Dos familias hondureñas tienen esperanza de encontrar con vida a sus hijos después de poco más de tres años de haber desaparecido en México: fueron vistos comiendo en un albergue para migrantes, los identificaron deambulando por las calles en una ciudad del norte del país y hace unas semanas sus teléfonos celulares registraron una llamada perdida.
Seis madres y un padre que son parte de la Red Regional de Familias Migrantes han iniciado la Tercera Brigada Internacional de Búsqueda, que comprenderá trabajos en Hermosillo, Nogales, Caborca, San Luis Río Colorado y Mexicali hasta el 13 de mayo.
México atraviesa la más severa crisis humanitaria de su historia con más de 120 mil desaparecidos y 72 mil cuerpos sin identificar, situación agravada desde el 2018. En este contexto se han formados decenas de colectivos de búsqueda, uno de ellos es la Red Regional de Familias Migrantes, que básicamente integra a personas de Centroamérica.
Una de las casos más antiguos es el de Oscar López Enamorado, que cumple ya 15 años sin ser localizado por Ana Enamorado, su madre y fundadora del colectivo. Durante este proceso han influido para realizar procesos más precisos, como el establecimiento del Protocolo Homologado para la Búsqueda de personas Desaparecidas.
También han recopilado testimonios de gran valor que proyectan la gravedad de la crisis de desaparición, como el de que los «polleros» o coyotes entregan a migrantes tanto a la policía mexicana como a la centroamericana, que el reclutamiento forzado es para que trasladen maletas de droga y que los migrantes son obligados permanecer en sus filas al menos dos años.
Previo a esta nueva jornada de búsqueda pareciera que cuentan con más piezas de un enorme rompecabezas de información. Sin embargo, aunque la esperanza es notoria, la secrecía también.
AUTOR: GERARDO MAGALLÓN.
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