AUTOR: ÓSCAR BALDERAS.
A Selene la encontraron rodeada por un charco de sangre ocre. Cuando la policía llegó a su casa, ya era muy tarde para ella: tenía ocho horas así, luego de que tres hombres entraron a su casa en Gómez Palacio, Durango, le robaron todas sus joyas, la violaron y la asesinaron. Era 19 de agosto de 2013 y los uniformados municipales anotaron en sus bitácoras los detalles del caso para la procuraduría local.
Les avisaron porque un vecino de Selene, de entonces 23 años, escuchó movimientos extraños en esa casa de la calle Benito Juárez y decidió reportarlo. No lo hizo de inmediato. En la zona conocida como La Laguna la gente no notifica a la policía cuando se comete un delito. El miedo ha instalado la costumbre entre la gente de sólo llamar a las autoridades para que recojan cuerpos. Nadie quiere problemas con alguien.