparación. El llamado se dio tras el reciente fallecimiento de la madre de Kenia, quien cuidaba a sus hijos menores de edad, y ante la negativa de las autoridades penitenciarias de permitirle asistir al funeral.

La organización denunció que esta decisión no solo contradice lo estipulado en la Ley Nacional de Ejecución Penal, sino que también forma parte de un patrón de tratos “crueles, arbitrarios e inhumanos” cometidos contra la defensora desde su detención en octubre de 2020. Entre estos abusos se encuentran el aislamiento, la negación de atención médica, las restricciones a las visitas familiares y las condiciones de reclusión en penales lejanos a su entorno.

El comunicado advierte que las consecuencias de este encarcelamiento afectan de forma directa a sus hijos, quienes no solo enfrentan la separación prolongada de su madre, sino también la pérdida de su principal cuidadora. “Los daños causados a éstos aún son más flagrantes y exponen la crueldad e inhumanidad de un sistema que persigue a quienes luchan por un mundo mejor”, afirma el texto. También subraya que la negativa al permiso humanitario refuerza la cadena de violaciones que ha enfrentado Kenia.

“La única reparación posible a todo el dolor y sufrimiento causado a Kenia Hernández y a su familia es su inmediata liberación”, concluye la organización. También cuestiona el uso del sistema penal para castigar a quienes defienden derechos humanos, y acusa al Estado mexicano de imponer una justicia “patriarcal, racista y clasista” que ignora los impactos colectivos de sus decisiones.

COMUNICADO:

MÉXICO: ¡Libertad para Kenia Hernández ya! Es la única reparación posible para el daño causado contra ella y su familia.

Kenia Hernández Montalván es una abogada, feminista y defensora de derechos humanos indígena amuzga que desde octubre de 2020 se encuentra injustamente privada de su libertad en México por ejercer su legítimo derecho a la protesta y a defender derechos humanos.

El pasado 7 de septiembre falleció su madre, quien desde el inicio de la reclusión asumió el cuidado de sus hijos menores de edad. Kenia recibió la noticia en el penal Neza Sur, ubicado en Nezahualcóyotl, Estado de México. Ante esta pérdida, la defensora solicitó a las autoridades penitenciarias el permiso humanitario para poder asistir al funeral de su madre y abrazar a sus hijos, quienes acaban de perder a su principal cuidadora. Sin embargo, su solicitud de permiso fue rechazada de manera arbitraria bajo argumentos infundados, como la distancia del traslado. 

Esta decisión injustificada, arbitraria e inhumana de las autoridades penitenciarias no sólo representa una grave violación a los derechos de Kenia y a lo estipulado en el Capítulo IV de Permisos Humanitarios de la Ley Nacional de Ejecución Penal, el cual establece que «la persona privada de su libertad, podrá solicitar al Juez de Ejecución un permiso extraordinario de salida cuando se justifique por enfermedad terminal, fallecimiento de un pariente consanguíneo en línea ascendiente o descendiente de primer grado, cónyuge, concubina o concubinario, o socioconviviente»; además de ello, también ha generado graves impactos emocionales tanto en la propia defensora, que ha sido privada de despedirse de madre, como en sus hijos, quienes han enfrentado el encarcelamiento injusto de su madre y ahora enfrentan el duelo por la pérdida de su abuela, la persona que durante todo este tiempo se había cuidado de  ellos. El sólo uso del pretexto de la distancia para no conceder el permiso es otra prueba de la concatenación de actos arbitrarios y violaciones a derechos que vive Kenia; puesto que esta situación es consecuencia de la omisión del Estado al no garantizarle el derecho a ser recluida en un penal cercano a su entorno familiar, lo que vulnera no sólo su integridad emocional, sino también el vínculo con sus hijos y redes de apoyo. 

Esta no es el primer trato indigno que reciben la defensora y su familia desde su encarcelamiento. Tal y como hemos venido denunciando numerosas organizaciones e instancias internacionales de derechos humanos, Kenia ha enfrentado un patrón sistemático de vulneraciones y violaciones a sus derechos. Entre éstas destaca su reclusión en un penal de máxima seguridad bajo condiciones inhumanas que pusieron en riesgo su salud física, psicológica y emocional. Estas condiciones incluyeron la  negación de acceso a atención médica y a agua potable, control de su correspondencia y situaciones extremas de aislamiento, así como restricciones a las reuniones con su defensa jurídica y a la visita de sus hijos. Frente a este trato indigno, Kenia, quien nunca dejó de alzar la voz por sus derechos ni por los de sus compañeras de reclusión, se declaró en huelga de hambre en dos ocasiones. Gracias a su firmeza, al trabajo incansable de su equipo jurídico y al acompañamiento de organizaciones comprometidas con su causa, se logró su traslado a un centro penitenciario con condiciones menos lesivas para su integridad. 

Cabe recordar que Kenia fue arbitrariamente detenida la noche del 18 de octubre de 2020 en una caseta de peaje del Estado de Puebla y, tras permanecer en paradero desconocido y sin que se le informará sobre su situación durante horas, fue trasladada a un penal del Estado de México. Seis días después, el 24 de octubre, tan sólo una hora después de que una jueza del Estado de México le concediera libertad bajo medidas cautelares, Kenia fue detenida de nuevo, esta vez por orden de un juez federal. Se la acusaba por supuestos de delitos de “robo con violencia armada” y “ataques a las vías de comunicación” en perjuicio de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) y Autovías Concesionaria Mexiquenses. Desde entonces Kenia ha estado presa y ha enfrentado procesos judiciales, de ámbito estatal y federal, por once delitos cuyas penas acumuladas suman más de veinte años de cárcel. 

A poco menos de cinco años de su injusto encarcelamiento, el daño producido por el Estado mexicano sobre Kenia Hernández y su familia es invaluable. Kenia lleva cinco años separada de sus hijos, menores de edad, bajo condiciones de privación de libertad que han generado afectaciones sobre su salud integral, no ha podido despedir a su madre y ahora  enfrenta la incertidumbre de qué pasará con sus hijos tras la pérdida de la persona que los cuidaba. Los daños causados a éstos aún son más flagrantes y exponen la crueldad e inhumanidad de un sistema que persigue a quienes lucha por un mundo mejor y que impone modelos de (in)justicia patriarcales, racistas, clasistas e individualizados y que no tienen en cuentan los impactos colectivos de sus medidas, afectando a familias enteras y comunidades y generando un mayor daño que el que pretenden subsanar. 

Las organizaciones firmantes acuerpamos a Kenia y a su familia, reconocemos la fuerza y los aportes de la defensora, quien aún bajo las peores condiciones de privación de libertad nunca ha dejado de luchar por sus derechos y los de sus compañeras internas; así como la fuerza de su familia y sus hijos, quienes también mantienen de manera incansable la demanda de justicia y libertad para su madre. 

Denunciamos la persecución y el trato cruel e inhumano al que el Estado mexicano ha sometido a la defensora, con cinco años de injusto encarcelamiento, con una condena sumamente larga que no satisface el principio de proporcionalidad ni permite la posibilidad de reinserción a su familia y a la sociedad, con reiteradas violaciones a sus derechos y tratos inhumanos y arbitrarios como negarle la posibilidad de despedir a su madre fallecida y abrazar el dolor de sus hijos. 

Ahora mismo, la única reparación posible a todo el dolor y sufrimiento causado a Kenia Hernández y a su familia es su inmediata liberación. Liberarla supone un acto de justicia y humanidad propio de un  gobierno que afirma estar inmerso en un proceso histórico de transformación. El sistema de justicia debe aplicarse sobre los responsables de los crímenes de lesa humanidad del pasado, o de los miles de asesinatos, feminicidios, desapariciones forzadas y otras violencias que permanecen impunes, y no sobre una mujer indígena que defiende sus derechos y los de su pueblo. 

Organizaciones firmantes:
  • Alianza de Comunidades en defensa de la Cuenca de los Ríos Bobos-Nautla y Tecolutla.
  • Asociación por La Paz y los Derechos Humanos Taula per Mèxic
  • Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) 
  • CIVICUS: Alianza Global para la Participación Ciudadana
  • CNTE-Estado de México 
  • Colectivo Ecocreando
  • Edela, México
  • Espacio de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas (Espacio OSC)
Organizaciones integrantes: ARTICLE 19; Casa del Migrante Saltillo; Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan; Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero (CDHZL); Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA); Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos); Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC); Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca (Consorcio Oaxaca); Instituto de Derecho Ambiental (IDEA); Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes (RedTDT); Scalabrinianas, Misión con Migrantes y Refugiados (SMR); Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz); Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PRODESC). Acompañado por Brigadas Internacionales de Paz (PBI) – Proyecto México
  • Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), en el marco del Observatorio para la Protección de las Personas Defensoras de Derechos Humanos 
  • Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria
  • Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras)
  • Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), en el marco del Observatorio para la Protección las Personas Defensoras de Derechos Humanos
  • Plataforma por La Paz y los Derechos Humanos México – Unión Europea
  • Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México
  • Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos «Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes» (Red TDT)
  • REDIM (Red por los derechos de la infancia en México)
FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.
FECHA: 23 SEPTIEMBRE 2025.

Liberan al defensor mazateco Antonino Pineda en Oaxaca

Después de 17 años de prisión política, el defensor mazateco Antonino Celedonio Pineda Martínez salió libre del reclusorio de Cuicatlán, Oaxaca, celebró este domingo la colectiva Mujeres Mazatecas por la Libertad, de la comunidad de Eloxochitlán de Flores Magón.

Pineda Martínez, campesino de 74 años de edad y originario de Altamira, San José Tenango, permaneció en prisión sin sentencia durante 16 años, hasta que el 11 de septiembre de 2024 fue condenado en un proceso plagado de irregularidades y a pesar de contar con dos amparos, como denunciaron sus familiares y diversas organizaciones.

Pineda fue encarcelado en marzo de 2009, un día después de que policías de San José Tenango ingresaron a su domicilio para llevarse preso a su hijo de quinto año de primaria, como resumió la colectiva en 2024. Cuando los policías ingresaron al domicilio, Antonino no estaba en su localidad, sino en una reunión con personal del entonces INI en otra localidad, pero al regresar fue en busca de su hijo. En la oficina de la autoridad, lo apresaron, y junto con su hijo fue acusado del delito de homicidio “de la misma forma, con las mismas palabras”, recuerdan las Mujeres Mazatecas.

El menor fue liberado, pero Pineda permaneció casi dos décadas en prisión. “Su verdadero delito: ser defensor comunitario, ser una persona activa en favor de la comunidad, como cuando gestionó la entrada de la luz eléctrica y la construcción de la carretera”, destacó la colectiva.

En septiembre de 2024, la familia de Pineda instaló un plantón en el corredor del Juzgado de Huautla de Jiménez para denunciar las irregularidades en la prisión preventiva del mazateco y exigir su libertad, pero la sentencia fue condenatoria.

“Desde Eloxochitlán de Flores Magón, enviamos saludos y abrazos fraternos al compañero Antonino Celedonio Pineda Martínez y a su familia quien luchó incansablemente hasta verlo de regreso en casa”, publicaron en redes las Mujeres Mazatecas por la Libertad.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Detención de García Villagrán es para deslegitimar a quienes defienden DDHH de migrantes: ONG

La aprehensión de García Villagrán se inscribe en un “patrón de criminalización y hostigamiento” contra quienes defienden y acompañan a personas migrantes y refugiadas, especialmente en contextos de alta vulnerabilidad como el que se vive en la frontera sur, denunció el colectivo.

El Colectivo Monitoreo-Frontera Sur, conformado por diversas organizaciones civiles, manifestó su preocupación por la reciente detención del defensor de derechos humanos Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana A.C., conocido por su labor en defensa de personas migrantes en el sur de México. 

La detención de García Villagrán se inscribe en un “patrón de criminalización y hostigamiento” contra quienes defienden y acompañan a personas migrantes y refugiadas, especialmente en contextos de alta vulnerabilidad como el que se vive en la frontera sur, denunció el colectivo en un comunicado.
“La detención de Luis no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia sistemática que busca deslegitimar la labor de quienes exigen respeto a los derechos humanos en el contexto migratorio”, señalaron. 
El Colectivo, integrado por organizaciones como el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, Servicio Jesuita a Migrantes, Red Jesuita con Migrantes - México, La 72 Hogar Refugio para Personas Migrantes, Médicos del Mundo – Francia (MdM), entre otras, exigen la liberación inmediata de García Villagrán y que se garantice su integridad física y legal. 
“Nos preocupan, además, las declaraciones realizadas en la conferencia presidencial de hoy miércoles, que atentan contra el principio de la presunción de inocencia, por lo que exigimos que se garantice el debido proceso y la integridad de Luis García Villagrán, quien es beneficiario del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas desde el 2019 por los riesgos y ataques a su labor”. 
Afirman que el Estado mexicano ha adoptado una política de militarización y contención migratoria, subordinada a los intereses de Estados Unidos, que criminaliza la movilidad humana y a quienes la defienden.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GABRIELA COUTIÑO.

Exigen la liberación de Saúl Rosales Meléndez, defensor del bosque en Tlaxcala

Saúl Rosales, defensor del campo y el bosque en San Pedro Tlalcuapan, Tlaxcala, continúa buscando su libertad tras ser acusado de un crimen que no cometió, por el que fue detenido el 14 de junio del 2022.

En un dossier de prensa, se explica que Rosales fue acusado por el delito de homicidio calificado después de que 400 individuos atacaran a una persona por supuestamente cometer un delito. La culpa del suceso recayó en Rosales por ser el presidente de la comunidad San Pedro Tlalcuapan.

Se afirma que al condenar a Rósales se utilizaron estereotipos sobre los pueblos indígenas. Durante su proceso, las autoridades aseguraron que el linchamiento forma parte de los usos y costumbres del
pueblo de San Pedro Tlalcuapan. «Las autoridades judiciales no recabaron pruebas para saber cuáles son los usos y costumbres del pueblo originario del que es parte Saúl» mencionaron en el dossier.

Finalmente, exigen la libertad de Saúl argumentando que «se le aplicó discriminatoriamente la ley penal». A la par, esperan que se desechen los estereotipos que tradicionalmente existen sobre las personas, pueblos y comunidades indígenas para resolver este caso de manera justa.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Confirma ONU criminalización y detención arbitraria de cinco defensores tseltales en Chiapas

El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU confirmó la criminalización y detención arbitraria de los cinco defensores tseltales de San Juan Cancuc, que desde 2022 permanecen presos en Centro Estatal de Reinserción Social para Sentenciados (CERSS) No. 5 y fueron sentenciados por delitos fabricados a 25 años de prisión por el Poder Judicial del Estado de Chiapas.

La sentencia contra los defensores fue emitida por una juez estatal en mayo de 2023, a pesar de que tres de los cinco tseltales declararon que, después de su detención arbitraria a manos de la policía municipal de San Juan Cancuc, de la Guardia Nacional y del ejército el 29 de mayo de 2022, fueron entregados a la Fiscalía de Justicia Indígena, «quien primero les fabricó el delito de portación de droga y después los involucró en el homicidio que fueron sentenciados», como denunció el Frayba en 2023.

Los otros dos indígenas sentenciados declararon que fueron detenidos de manera arbitraria por elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de la Policía Especializada el 1 de junio de 2022, a las afueras del CERSS No. 5 de San Cristóbal de Las Casas, cuando visitaban a sus compañeros y como represalia por haber sido testigos del operativo y privación arbitraria de la libertad.

Frente al caso, el Grupo de Trabajo que integran nueve organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional, Front Line Defenders y el Indigenous Peoples Rights International (IPRI), envió una misiva en la que reconoció a los cinco sentenciados como defensores de derechos humanos y denunció que «su criminalización se debe precisamente a su labor de defensa de la tierra y el territorio y al hecho de pertenecer a la etnia tzeltal, discriminación que se extiende incluso a su falta de dominio del español».

En la carta dirigida a las autoridades mexicanas, las organizaciones reiteraron que la detención de Manuel Sántiz Cruz, Agustín Pérez Domínguez, Juan Velasco Aguilar, Agustín Pérez Velasco y Martín Pérez Domínguez se realizó sin una orden de aprehensión y sin que los detenidos fueran informados de los cargos que se les imputaban. «Tampoco fueron llevados ante un juez una vez fueron arrestados. La orden de aprehensión fue emitida a posteriori, pero antes de que la Fiscalía la solicitara, lo que evidenciaría la parcialidad del Juez en el desarrollo del proceso penal», acotaron.

Añadieron que las pruebas presentadas por la Fiscalía en los dos juicios contra los defensores «muestran incongruencias», entre ellas la falta de datos sobre la ubicación de la víctima durante un período clave, la omisión del protocolo de primer respondiente, deficiencias en la determinación de la causa de la muerte, contradicciones entre la necropsia y los dictámenes periciales, ausencia de identificación formal del fallecido, peritos sin cédula profesional y conclusiones médicas que no se corresponden con el contenido del dictamen. «A su vez, las lesiones descritas no coinciden entre los distintos informes ni con el cadáver», destacaron.

Frente a las irregularidades, el Grupo de Trabajo exigió al gobierno mexicano la libertad inmediata de los cinco defensores tseltales y que les conceda el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación de conformidad con el derecho internacional, así como que investigue de manera «exhaustiva e independiente» la privación arbitraria de libertad de los cinco individuos y adopte las medidas pertinentes contra los responsables de la violación de sus derechos.

COMUNICADO:

Estimadas Señoras y Señores,

Nos dirigimos a ustedes con el fin de expresar nuestra preocupación por la situación de los cinco defensores tzeltales criminalizados Manuel Santiz Cruz, Agustín, Pérez Domínguez, Juan Velasco Aguilar, Martín Pérez Domínguez y Agustín Pérez Velasco, arbitrariamente detenidos en 2022 y desde entonces presos en el Centro Estatal de Reinserción Social para Sentenciado (CERSS) n° 5, a la luz de la reciente publicación de la opinión emitida el 4 de abril de 2025 por el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias acerca de su caso._

El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU realizó una visita a México y al Estado de Chiapas en septiembre de 2023, y tras recibir información sobre el caso de diferentes fuentes, transmitió sus alegatos al Gobierno de México el 22 de julio de 2024. La respuesta del Gobierno fue recibida el 18 de octubre de 2024. El 4 de abril de 2025 el Grupo de Trabajo emitió una opinión en la que se destacan una serie de deliberaciones referentes a las violaciones de derechos humanos cometidas contra los cinco detenidos en el marco tanto de su arresto como de su proceso judicial:

• La detención de los cinco se realizó sin una orden de aprehensión y sin que los detenidos fueran informados de los cargos que se les imputan. Tampoco fueron llevados ante un juez una vez fueron arrestados. La orden de aprehensión fue emitida a posteriori, pero antes de que la Fiscalía la solicitara, lo que evidenciaría la parcialidad del Juez en el desarrollo del proceso penal.

• No existían razones para la aplicación de la prisión preventiva oficiosa, revelando la aplicación arbitraria de un mecanismo que debe ser la excepción y no la normal.

• Manuel Sántiz Cruz, Agustín Pérez Domínguez y Juan Velasco Aguilar fueron sometidos a desaparición forzada durante las 24 horas que siguieron a su detención.

• Los detenidos no tuvieron acceso a un intérprete español – tzeltal ni en el momento de su detención ni en su proceso judicial hasta la reposición de las audiencias.

• Las pruebas presentadas por la Fiscalía en los dos juicios muestran incongruencias como la falta de datos sobre la ubicación de la víctima durante un período clave, la omisión del protocolo de primer respondiente, deficiencias en la determinación de la causa de la muerte, contradicciones entre la necropsia y los dictámenes periciales, ausencia de identificación formal del fallecido, peritos sin cédula profesional y conclusiones médicas que no se corresponden con el contenido del dictamen. A su vez, las lesiones descritas no coinciden entre los distintos informes ni con el cadáver.

Además, el Grupo de Trabajo reconoce a los cinco sentenciados como defensores de derechos humanos, y considera que su criminalización se debe precisamente a su labor de defensa de la tierra y el territorio y al hecho de pertenecer a la etnia tzeltal, discriminación que se extiende incluso a su falta de dominio del español.

En consecuencia, solicita que:

• El Gobierno de México ponga en libertad inmediata a Manuel Santiz Cruz, Agustín Pérez Domínguez, Juan Velasco Aguilar, Martín Pérez Domínguez y Agustín Pérez Velasco y les conceda el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación, de conformidad con el derecho internacional.

• El Gobierno de México lleve a cabo una investigación exhaustiva e independiente de las circunstancias en torno a la privación arbitraria de libertad de los cinco individuos y adopte las medidas pertinentes contra los responsables de la violación de sus derechos.

Existe un marco de obligatoriedad al que el Estado Mexicano se debe adherir ya que, como miembro activo de la Organización de las Naciones Unidas desde 1945, ha asumido compromisos claros en materia de derechos humanos, los cuales incluyen el respeto y la atención a los mecanismos internacionales. En particular, ante las opiniones del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la ONU, el Estado Mexicano se compromete legal y políticamente a tomar en cuenta sus opiniones y a actuar en consecuencia. Esto se basa en la Resolución 30/30, en la que se solicita a los Estados considerar seriamente las opiniones del Grupo de Trabajo, tomar las medidas necesarias para corregir las situaciones denunciadas e informar sobre las acciones adoptadas. También se basa en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que establece que corresponde a la Secretaría de Gobernación — a través de sus instancias competentes — vigilar el cumplimiento de los derechos humanos y dar seguimiento a las recomendaciones emitidas por organismos internacionales. Esto se demuestra argumentado en la sentencia RA (P) 298/2022 del Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Decimoctavo Circuito del Estado de Morelos, la cual resuelve la omisión por parte de las autoridades de proveer medidas de reparación integral en favor de la quejosa.

Cabe señalar que la Relatora Especial sobre la situación de las personas defensoras de los derechos humanos y el Relator Especial de Pueblos Indígenas de la ONU emitieron una comunicación conjunta el 9 de octubre de 2024 en la que llamaron la atención del Gobierno Mexicano acerca de la presunta detención arbitraria, uso indebido del derecho penal e imposición de sentencias de forma desproporcionada contra diversas personas defensoras de derechos humanos, incluidos Agustín Pérez Velasco, Martín Pérez Domínguez, Juan Velasco Aguilar y Agustín Pérez Domínguez. Recuerda al Estado Mexicano sus obligaciones internacionales y solicita información relativa a los casos objeto de la comunicación. En la respuesta del Estado a la comunicación el caso de los defensores de San Juan Cancún no ha sido abordado.

También queremos expresar nuestra preocupación por las violaciones de derechos humanos que el Movimiento Sueco por la Reconciliación SweFOR ha podido observar en su labor de acompañamiento y documentación, tanto en el marco de la detención como en las audiencias y en sus visitas a la cárcel. Dicha organización estuvo presente durante la detención de Agustín Pérez Velasco y Martín Pérez Domínguez, pudiendo atestiguar el desproporcionado uso de la fuerza y la actitud intimidatoria de los agentes, que negaron a los detenidos y a sus abogados visionar la orden de aprehensión, conocer los motivos del arresto y conocer sus derechos como detenidos. Durante las audiencias de primera instancia observó los tratos discriminatorios por parte del tribunal hacia las personas tzeltales presentes en el juicio, así como su trato abiertamente amenazante e intimidatorio contra los abogados defensores. A su vez, ha sido sistemática la obstaculización del proceso judicial, que se ha manifestado en constantes cancelaciones de audiencias o en la negación del acceso a observadoras internacionales y prensa. También es remarcable el impacto que SweFOR ha podido contemplar en los cinco defensores a lo largo de sus visitas al penal: la situación de criminalización y las condiciones de vida de la cárcel han derivado en afectaciones médicas cuyo abordaje no ha sido en absoluto facilitado por las autoridades carcelarias, mientras que los cambios en los protocolos de visitas han restringido enormemente las posibilidades de las familias de poder acompañarlos, con el impacto impacto psicológico que ello conlleva. Algunas de estas preocupaciones han sido recogidas en varias misivas enviadas a las autoridades en ocasiones previas.

A las autoridades del Estado Mexicano y del estado de Chiapas solicitamos:

Cumplir con la opinión emitida por el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias, y que se traduce en la liberación inmediata de Manuel Sántiz Cruz, Juan Velasco Aguilar, Augustín Pérez Domínguez, Agustín Pérez Velasco y Martín Pérez Domínguez; la investigación de las autoridades responsables de su criminalización, y la reparación integral de todos los daños causados.

Cumplir con sus obligaciones internacionales en materia de protección y garantía de los derechos humanos de los pueblos indígenas y personas defensoras de derechos humanos, así como los pactos en los que México es firmante, particularmente la Resolución 30/30 de 2016, aprobada por la Asamblea General de la ONU.

Garantizar la no repetición de la privación arbitraria de la libertad a defensoras y defensores de derechos humanos, así como de otras estrategias de criminalización.

A las representaciones diplomáticas y a la comunidad internacional, solicitamos:

Llamar al Estado mexicano a cumplir con la opinión del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias y poner en libertad inmediata a Manuel Sántiz Cruz, Juan Velasco Aguilar, Augustín Pérez Domínguez, Agustín Pérez Velasco y Martín Pérez Domínguez; a investigar a las autoridades responsables de su criminalización, y a la reparación integral de todos los daños causados.

Que se pronuncien públicamente sobre la opinión del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias acerca del caso de los cinco detenidos de San Juan Cancuc, e insten a las autoridades estatales y federales a ponerlos en libertad de forma inmediata, a investigar a las autoridades responsables de su criminalización, y a la reparación integral de todos los daños causados.

Instar al Estado mexicano a cumplir sus obligaciones internacionales en materia de protección y garantía de los derechos humanos de los pueblos indígenas, personas defensoras de derechos humanos y garantías para el debido proceso.

Esperando que esta carta les resulte de interés y motive su actuación, les agradecemos de antemano su atención y quedamos atentas a las respuestas a la presente carta.

Amnistía Internacional | Asociación por la Paz y los Derechos Humanos Taula per Mèxic | Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), en el marco del Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos | Front Line Defenders | Movimiento Sueco por la reconciliación – SweFOR – |
Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), en el marco del Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos |
Servicio Internacional para la Paz, SIPAZ | The Indigenous Peoples Rights International

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.