La división del panismo es real, y tras la reforma fiscal las fracturas se incrementaron. Antes de la misma, en el Senado podían identificarse únicamente los grupos calderonista (encabezado por Ernesto Cordero) y maderista (conducido por Jorge Luis Preciado), pero tras la exclusión absoluta de los blanquiazules en las negociaciones legislativas correspondientes, también se manifestaron con mayor claridad las diferencias de senadores como Ernesto Ruffo y Javier Corral, que en general se habían alineado con su actual coordinador.
La energética es una reforma constitucional y, por lo tanto, requiere de una mayoría de las dos terceras partes de los legisladores presentes en ambas cámaras. En el caso del Senado, sería preciso reunir 86 votos a favor, cuando la alianza PRI-PVEM-Panal únicamente completaría 62.