Las familias de la clase política en el Estado de México intentaron seguir gozando de las mieles del servicio público: ex presidentes municipales, ex diputados y sus hijos y parejas buscaron la reelección, ser legisladores locales o federales o alcaldes. Algunos con éxito y muchos más sin concretar su aspiración. Dos ejemplos: El matrimonio antorchista de Maricela Serrano Hernández y Jesús Tolentino Román Bojórquez, quienes ya fueron alcaldes de Ixtapaluca y Chimalhuacán, respectivamente, volverán a tomar las riendas de esos municipios. Del otro lado, la dinastía Urbina no logró la continuidad en Tecamac, la priista Lilia Urbina Salazar, hija del cuatro veces Presidente Municipal de la entidad (1997‑2000, 2003‑2006, 2009‑2012 y 2016‑2018) Aarón Urbina Bedolla, perdió la diputación ante el voto masivo por el partido Morena, que se hizo presente en todo el territorio mexiquense….
Mantener el poder entre unas pocas familias es una constante de la clase política mexicana. Hay casos como Coahuila, en donde los hermanos Rubén y Humberto Moreira fueron gobernadores, uno tras otro; en estas elecciones la esposa del ex mandatario Rafael Moreno Valle Rosas se perfila para ser la titular del Ejecutivo en Puebla, por citar algunos ejemplos.
El mismo modelo se ha replicado en el Estado de México, tierra gobernada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la entidad con más votantes de México. Ahí el Gobernador es Alfredo del Mazo Maza, cuyo abuelo y padre también fueron mandatarios mexiquenses: Alfredo del Mazo Vélez (1945-1951) y Alfredo del Mazo González, (1981 y 1986).
El mismo modelo se ha replicado en el Estado de México, tierra gobernada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la entidad con más votantes de México. Ahí el Gobernador es Alfredo del Mazo Maza, cuyo abuelo y padre también fueron mandatarios mexiquenses: Alfredo del Mazo Vélez (1945-1951) y Alfredo del Mazo González, (1981 y 1986).
