AUTOR: ALONSO URRUTIA.
Para mantener el registro deberán lograr 3 por ciento de la votación nacional. Los institutos que no alcancen el porcentaje mínimo en comicios estatales no lo perderán.
La recién aprobada reforma político-electoral sería la segunda en la que tres principales fuerzas políticas acotan el margen de maniobra de los partidos pequeños y complican su posibilidad de subsistencia. Si en las modificaciones constitucionales de 2007-2008 se avaló que aun en coalición los partidos registraran su votación individualmente, en esta ocasión los cambios elevaron el umbral mínimo para mantener el registro y tener representación en el Congreso, de 2 a 3 por ciento de la votación.
Hasta ahora la atención está concentrada en la desaparición del Instituto Federal Electoral, que dará paso al instituto nacional electoral, así como en las profundas modificaciones en los institutos locales, y el cambio en el porcentaje mínimo para la subsistencia de partidos y de las nuevas organizaciones que aspiren a convertirse en nuevos partidos.