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Madres buscadoras apoyan protesta de trabajadores judiciales; su lucha es la misma

Familiares de desaparecidos señalan que las carencias materiales, organizativas y de personal afectan la eficacia de las investigaciones y la atención a las víctimas indirectas de desaparición, configurando un problema sistémico.

A pesar de que las protestas incrementan los rezagos en la búsqueda de justicia, familias buscadoras de la capital mexicana no sólo respaldaron las movilizaciones de los trabajadores del Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses (Incifo) y de la Coordinación de Investigación Forense y Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), sino que también consideraron que era necesario que se pronunciaran.

Las familias buscadoras consideran que estas movilizaciones exponen deficiencias estructurales profundas en las instituciones encargadas de la investigación forense y la impartición de justicia. Señalan que las carencias materiales, organizativas y de personal afectan directamente la eficacia de las investigaciones y la atención a las víctimas indirectas de desaparición, configurando un problema sistémico que requiere respuestas institucionales profundas y sostenidas.

Para Jaqueline Palmeros, madre buscadora de larga data, es injusto considerar que las protestas promovidas por los expertos en materia forense y criminalística implican un retraso en la impartición de la justicia, pues desde “bastante tiempo antes” las familias buscadoras han identificado una serie de fallas estructurales de ambas instituciones. Habla de temas que obstruyen las investigaciones, como falta de recursos materiales, fallas en la identificación de cuerpos, así como con su conservación, resguardo y una ineficiente, “por no decir inexistente”, recolección de perfiles genéticos.

En entrevista con Proceso, la integrante del colectivo Una Luz en el Camino, reconoce que las protestas y la suspensión de labores ocasionarán afectaciones en el desarrollo de los casos de personas desaparecidas, aun así sentencia: “Ya era justo y necesario que no solamente el reclamo viniera de las familias, sino de los propios trabajadores. Estoy de acuerdo en que se sumen al paro, estoy de acuerdo en que alcen la voz porque humanamente no es posible que ellos sigan trabajando así”.

Habla en nombre de las familias que integran el colectivo, con las que ha compartido la experiencia de buscar un desaparecido, cuando dice es “humanamente válido” que los profesionales exijan que se hagan valer sus derechos laborales, pues encuentra una relación directa y clara entre las condiciones que enfrentan al interior de las instituciones con su desempeño y la atención que brindan a las víctimas: “Nosotros hemos trabajado muy cerca con ellos, les faltan muchos recursos”.

Al mismo tiempo, lamenta: “Las condiciones del Incifo están en el aire y al igual que las condiciones de las carpetas judicializadas, que no se han podido llevar a cabo inclusive diligencias, oficios de órdenes de aprehensión, notificaciones y ese tipo de cosas que dependen de un juez, justamente por el paro”.

Fallas estructurales

Jael Montserrat Uribe Palmeros fue vista por última vez el 24 de julio de 2020 y sus restos fueron encontrados en el paraje Llano de Vidrio, durante la Cuarta Brigada Regional Ajusco 2024.

Por más de cuatro años, su madre Jaqueline Palmeros no perdió la esperanza de encontrarla y en el camino acumuló experiencia en la búsqueda de personas desaparecidas. También aprendió a manejarse ante las instituciones y a observar su funcionamiento.

Habla con la certeza de la experiencia cuando apunta las grandes fallas estructurales que los buscadores de la capital mexicana enfrentan en el Incifo y la Coordinación de Investigación Forense y Servicios Periciales de la Fiscalía local: falta de recursos materiales, una ineficiente recolección de perfiles genéticos y fallas en la identificación de cuerpos, su conservación y resguardo.

Cuando lanza las acusaciones, inmediatamente las respalda con hechos concretos, comienza refiriéndose al caso de su propia hija: “No pudieron darle un perfil genético en el Incifo, por eso el día de la entrega tardaron tanto”.

Después menciona el caso de Margarita Cuevas Suárez, que fue vista por última vez el 4 de junio de 2022 en la colonia Ampliación Tepepan, de la alcaldía Xochimilco. Su cuerpo fue encontrado 13 días después en los límites del estado de Morelos, pero las autoridades no notificaron a la familia de la víctima y no fue reconocido hasta diciembre de 2024.

Como un caso polémico y representativo, agrega el de Julio César Cervantes Cabañas, quien padecía una discapacidad mental y desapareció a los 47 años, el 20 de septiembre de 2021, en la alcaldía Álvaro Obregón. Su cuerpo fue encontrado en enero de 2024, pero su familia fue notificada diez meses después, porque el Incifo no cotejó la información genética y los restos fueron donados sin consentimiento a la escuela de medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

“Ellos no pudieron ser perfilados debido a la falta de recursos. Julio César solamente fue identificado por dactiloscopia, en el caso de Margarita Cuevas, pues no había personal que pudiera hacer un colegiado, entonces nosotros hemos estado apuntando mucho a la falta de interés por parte del Poder Judicial y de verdad sí ha afectado todo esto que a ellos les hacen internamente, a la familia buscadoras”, agrega Palmeros.

Estas fallas estructurales en los servicios forenses no son recientes ni fortuitas. En la tercera entrega de la serie documental “Metrópoli de los desaparecidos”, Proceso documentó fallas en los servicios forenses de la capital que se remontan a la administración como jefa de Gobierno de la ahora presidenta Claudia Sheinbaum.

Durante su gestión, en la ciudad se registró una baja en el registro de homicidios, sin embargo, académicos identificaron que en el servicio forense no se estaban llenando todos los requisitos en las actas de defunción para que las muertes violentas sean contadas como homicidio.

Lo anterior representó un aumento en el número de reportes de personas desaparecidas, cuyos cuerpos fueron enviados a las fosas comunes sin los requerimientos establecidos por la ley.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: XIMENA AROCHI.

“Diez de mayo no es día de fiesta, es de lucha y protesta”: madres buscadoras de Veracruz

Una lluvia anormal marcó el sábado 10 de mayo en esta ciudad. Un frente frío golpeó el Golfo de México, desde el puerto de Veracruz hacia el centro, pero la lluvia no fue suficiente para detener a quienes buscan a sus seres queridos. En la capital del estado hay dos marchas simultáneas. Frente al panteón, la carretera es cuesta abajo, o cuesta arriba -depende del punto de vista-, y la lluvia se convierte en un pequeño río que está justo debajo de la acera. La gente que cruza la calle se moja los pies.

La más concurrida es la que parte del panteón y llega frente al edificio de gobierno. Son poco más de cien, la mayoría familiares de los que ya no están. Una madre al final de la manifestación dice «recuerdo cuando, antes de 2010, podía volver a casa por la noche, sola». Otra, más joven, aún no ha cumplido los 40, dice: «Mi único miedo hasta hace unos quince años era quedarme embarazada si no quería. Hoy todo ha cambiado». La rabia es fuerte, rabia no sólo por la ausencia de un familiar o un ser querido. Hay rabia porque no hay ningún cambio a la vista. La confianza que madres, padres, hijas e hijos de desaparecidos habían depositado en Andrés Manuel López Obrador se ha acabado. «El ninguneo no lo voy a decir, porque no se lo merece, sólo nos recibió una vez. Éramos casi cien madres buscadoras de todo México. Se paró a 10 metros de nosotras. Los que se sentaron en la presidencia después de él niegan el problema, la ONU está al ataque, ¿cómo se nos ocurre tener un interludio con ustedes? Sí, hablamos entre nosotros, porque parece que los políticos no saben lo que pasa, ni siquiera conocen las leyes y las instituciones encargadas de la investigación. Tenemos que contárselo todo». Llora mientras habla, y toca la foto de su hijo en la camisa blanca que muestra a pesar de la lluvia.

En Veracruz hay más de 7 mil desaparecidos de los que no se sabe nada, y por eso, a pesar de su cercanía con Ciudad de México, a diferencia de otros colectivos de otros rincones de el país, han decidido manifestarse en las calles de la ciudad y no cubrirse en la capital federal. ¿Por qué? “Porque muchas veces la responsabilidad y los responsables de las desapariciones no están en los palacios federales, sino en las calles de las ciudades. La pobreza, la ausencia del Estado, la ausencia de instituciones, acerca a los criminales a personas que no creen tener futuro. Los intereses de los gobernantes hacen el resto», me dice una hija que busca a su papá. «La culpa, sin embargo, es de todos y de todas», añade una de las hijas que busca a su mamà, «es culpa de todos y de todas porque no sólo son los que están en el poder, no sólo son los que se acercan a los grupos criminales, no sólo son los que lo hacen por interés para hacer desaparecer o matar. También es culpa nuestra haber permitido, día tras día, todo esto, Sólo después de que nos golpea, sólo después de que desaparece alguien a quien queremos, sólo en ese momento nos damos cuenta del sistema de control del territorio. El silencio, el desinterés, son parte del problema».

Después de más de una hora bajo el edificio del gobierno, suena la música bajo la lluvia. El primer momento de distensión tras una marcha llena de estribillos. El más coreado es «El 10 de mayo no es un día de fiesta, es un día de lucha y protesta», seguido de «¿Dónde están, dónde están nuestros hijos donde estan?». Poco después de que sonara la música, la policía de tránsito reabrió la carretera que pasa por delante del edificio gubernamental; los manifestantes no se marcharon, sino que se apartaron a un lado de la carretera. Saludos, abrazos, besos, lágrimas son el esbozo de un día de lucha importante y agotador para los que esperan, hora tras hora, poder reír y bromear con los que un día no han vuelto a casa y no saben a qué atenerse.

VIDEO: 


FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: ANDREA CEGNA.

Madres buscadoras de Chiapas exigen creación de Consejo Ciudadano

En Chiapas, 1546 familias no celebraron el día de la madre porque les falta algún ser querido. Así lo señaló el Grupo de Trabajo contra la Desaparición en Chiapas, conformado por buscadoras y organizaciones acompañantes, durante el acto que se celebró en San Cristóbal de Las Casas este 10 de mayo. En su comunicado, el grupo de trabajo también criticó la ulterior militarización de la vida pública que ha sido impulsada por el nuevo gobierno estatal: “Los operativos policiacos no cambiarán el rumbo de la región si no se atiende a las Madres Buscadoras y no se revisan las causas históricas de la desaparición”, indica.

Durante el mitin en el parque central de la ciudad chiapaneca, las buscadoras pusieron un altar construido con picos y palas en memoria de las madres que murieron antes de encontrar a sus hijos, y de las once buscadoras que han sido asesinadas en México.

“Es importante recordarlas y alzar la voz, pues matar a alguien que busca a su hijo es algo que no podemos entender”, dijo Reina Guadalupe Morales Cruz, de Junax Ko’tantik – Comité de familiares de migrantes chiapanecos desaparecidos, que busca a su hermano Abraham Morales Cruz, desaparecido en Sonora el 19 de agosto del 2015.

Una las demandas principales de Junax Ko’tantik es la conformación del Consejo Ciudadano, uno de los órganos que de acuerdo con la ley tendría que conformar el Sistema Estatal de Búsqueda de Personas. “En el Consejo Ciudadano participan familiares de desaparecidos y organizaciones acompañantes para que nuestra voz sea escuchada y tenga más peso. Es muy necesario para presionar al Estado”, añadió Patricia del Carmen Ton Méndez, de Junax Ko’tantik, que busca a su hijo Hugo Francisco Ton Méndez, su nuera Karina del Carmen Ruiz Guillén y el hermano de ella, Carlos Alfredo Ruiz Guillén, que desaparecieron el 16 de abril del 2019 en un Wal-Mart de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Por su parte, Griselda Pineda Herrera, de Voces Mesoamericanas, organización que acompaña a Junax Ko’tantik, explicó que el Consejo Ciudadano, de acuerdo con la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de 2017, tuvo que ser nombrado por los Congresos de los Estados a los 90 días de la entrada en vigor de las leyes estatales que regulan la materia. En el caso de Chiapas esta ley entró en vigor en octubre de 2019, sin embargo el Consejo Ciudadano todavía no ha sido instalado.

Las buscadoras chiapanecas y las organizaciones que las acompañan dudan que el nuevo gobierno signifique un cambio real en las políticas públicas relacionadas con la búsqueda de las personas desaparecidas, y temen que la creación del Consejo Ciudadano aún sea una promesa sin cumplir. “Este órgano tiene que ver con la participación de las víctimas y creo que lo que menos desea el Estado es que participen. Lo que quiere, al contrario, es que se desgasten y dejen de buscar”, concluyó Griselda.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: ORSETTA BELLANI.

“10 de mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta”: mamás reclaman omisiones y falta de reconocimiento del Estado

Cientos de mamás, familiares y personas solidarias marcharon en la capital del país y otras entidades para reclamar al Estado por sus desaparecidos y recordar que las madres encontrarán la verdad.

Socorro Gil Guzmán es mamá de Jhonatan Guadalupe Romero Gil, desaparecido por policías municipales de Acapulco el 5 de diciembre de 2018 cuando tenía 26 años, en un país donde el gobierno insiste en rechazar la existencia de desapariciones forzadas. 

Junto a cientos de madres que lo han hecho desde hace 13 años, Socorro salió este 10 de mayo a las calles de la capital mexicana para resignificar la palabra dignidad y la palabra madre.

Así lo dijeron desde las escalinatas del Ángel de la Independencia las mamás que marcharon desde el Monumento a la Madre entre consignas como “Las madres no se rinden, las madres no se van, nos hace falta un hijo y lo venimos a buscar” o “No, no, no, no es un hecho aislado, las desapariciones son crímenes de Estado”. 

Desde la colectiva Memoria, Verdad y Justicia de Acapulco, Socorro recuerda cómo el día que desapareció su hijo iba acompañado de otro joven para jugar en una cancha ubicada muy cerca del zócalo de Acapulco. Se los llevaron a los dos, y al día siguiente el cuerpo del amigo fue hallado con signos de tortura. 

“Mi hijo sigue sin aparecer. En la fiscalía cometieron muchas omisiones, como desaparecer las pruebas de un video donde fueron a tirar a Carlos, que es el amigo de mi hijo. Me amenazaron, me persiguieron, me desplazaron, sufrí persecución y desplazamiento del estado de Guerrero, por la misma fiscalía, que fue la que se encargó de cubrir a todos los perpetradores”, relata.

Jornadas de memoria

Las jornadas de memoria por hijas e hijos desaparecidos comenzaron desde la tarde del viernes, cuando el Frente de familias de personas desaparecidas de la CDMX Luxiérnagas instaló un Árbol de la Memoria junto a la Fiscalía Especializada en la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas (Fipede) de la capital, con fotos de sus seres queridos desaparecidos.

Más tarde, veladas en el Monumento a la Madre y el Zócalo capitalino recordaron a las 27 mamás que han sido asesinadas en la búsqueda de sus hijos, así como tres que permanecen desaparecidas, con velas, imágenes y flores que encendieron las causas de la lucha mientras caía la noche.

Frente a las puertas de Palacio Nacional, durante la madrugada del 10 de mayo, un grupo de madres de víctimas de feminicidio encabezó la velada y protestó para que sus hijas, que no han encontrado justicia, sean nombradas.

Irinea Buendía, madre de Mariana Lima Buendia, víctima de feminicidio en 2010, estuvo al frente del acto de memoria haciendo un llamado a las autoridades recordándoles que “no llegaron todas, faltan nuestras hijas”. Clara Yañez Lopez, Antonia Alemán Andrade y Lidia Florencio también se acompañaron durante la madrugada de memoria por sus hijas Karla, Kari y Diana. 

Compartieron el sentir de un 10 de mayo doloroso, en el que sus hijas no están. El día, como para tantas otras, se ha resignificado mediante la protesta, acompañamiento y conmemoración. “No tenemos nada que festejar”, señaló Clara Yañez, mamá de Karla Marisol Valencia Yañez.
Ya en las primeras horas del 10 de mayo, el Monumento a la Madre fue escenario de un evento de memoria y oración, con elementos de diferentes espiritualidades y creencias religiosas, en el que a las mamás las acompañó la exigencia y la rabia, pero también el canto y la oración. 

“Marchamos juntas, hasta llegar a la justicia”

“Marchamos juntas, hoy, como signo de esperanza, hasta llegar a la justicia”, dijeron las mamás antes de enfilarse hacia Paseo de la Reforma para tomar el trayecto al Ángel de la Independencia. Una vez ahí, desde las escalinatas recordaron que al país le faltan más de 126 mil personas, no solo a sus familias.

“Decidimos este día que se conmemora en nuestra cultura, el 10 de mayo, salir al centro del país a demandar, a exigir la búsqueda y localización de nuestros hijos, de nuestros seres queridos, que aún no los hemos encontrado. El Estado mexicano ha fallado, y sigue estando en deuda con nosotras. Por eso, hoy estamos aquí congregadas”, se escuchó desde las escalinatas. 

Las madres recordaron que entre otras omisiones, no se ha querido fortalecer a las fiscalías y a las comisiones de búsqueda para que de verdad hagan su trabajo. Además, acusaron que las han desgastado en reuniones que no las acercan a encontrar a sus seres desaparecidos. 

“Ya basta de tanta farsa, señora presidenta Claudia Sheinbaum, debe saber que no nos engaña con falsas promesas, con falsas reformas que no son la solución, que no nos dan la verdad y justicia, que no se dan estrategias para frenar, para prevenir, la escalada de desapariciones. La solución va más allá.

“No somos ignorantes, somos personas sujetas de derechos; tenga respeto por nuestra lucha y nuestro dolor; en la medida que opte por romper con los pactos de impunidad, podremos empezar a confiar en usted. Un signo de voluntad política implica iniciar una reestructuración de la Fiscalía General de la República y procesos contra quienes han llevado al país a esta grave crisis de derechos humanos”, sostuvieron.

Adicionalmente, apoyaron y saludaron la decisión del Comité contra la desaparición forzada de la Organización de las Naciones Unidas de invocar el artículo 34 de la Convención Internacional para la protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, que implica la apertura —por primera vez en la historia— de un procedimiento especial a México ante la posibilidad de que estén ocurriendo desapariciones forzadas de manera generalizada y sistemática. 

“El Comité ha seguido la situación en México por más de 10 años. Su decisión no es contra un proyecto de gobierno, es para proteger a las víctimas actuales y potenciales. Señora presidenta, Claudia Sheinbaum, se trata de que como representantes del Estado mexicano, con un poco de humildad y de responsabilidad, miren sus debilidades y limitaciones, y acuerden con el secretario general de Naciones Unidas un mecanismo independiente de investigación y de impulso a la verdad y la justicia con un componente de búsqueda e identificación”, pidieron.

“No nos escuchan, nos minimizan y nos revictimizan”

A Socorro, en lo personal, le da muchísimo coraje que el gobierno de México no reconozca plenamente la existencia de desapariciones forzadas: “Quisiera poder tener enfrente a este gobierno y decírselo en su cara, que se supone que era un gobierno para el pueblo, y este gobierno nos traicionó, porque no tenemos apoyo ni del gobierno municipal ni del gobierno estatal, y menos del gobierno federal. No nos escuchan, nos minimizan, nos revictimizan y desaparecen a nuestros hijos por dos, tres, cuatro ocasiones”, reclamó al pie del Ángel de la Independencia.

En el caso de su hijo, cuenta, hay incluso una carpeta de investigación abierta por desaparición forzada, gracias a testigos que declararon que fueron policías municipales quienes se lo llevaron, cuando solo estaba apoyando a su amigo a poner una denuncia contra su empleador en un bar. Socorro acusa que en la investigación no hay avances porque desaparecieron todas las pruebas de la carpeta. “Actualmente, la carpeta la tiene la ONU y está exigiendo que se llame a citar al fiscal porque él fue el que detuvo la diligencia con los nueve policías que ya habían citado”, agrega.
Como dicen las madres que buscan, que marchan y que toman el altavoz en el Ángel de la Independencia, quizá el gobierno no ordena las desapariciones, pero las solapa, las sigue permitiendo a sabiendas de la estadística y las consecuencias, y ha perpetrado y mentido a la comunidad internacional. 

“Las madres no se rinden, las madres no se van, nos hacen falta nuestros hijos y los tenemos que buscar”, se escuchó durante diferentes momentos de la protesta. La jornada también tuvo como objetivo recordar, a cada paso y en cada consigna, a las mamás que ya no están. 

“Este 10 de mayo, en el cual nada tenemos que celebrar, también marchamos y gritamos los nombres de las madres que ya no están en vida, para tenerlas presentes y recordar a las autoridades que para ellas no hubo verdad y justicia, y también para exigir que cesen los feminicidios, los ataques y las violaciones a los derechos humanos hacia las madres que, día a día, salen de sus hogares en busca de sus seres amados, haciendo el trabajo de la autoridad, y por ello han sido víctimas de estos hechos tan lamentables”, denunciaron en las escalinatas del Ángel. 

“10 de mayo no es de fiesta”

“10 de mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta” y “dónde están, nuestros hijos, dónde están”, se escuchó durante el avance de la marcha por Paseo de la Reforma, pero también en sus puntos de salida y destino. Madres del colectivo Una luz en el camino, de la Ciudad de México, se sumaron a esas voces e hicieron énfasis en que se reconozcan las desapariciones en todas las entidades. Pidieron que se haga justicia para sus desaparecidos; este 10 de mayo, dijeron, no pueden celebrar porque les hacen falta sus hijos.

“Que busquen, que realmente hagan su trabajo, que se pongan en los zapatos de las madres, de los padres, de los hijos, de los esposos en busca de nuestros seres queridos que están desaparecidos”, pidió Verónica Apodaca, quien busca a su hijo Bryan Quintero Apodaca, desaparecido el 15 de julio de 2016 en la alcaldía Gustavo A. Madero. 

Ella marchó bajo la misma convicción que muchas otras, y desde el reconocimiento de que la colectividad que encontró hace cinco años ha hecho la diferencia. “No nos rindamos, las madres nunca nos vamos a rendir, y no vamos a permitir que nos apaguen las voces ni las exigencias”, se escuchó desde esa colectividad antes de que las escalinatas del Ángel comenzaran a vaciarse.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MARCELA NOCHEBUENA.

'Estamos muertos en vida': Buscadoras protestan por sus desaparecidos este Día de las Madres

En la marcha, participaron familias que llevan más de cuatro sexenios presidenciales -desde el exmandatario Felipe Calderón (2006-2012) hasta el actual- esperando una respuesta por parte del Estado mexicano, y reconocen que “el tema de los derechos humanos es muy lento”.

Miles de madres marcharon este sábado, Día de las Madres, para exigir verdad, justicia y reparación por lo más de 127 mil desaparecidos en el país y que no se desaparezca ni se asesine a las personas que se dedican a la búsqueda de sus seres queridos.

“Estamos muertos en vida, no nos sabe la comida, no nos sabe la vida”, confiesan Teresa y Héctor Águila, una pareja que busca desde hace dos años a su hijo, un joven de 27 años que desapareció en Jalisco, donde se ubica el Rancho Izaguirre, el presunto “campo de adiestramiento” del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Ambos recorrieron el país para llegar a la ‘XIII Marcha nacional de madres buscadoras’, que arrancó en el Monumento a la Madre y finalizó en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México.

Entre cientos de pancartas y nombres de desaparecidos, la familia de Héctor Águila pidió a grito abierto que “las autoridades federales hagan algo en materia de la desaparición forzada, porque dicen que no existe”.

“Quisiera que (las autoridades) nos acompañen un día a Jalisco (…) y vean cómo están matando a las madres buscadoras; en el mes de abril nos mataron a dos, tenemos miedo”, afirma Héctor, refiriéndose a asesinatos como el de la buscadora María del Carmen Morales y su hijo Jaime Daniel Ramírez.

El miedo de buscar y ser asesinado

Gloria Carmona, madre buscadora del Colectivo Amor por los Desaparecidos en Tamaulipas y que no localiza a su hijo, Bernardo Iván Pérez, desde 2021, dijo a EFE que el miedo a ser asesinada es latente.

“He trabajado en campo con mis manos. Hemos tenido que sacar a muchas personas que, hasta el momento, no sé quiénes son. Tengo una frustración muy grande, porque, a pesar de todo lo que hemos sacado en dos años, no tengo una respuesta”, confirma con un nudo en la garganta al saber que ya van más de 29 personas buscadoras asesinadas en México.

Carmona, al igual que muchos familiares, es responsable del hallazgo de restos de desaparecidos en fosas clandestinas.

Sobre esta labor relata que ha encontrado “osamentas, piezas dentales y kilos de huesitos calcinados”, los cuales muchas veces le hacen “perder la fe” de ver de nuevo a su hijo con vida.

Son las madres las que están buscando “con sus manos, picos y palas”, porque en este país, explica la directora ejecutiva de Amnistía Internacional (AI) México, Edith Olivares Ferreto, “el Estado no busca a las personas desaparecidas”.

Por eso, continúa, “esperaría que cuando lleguemos al Ángel de la Independencia esté la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para recibirlas y para decirles cómo les va a reparar el daño por toda la violencia”.

Búsqueda “multigeneracional”

En la marcha, había familias que llevan más de cuatro sexenios presidenciales -desde el exmandatario Felipe Calderón (2006-2012) hasta el actual- esperando una respuesta por parte del Estado mexicano, y reconocen que “el tema de los derechos humanos es muy lento”.

Ese es el caso de Dan Fernández, hijo de una madre buscadora y hermano de Dan Jeremeel, quien desapareció hace 17 años en Coahuila y, después de casi dos décadas de búsqueda, advierte que sus hijos ya se están involucrando en las pesquisas al ser un “tema multigeneracional”.

“Empezaron las madres, seguimos los hijos y ahora van los nietos. Desgraciadamente muchas madres y padres fallecieron sin saber la suerte de su hija o hijo y nos toca a nosotros tomar esa estafeta”, sostiene.

Araceli Rodríguez, quien egresó como maestra en derecho penal tras la desaparición de su hijo Luis Ángel hace 13 años en Michoacán, señala que mientras las personas que buscan siguen vivas“ jamás” dejan de buscar ni de prepararse para encontrarles.

Y es que, afirma, después de tanto tiempo “conviertes tu dolor en causa. Cuando mi hijo desapareció yo solo tenía (había estudiado) la primaria”, concluye.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

Madres buscadoras exigen a funcionarios de Puebla que “dejen de simular”

Los colectivos reiteraron sus reclamos hacia el gobierno de Alejandro Armenta por revictimizar a los desaparecidos y desacreditar el trabajo que ellas hacen.

Al marchar por las calles de Puebla, madres buscadoras reiteraron sus reclamos hacia el gobierno de Alejandro Armenta por revictimizar a los desaparecidos y desacreditar el trabajo que ellas hacen en busca de sus seres queridos y que correspondería al Estado.

Este 10 de mayo, Día de las Madres, dijeron que no hay nada qué celebrar, pues “también el Estado está huérfano”.

Previo a la Marcha de la Dignidad, que se reproduce en otras entidades del país, las madres integrantes del Colectivo Voz de los Desaparecidos, cuya dirigente María Luisa Núñez Barojas recientemente fue víctima de señalamientos públicos por parte del secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, pidieron a las autoridades que “dejen de simular”.

“Les decimos a los funcionarios de Casa Aguayo y de la Comisión Estatal de Búsqueda dejen de revictimizar a nuestros desaparecidos y dejen de querer desacreditar lo que nosotros hacemos por amor y con el corazón, dejen de ofender nuestro trabajo que es el que ustedes deberían de hacer”.

El mensaje leído por Núñez Barojas hizo un llamado al gobierno estatal a que entiendan que la emergencia de los colectivos es resultado de un sistema estructuralmente corrupto.

Además, hicieron referencia a la más reciente confrontación pública que tuvieron con Aguilar Pala, quien contradijo a las madres buscadoras en relación a que fue el Ejército y no los familiares los que encontraron una fosa clandestina en el municipio de Palmar de Bravo.

“No señor Pala”, reclamaron en su mensaje, “no es un trofeo, la existencia de fosas clandestinas debería darles vergüenza y es algo que la sociedad no deberíamos seguir tolerando.”

En tanto que otros colectivos siguieron dando su respaldo a Núñez Barojas y a las madres buscadoras, como la Coordinación de Organizaciones Tejiendo Territorio, que manifestó su rechazo a “la narrativa de intimidación y descalificación” proveniente del gobierno de Puebla, lo cual ocurre en un contexto de violencia contra las personas defensoras e incrementa su vulnerabilidad.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GABRIELA HERNÁNDEZ.

10 de mayo: Madres buscadoras alistan velada para exigir justicia

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas (RNPDNO), al cierre del 7 de mayo, había 128 mil 120 personas desaparecidas y no localizadas en México.

En el contexto de la conmemoración del Día de las Madres, el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) convocó a recordar a las madres que han fallecido mientras buscaban a sus familiares en la víspera del 10 de mayo, fecha en la que las principales plazas del país se ven inundadas por movilizaciones de miles de madres de personas desaparecidas.  

A través de una velada programada a partir de las 18:00 horas del 9 de mayo, las personas que integran el MNDM, compuesto por 90 colectivos de 26 estados de la república y de tres países de Centroamérica y de Estados Unidos, pretenden visibilizar “el clamor más inaplazable de la época contemporánea en México”, encontrar a las miles de personas desaparecidas en el país.

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas (RNPDNO), al cierre del 7 de mayo, había 128 mil 120 personas desaparecidas y no localizadas en México, desde 1965, por lo que desde 2011 la fecha emblemática del 10 de mayo se ha convertido en día de movilización nacional de miles de madres que buscan a sus hijos. 

Entre las personas buscadoras que ya no están, hay un registro de unas 30 madres buscadoras asesinadas y tres desaparecidas desde 2010, de acuerdo a registros de colectivos de familiares de personas desaparecidas. 

El MNDM ha convocado a recordar a “las personas buscadoras que ya no están”, en una velada que se llevará a cabo en el Monumento a la Madre, donde se está convocando a los familiares de víctimas y a la sociedad en general a solidarizarse con quienes sufren la desaparición de un familiar. 

“El objetivo es reunir a familiares, personas buscadoras y sociedad civil en un espacio colectivo de memoria y denuncia, que visibilice el legado de las madres buscadoras y fortalezca la identidad colectiva el movimiento”, explicó el MNDM en sus redes sociales. 

Bajo el hashtag #LasMadresNoSeRinden,el MNDM destacó que “el compromiso de las personas buscadoras va más allá de la impunidad y la violencia” por lo que invitó a familiares de víctimas y a la sociedad en general a acudir al Monumento a la Madre el vienes 9 de mayo con “velas o veladoras, nombres de madres buscadoras y objetos de lucha y de vida”, para homenajear a las personas fallecidas en la búsqueda de sus seres queridos.  

De acuerdo a las redes sociales de MNDM, con motivo del 10 del mayo, colectivos de familiares de desaparecidos en todo el país realizarán veladas y actividades culturales previo a las marchas de miles que, como cada año desde 2011, salen a las calles de México a exponer la crisis de desapariciones que hay en el país, por lo menos desde hace 2007, desde que el expresidente Felipe Calderón declaró la “guerra contra el narcotráfico”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GLORIA LETICIA DÍAZ.

Madres buscadoras, actoras del cambio

Sin ningún apoyo institucional, desamparados, estos colectivos forzaron al gobierno a ser reconocidos ante el incremento imparable de desaparecidos en el país.

Con el dolor a cuestas, sin ninguna protección, las madres buscadoras de los desaparecidos por el crimen organizado, en colusión con agentes gubernamentales, son actoras del cambio.

A nivel nacional hay 60 agrupaciones civiles que están dedicadas a la búsqueda de personas desaparecidas. La mayor parte, sino es que, en su totalidad, están encabezadas por mujeres quienes, con palas, bastones y una gorra deambulan en peligrosos parajes o en terrenos abandonados tratando de localizar los restos de sus seres queridos desaparecidos.

Al igual que en otros países como Bosnia y Herzegovina, Guatemala, El Salvador, Honduras, España, Colombia e Italia, donde existe este dolorosísimo tema de los desaparecidos, en México se han formado estos colectivos encabezados sobre todo por mujeres.

Los primeros colectivos de búsqueda comenzaron a formarse hace dos décadas en Baja California, Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas, Durango y Coahuila, donde los grupos criminales secuestraban a hombres para obligarlos a trabajar en sus negocios de cultivo, producción y transporte de drogas.

Unidas por el dolor, a partir de entonces se dedicaron a la triste y penosa misión de buscar a mujeres y hombres de todas las edades víctimas de desaparición forzada, formando grupos como el Colectivo Amor por los Desaparecidos en Tamaulipas, Corazones sin Justicia, Sinaloa; Madres Buscadoras de Sonora, Madres Unidas y Fuertes de Baja California, Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) y Sabuesos Guerreros, AC.

Conforme pasó el tiempo y frente a la indolencia gubernamental los colectivos juntaron esfuerzos e integraron el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM), conformado por colectivos de 24 estados de la República y de tres países de Centroamérica.

Sin ningún apoyo institucional, desamparados, estos colectivos forzaron al gobierno a ser reconocidos ante el incremento imparable de desaparecidos en el país. En 2015 se dio a conocer que 35 colectivos se agruparon para luchar por la primera Ley General en materia de desapariciones en México, misma que fue aprobada el 12 de octubre de 2017, la cual establece que las autoridades deben utilizar los medios necesarios para buscar a las personas desaparecidas, además de garantizar el derecho a la verdad, memoria, justicia y reparación integral a las víctimas.

Actoras del cambio en un tema altamente sensible como es el de desaparecidos, el cual recorre de manera transversal todos los campos del gobierno, desde los derechos humanos hasta la justicia, están expuestas a la reacción violenta del crimen organizado.

Tan es así que recientemente María del Carmen, integrante del colectivo de Guerreros Buscadores de Jalisco, fue ejecutada y es una de las 28 personas buscadoras que han sido asesinadas en el país desde el año 2010 a la fecha, de acuerdo con un reporte de la organización ¿A dónde van los desaparecidos?, que hasta el corte del 4 de abril de 2025 tenía el registro de 27 personas buscadoras asesinadas y tres más desaparecidas.

Son estos colectivos encabezados por mujeres lo que han impulsado cambios a las propuestas de la presidenta Claudia Sheinbaum de reformas a la Ley General de Población y a la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, con el objetivo de crear mecanismos más eficientes de localización, identificación y búsqueda de personas desaparecidas.

El punto principal de la reforma es la creación de la Plataforma Única de Identidad, un sistema centralizado que integrará los datos de identificación de toda la población en México. Este nuevo esquema estará basado en una versión reforzada de la Clave Única de Registro de Población (CURP), que incluirá fotografía y datos biométricos. La propuesta también establece que todas las autoridades estarán obligadas a investigar, coadyuvar y proporcionar información en casos de desaparición forzada o por particulares.
No obstante, hay otra propuesta que complementaria a la presidencia. El senador Manlio Fabio Beltrones presentó una iniciativa de ley para que dichos colectivos sean reconocidos como auxiliares de la Comisión Nacional de Búsqueda, bajo el entendido de que “los colectivos buscadores han suplido las carencias del gobierno para cumplir sus obligaciones". Además, establecer un Banco Nacional de Datos que permita la identificación de restos humanos mediante el ADN.
Las iniciativas serán discutidas en el próximo periodo extraordinario de sesiones del Poder Legislativo, a realizarse en junio, pues las conversaciones que llevan los colectivos con la secretaria de Gobernación no han terminado.

Por cierto, otra propuesta que tiene que ser revisada con urgencia será la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, para abrir una consulta con representantes del sector, expertos y el propio Legislativo. Este lunes la plenaria del grupo legislativo de Morena decidirá los cambios que habrá y que serán propuestos para la sesión a efectuarse este mismo lunes en el Senado. La rectificación propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum se da luego de la ola de críticas que hubo no sólo desde la oposición sino de agrupaciones civiles que advirtieron la existencia de nubarrones de censura.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS.