Las víctimas de desaparición forzada, tortura y ejecuciones extrajudiciales fueron cientos de campesinos por el sólo hecho de vivir en la sierra de Guerrero o contar con el apellido de los guerrilleros Lucio Cabañas o Genaro Vázquez Rojas.
Familiares de víctimas de la Guerra Sucia exigieron a la Fiscalía de Guerrero la entrega de los restos que fueron exhumados hace seis meses, y castigo para los militares responsables de las ejecuciones.
Se trata de los familiares de Bartolo Rojas Nazario, Eduviges Ovillado Ortiz, Francisco Rojas Nazario, Gervasio Bernardino Durán, Pablo Rojas Terán, Apolonio Hernández Bernardino y José Isabel Rojas Bernardino, quienes fueron desaparecidos de manera forzada, asesinados y sepultados en fosas clandestinas entre 1971 y 1974 en la sierra de Ajuchitlán del Progreso y San Miguel Totolapan.