AUTOR: MARCO ANTONIO MARTÍNEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/04-11-2013/802236.
México pisó una mina y esa mina explotó, provocando una corrupción generalizada y desorganizada que ni el Estado puede controlar, dice este especialista reconocido a nivel mundial. Eso es lo que legó Calderón Hinojosa a Peña Nieto, sostiene. Hoy, advierte, pedazos de Estado han caído en manos de delincuentes, gobernadores, empresarios, policías. La solución está en que los organismos internacionales presionen, la sociedad civil se organice, los hombres del capital salgan de su “burbuja” y el mismo Presidente explique de dónde viene su fortuna, dice Edgardo Buscaglia.
“El problema de la corrupción desorganizada es cuando un gobierno comienza a experimentar vacíos en su Estado, sus instituciones comienzan a ser fagocitadas por grupos criminales o por poderes fácticos legalizados, ya sea televisoras o lo que sea. El problema es que el Estado pierde su capacidad de control del comportamiento de sus funcionarios, van formando feudos pequeños en cada estado, municipio, que ya no responden a nada. Hay corruptos con permiso y corruptos sin permisos, básicamente empiezan a actuar como una piraña que muerde lo que pueda, la corrupción desorganizada es más dañina”, expone el también investigador en derecho y economía de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos.