Activistas se organizan contra la gentrificación y turistificación, mientras denuncian acoso policial y criminalización durante el Encuentro Nacional contra la Gentrificación en Oaxaca.
Mientras las autoridades del gobierno de Oaxaca anuncian que el estado tiene las puertas abiertas al mundo con motivo de la Guelaguetza 2025, que inicia este lunes, colectivos, organizaciones y jóvenes independientes se organizan para visibilizar los efectos del encarecimiento del costo de vida en la entidad por fenómenos como la turistificación y la gentrificación.
Después del Encuentro Nacional contra la Gentrificación que sostuvieron del 16 al 19 de julio en Oaxaca, representantes de colectivos de jóvenes del estado, y de otras entidades como Baja California Sur, Ciudad de México, Estado de México y Michoacán, se pronunciaron contra estos fenómenos de turistificación y gentrificación.
Los calificaron como “estrategias de despojo estructuradas desde el capital y el Estado, bajo el disfraz del desarrollo, modernización o revitalización de los espacios urbanos” y manifestaron que la vía para hacerles frente es la organización.
Durante una conferencia de prensa, los participantes indicaron que durante las plenarias y grupos de análisis, identificaron que las transformaciones de las ciudades y pueblos responden a una recomposición política y económica orientadas a generar rentabilidad y la apropiación simbólica y material de las culturas locales.
Estos procesos, señalan los activistas, se alimentan del desarraigo, la especulación, la privatización y la exclusión, y son sostenidos por las políticas públicas, instituciones, y actores corporativos como las plataformas digitales, cadenas hoteleras, cárteles inmobiliarios y están generando la mercantilización del hábitat, es decir, promueven la práctica de convertir espacios naturales, ecosistemas o territorios, en mercancías que pueden ser compradas, vendidas o explotadas con fines lucrativos.
Eso implica asignar un valor económico a elementos de la naturaleza, como tierras, recursos naturales o incluso servicios ecosistémicos, para su inclusión en el mercado.
Sin embargo, destacan, la turistificación y gentrificación no son transformaciones homogéneas sino que van adquiriendo formas dependiendo del territorio, por ejemplo se presentan como megaproyectos asociados con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec; en la Costa con la privatización de las playas, en la Ciudad de México se observa con la financiación de las viviendas y la ampliación de la plataforma Airbnb. En Oaxaca con la apropiación y la reducción del patrimonio cultural convertido en mercancía turística y en Baja California con las inmobiliarias que amenazan las costas y los vínculos comunitarios.
“Consensuamos y al final consideramos que las problemáticas sirven para nombrar y definir la gentrificación y no que la gentrificación las nombre, que el concepto debe ser adaptado a las realidades que atraviesa cada comunidad o cada lucha”, explica Hannia, estudiante oaxaqueña de Gestión Cultural.
Hannia apunta que luego del encuentro observaron que los conceptos de turistificación y gentrificación resultan insuficientes para describir fenómenos como el desplazamiento de comunidades o el cambio de uso de suelo en las costas de Oaxaca, orientados a facilitar proyectos inmobiliarios.
Inmobiliarias que operan a través de FIBRAs
Activistas de la Ciudad de México pusieron sobre la mesa el tema de los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (FIBRAs) que son fideicomisos que funcionan como vehículos de inversión que se enfocan en el mercado inmobiliario, es decir a la compra, venta, alquiler y gestión de propiedades a través del cual varias empresas pueden generar ingresos y distribuir las ganancias entre sus inversionistas.
Estas FIBRAs funcionan como conglomerados y así realizan sus actividades sin que se identifique el nombre de las empresas.
Entre esos, mencionaron a Fibra Uno (FUNO) el primer y más grande fideicomiso de inversión en bienes raíces (FIBRA) de México, que se dedica a la adquisición, operación, desarrollo y administración de un portafolio diversificado de propiedades, principalmente en los sectores industrial, comercial y de oficinas en la Ciudad de México.
Acoso policial durante encuentro contra la gentrificación en Oaxaca
Marcos Esmar, integrante del colectivo oaxaqueño Espiral del pensamiento crítico, denunció públicamente que durante las charlas y plenarias del encuentro hubo acoso policial. Patrullas y camionetas de la Policía Estatal vigilaban el lugar y las personas que transitaban del encuentro hacia sus casas eran seguidas y vigiladas en camionetas de la Policía Estatal.
“Se nos ha criminalizado, pero no vamos a victimizarnos y a decir que no somos nosotros. Les queremos decir que el gobierno de la 4T no es un gobierno de izquierda y lo demuestra todos los días con su cinismo y desfachatez, con su corrupción y demagogia, se los queremos dejar claro, somos una generación de jóvenes y colectivos no somos igual que ustedes”.
Construir nuevas formas de habitar las ciudades
A pesar de las estrategias mencionadas, los participantes de este encuentro sostienen que es importante reconocer la resistencia, pues es donde se articulan los saberes, “nuestra lucha es colectiva, autónoma y creativa, no buscamos solo frenar estos procesos sino construir nuevas formas de habitar”.
Esmar enfatizó que en medio de una crisis total: climática, social y ecológica, la organización es la única manera en que se le puede hacer frente a los problemas que nos aquejan como humanidad.
“La organización es la base, el corazón de nuestros pueblos y se van a seguir organizando gobierne quien gobierne. Ese es el mensaje y eso vamos a seguir difundiendo estemos donde estemos”, dijo.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ROCÍO FLORES.
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