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lunes, 31 de mayo de 2021

Policías agreden a normalistas de Mactumactzá que exigen la liberación de 19 compañeros

Los estudiantes compartieron videos en los que se observa a los oficiales arrojando gas en su contra.

Autoridades de Chiapas agredieron y rodearon a un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá, que exigen la liberación de 19 de sus compañeros vinculados a proceso por la toma de una caseta.

En su cuenta de Facebook, los estudiantes denunciaron la agresión por parte de la policía y compartieron videos en los que se observa a los oficiales arrojando gas en su contra.

martes, 18 de mayo de 2021

Con gases lacrimógenos desalojan a estudiantes de la Normal Rural Mactumatzá, en Chiapas

Los estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumatzá iniciaron esta mañana una jornada de bloqueos en tres puntos de la ciudad pero fue en el Crucero de "la Coca" donde los policías estatales tuvieron que hacer uso de la fuerza pública con gases lacrimógenos para desalojar a los estudiantes.

Con gases lacrimógenos, policías estatales antimotines desalojaron esta mañana  a estudiantes normalistas que bloqueaban vialidades en la capital del estado.

Los estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumatzá iniciaron esta mañana una jornada de bloqueos en tres puntos de la ciudad, uno de ellos en la salida poniente de la capital del estado, conocido como el tramo de La Pochota.

sábado, 10 de junio de 2017

Urgen que la CNDH atienda agresiones a normalistas en Aguascalientes

Ante las agresiones a estudiantes normalistas de Aguascalientes, Michoacán y otros estados, la Comisión Ejecutiva de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA MN) urgió la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que se investiguen los hechos y sean sancionados los responsables y el gobierno de Martín Orozco.

La CNPA MN, que encabeza Francisco Jiménez Pablo y Alberto Galindo, condenó enérgicamente las agresiones a normalistas y exigieron la atención médica inmediata a los heridos como resultado de la represión.

viernes, 9 de junio de 2017

Policía de Aguascalientes agrede a normalistas de Michoacán; se reportan varios detenidos

Según el reporte de medios locales, una patrulla del estado le impidió el paso al autobús en el que se trasladaban los normalistas. Posteriormente, policías dispararon contra la unidad, comenzaron a bajarlos a los estudiantes y persiguió a quienes intentaron escapar. Hasta el momento se reportan más de 20 detenidos y un varios desaparecidos.

Video muestra como normalistas de Michoacán fueron atacados por policías de Aguascalientes cuando ya salían de la ciudad

viernes, 28 de abril de 2017

Porros atacan con palos y petardos a estudiantes dentro de la Línea B del Metro de la CDMX

Varios jóvenes heridos dejó un enfrentamiento entre estudiantes y porros, al parecer del CECyT 10, dentro de las instalaciones del Metro Deportivo Oceanía, la tarde de este viernes.

Cerca de las 16:00 horas, jóvenes que ingresaban a la estación de la línea B fueron agredidos por un número grupo de porros que ya los esperaban dentro de la estación, lo que ocasionó caos entre los usuarios y dejó al menos tres heridos.

lunes, 2 de enero de 2017

Detienen a estudiantes del IPN ante protesta contra gasolinazos

Cerca de las 11:30 horas, un grupo de 50 jóvenes se encontraba realizando la toma de una gasolinera ubicada en Av. Ignacio Zaragoza, a la altura del metro Zaragoza, donde hasta el momento se registran seis detenidos.

De acuerdo con los manifestantes, al lugar llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, los cuales intimidaron a los jóvenes que se manifestaban contra el alza a los combustibles, en exigencia por la presentación con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y por la liberación de los presos políticos.

Hasta el momento se reportan seis estudiantes detenidos, pertenecientes al Instituto Politécnico Nacional (IPN), los cuales serán traslados a la agencia 50 de la CDMX.





Fuente: Somos el Medio
Autor: Ricardo Ortiz
http://somoselmedio.org/article/detienen-estudiantes-del-ipn-ante-protesta-contra-gasolinazos

lunes, 2 de mayo de 2016

Estudiantes de Michoacán exigen un alto al hostigamiento y a la criminalización

Tienen al menos dos ejemplos claros que pueden citar, y lo hacen, para graficar de lo que están hablando:
– el 12 de abril, estudiantes de la Normal Rural Vasco de Quiroga, de Tiripetío fueron duramente reprimidos durante el mediodía de ese martes, cuando bloqueaban las vías del tren que pasan por los fondos de la Escuela.

“Hubo disparos de arma de fuego, aunque por suerte ningún compañero resultó herido de bala, pero sí hubo muchos disparos, gases lacrimógenos en abundancia, petardos, también balas de goma y aparatos que dan descargas eléctricas. Fue demasiada fuerza la que traían” explicaron los estudiantes.

Se movilizaron en reclamo de las becas que el gobierno del estado de Michoacán adeuda a los estudiantes de esa normal desde Setiembre de 2015. Los adeudos corresponden a la beca alimenticia y a la de Apoyo a la Práctica Intensiva y al Servicio Social para estudiantes de los últimos dos semestres de la carrera (BAPISS).

– el 27 de abril, 52 personas fueron detenidas, a 4, estudiantes normalistas del estado, fueron retenidas hasta la tarde se les prohibió volver a participar de “manifestaciones violentas”; decenas de estudiantes fueron golpeados, 3 de ellos de gravedad, 1 permanece internado con una lesión en el cerebro producto del cachazo de un fusil AR15, que según reportaron sus compañeros, le generará secuelas de por vida, una pérdida gradual de la memoria, así como ataques epilépticos.

Ese día, los Normalistas junto a maestros y profesores del Estado, se manifestaron en contra de la presencia del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, que fue a Morelia a participar del Encuentro de Educación de Calidad con Calidad, donde además estaría presente el gobernador del estado de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo.

“Además de expresar nuestro rechazo a la Reforma Educativa y al Plan para las Normales, nos manifestamos en contra del compromiso que ahí estaba sellándose.” Explican lo estudiantes que la “Educación con Calidad” incluye al programa Escuelas al CIEN, que significa Certificado de Infraestructura Educativa Nacional y que engloba tanto a las escuelas normales, como a las primarias, secundarias y universidades de toda la república, ya que es promovido por la Federación.

“El programa, como lo plantea la Federación pretende ‘refortalecer las instituciones’, y está previsto que a las 8 Normales de Michoacán les aporten 2, 4 y 6 millones de pesos para invertir en infraestructura. Pero condicionado al préstamo, que es dinero que tampoco existe, ya que es deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional, se pide que en cada institución se formen Consejos de Participación Social, con los que meten a figuras ajenas a la institución en la gestión de la vida de las Escuelas”, explicaron.

“En repetidas ocasiones hemos señalado que el derecho a la protesta social está reconocido en diversos instrumentos nacionales como internacionales que protegen estos derechos humanos, aunque la realidad nos muestra en cambio, la criminalización de las personas que pacíficamente expresan sus disensos frente a las actuaciones del Estado” explican los estudiantes. En ese proceso, señalan a un Poder Judicial cómplice del accionar represivo del gobierno estatal, que ha sistemáticamente reprimido cada acción que los estudiantes emprenden.

“Hacemos responsable al gobierno estatal de Silvano Aureoles Conejo, y al gobierno Federal de Enrique Peña Nieto de lo que pueda suceder con la integridad física y psicológica de los compañeros normalistas agraviados, así como de represalias y agresiones que puedan ocurrir en los días siguientes.”

Dada la seguidilla mencionada más arriba, la ONOEM en conjunto con el Centro de Actualización del Magisterio Michoacán (CAMM) ofrecieron una conferencia de prensa, porque “reprobamos y denunciamos los actos violentos y brutales que el gobierno ha asestado contra el sector estudiantil, ensañándose de forma evidente con los estudiantes de las diversas normales públicas de Michoacán. Si nos resistimos y nos manifestamos en contra de los programas que quieren imponernos es porque lo que buscan es reforzar el control ideológico, político y educativo de nuestro pueblo, promoviendo una educación en que los alumnos sean obedientes, sin iniciativa propia, pragmáticos e individualistas, perdiendo la solidaridad y el carácter científico de la educación.



Fuente: Desinformémonos
Autora: Eliana Gilet
http://desinformemonos.org.mx/estudiantes-de-michoacan-exigen-un-alto-al-hostigamiento-y-a-la-criminalizacion/

martes, 26 de abril de 2016

Confundidos, aterrorizados y sin ayuda: los detalles que agrega el nuevo informe del caso Ayotzinapa

Los policías municipales rodearon el autobús, lanzaron gas lacrimógeno, pincharon las llantas y obligaron a los estudiantes a que se bajaran.

Uno de los oficiales dijo: “Los vamos a matar a todos”, según el testimonio del conductor del autobús. Otro policía se dirigió a él y le dijo: “A ti también”.

Mientras tanto, un oficial de inteligencia militar lo veía todo. Y cerca de donde sucedía había agentes de la policía estatal y la federal. A los estudiantes los subieron a vehículos de la policía y desde entonces no se ha sabido nada de ellos.

Se trataba de varios de los 43 estudiantes desaparecidos en el caos de una noche violenta de septiembre de 2014 en Iguala, un caso cuyo contexto —no se conoce aún el motivo de la desaparición— es cada vez más cuestionado. Sobre todo después de que una comisión de expertos extranjeros lo haya examinado durante más de un año.

Pese a los obstáculos que el gobierno ha puesto al caso desde hace meses, los dos informes del grupo de expertos extranjeros —el segundo fue publicado el domingo— son el relato más detallado de los hechos de aquella noche, que dejaron seis muertos además de los 43 desaparecidos, y decenas de heridos.

El informe describe una noche de confusión y terror para los estudiantes y los habitantes de la ciudad, y una recolección de personas, con una metodología casi clínica, llevada a cabo por las fuerzas de seguridad que operaban en la ciudad de Iguala, estado de Guerrero, uno de los más pobres y violentos de México.

El gobierno ha detenido a 123 personas entre las que hay 73 policías municipales. Los acusa de vínculos con el crimen organizado por lo sucedido aquella noche; de trabajar para la organización Guerreros Unidos, pero no han sido capaces de dar con el motivo de su comportamiento.

Los jóvenes desaparecidos eran estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, una escuela de maestros con una larga trayectoria de activismo situada en Ayotzinapa.

Estaban entre el centenar de estudiantes que habían ido a Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014 para secuestrar varios autobuses. Solían hacerlo cada vez que necesitaban trasladarse a un evento y los devolvían una vez finalizada la actividad. Tanto las empresas como las autoridades toleraban esa práctica.

El plan para la salida de esa noche era asegurar los autobuses e ir a la capital del país para participar en una marcha de recuerdo de una masacre estudiantil en 1968.

Se desplazaban en dos autobuses que habían requisado antes. Se estacionaron en una de las calles de entrada a la ciudad y esperaron para interceptar más vehículos.

Uno de los estudiantes dijo, según el primero de los informes del grupo de expertos, que “estábamos todos contentos, relajados y jugando con los choferes”. Ese informe fue elaborado a partir de entrevistas con los supervivientes, fuerzas de seguridad e informes de un centro de mando público con la participación de varias instituciones.

Pero las fuerzas de seguridad de la zona estaban al tanto de los planes de los estudiantes. La policía federal situó varias patrullas cerca de los estudiantes, y el centro de mando local que hacía la conexión entre las policías federal, estatal y municipal así como con el ejército, mantenía a los estudiantes vigilados.

A las 20:15, los estudiantes detuvieron y abordaron el primer autobús, que estaba frente a un restaurante. El conductor ya sabía qué hacer en caso de que los estudiantes reclamaran el autobús. Debía quedarse en el vehículo para garantizar que se devolvía.

El chofer dijo que necesitaba hacer una parada en la terminal de autobuses de Iguala antes de conducir rumbo a Ayotzinapa. Pero una vez en el lugar, sorprendió a los estudiantes y los dejó encerrados en el vehículo.

Sobre las 21:15, los estudiantes que se desplazaban en otros dos autobuses llegaron a la terminal y liberaron a sus compañeros. El grupo requisó tres autobuses más y dejó atrás uno que no tenía conductor. Los cinco autobuses se fueron rumbo a Ayotzinapa, tres de ellos por la salida norte de la ciudad, dos por la salida sur.

Y comenzó el tiroteo.

Varios vehículos policiales seguían a los tres autobuses que iban por la salida norte y disparaban al aire. La amenaza no sirvió para que los estudiantes se detuvieran. Llegados a un punto, una de las camionetas de la policía obligó a detenerse a los autobuses.

Varios de los estudiantes bajaron del autobús y comenzaron a a tirar piedras contra los policías que les bloqueaban el paso. El vehículo se fue. En otro lugar, uno de los estudiantes trató de desarmar a un policía por la espalda. Varios policías acudieron para ayudar a su compañero y el estudiante logró huir. Mientras huía, una bala perdida le hirió de levedad por la espalda.

El convoy emprendió rumbo norte de nuevo. Mientras atravesaba la ciudad, los policías disparaban. Los estudiantes se resguardaron en el suelo de los vehículos y le ordenaron a los conductores que siguieran.

Al llegar a una ronda de circunvalación, el camino estaba bloqueado por policías. Varios estudiantes se bajaron del autobús y trataron de mover el coche de policía que les cerraba el paso pero había policías apostados en la carretera que dispararon contra ellos. Para protegerse, los estudiantes se escondieron tras los autobuses. Le pidieron a la policía que dejara de disparar. Eran solo estudiantes. Uno de los autobuses tenía hasta 30 impactos de bala.

Las balas quebraron las ventanas. Aldo Gutiérrez, uno de los estudiantes, recibió un impacto de bala en la cabeza. La primera llamada al número de emergencias se recibió a las 21:48. Los estudiantes que trataron de socorrer a Aldo también recibieron disparos.

Otro estudiante recibió una bala que le arrancó varios dedos. Buscó refugio tras un camión. Dos policías llegaron hasta donde se escondía y lo golpearon. Un tercer estudiante recibió un impacto de bala en el brazo. Una ambulancia logró rescatar a tres heridos y llevarlos al hospital junto a un cuarto estudiante con un ataque de asma.

El informe del grupo formado por cinco abogados y expertos en derechos humanos dice que “sintieron la confusión, el terror y la ausencia de ayuda”.

En algún momento, la policía hizo que un grupo de estudiantes que se protegía dentro del tercer autobús se bajara del vehículo y se tumbaran en el suelo. A las 22:50 los subieron a seis o siete patrullas y se los llevaron. Están entre los 43 desaparecidos.

Mientras tanto, los dos autobuses que habían tomado la ruta del sur de la ciudad también se habían encontrado con problemas. A las 21:40, mientras se interceptaba a los tres autobuses en el norte, la policía detuvo uno de los dos vehículos, rompió las ventanas y arrojó gas lacrimógeno al interior para obligarlos a que se bajaran frente al edificio de tribunales de Iguala.

Los estudiantes llamaron por teléfono desesperadamente. Familiares y amigos oyeron que la policía los atacaba. Oían disparos como sonido de fondo de las conversaciones.

Bajaron a los pasajeros de los autobuses y se los llevaron. Son el resto de los 43 desaparecidos.

En otro punto de Iguala, la policía había detenido otro de los autobuses que había huido hacia el sur. Los estudiantes, que sabían de los ataques por llamadas telefónicas, huyeron.

Para tener una dimensión exacta del caos de aquella noche en Iguala es importante saber que otros autobuses y vehículos que no tenían nada que ver con los estudiantes también fueron atacados.

Los Avispones, un equipo de fútbol de una secundaria de la ciudad de Chilpancingo, había jugado un partido en Iguala contra un equipo local. A las 23:15, los jugadores regresaban a casa en su autobús. Iban tranquilos, viendo una película. Para salir de Iguala tenían que atravesar un control de la policía hacia donde les dirigieron por el enfrentamiento entre la policía y los estudiantes.

A unos cinco kilómetros de Iguala, la policía abrió fuego contra ellos. Mataron al conductor y a uno de los jugadores. Hirieron a siete personas más. Una mujer de 40 años que pasaba por allí en un taxi también murió.

Los testigos dicen que entre quienes dispararon había oficiales de la policía y los análisis de balística demuestran que las armas utilizadas pertenecían a la policía municipal de Iguala.

El informe dice que “la hipótesis más probable es que el autobús fue confundido con uno de los que transportaba a los estudiantes de magisterio”.

Algunos de los jugadores, uno de ellos herido en un ojo y que sangraba en abundancia, consiguió llegar a un batallón militar cercano. No le ayudaron. “Nos dijeron que no podían hacer nada porque no tenían competencia sobre la zona”.

En el resto de calles de entrada a Iguala desde Ayotzinapa grupos de hombres armados establecieron dos controles. La policía municipal de Huitzuco puso otro. En uno de ellos, dos civiles resultaron heridos de bala.

El grupo de expertos concluyó que “la acción conjunta muestra unmodus operandi coordinado para detener la salida de los autobuses”.

Mientras tanto, en la entrada norte de la ciudad, los supervivientes del tiroteo contra los tres autobuses comenzaron a salir de los lugares en los que se habían escondido y a reagruparse en lugar hacia las 23:00. La policía ya se había ido y querían recopilar las pruebas del ataque mientras seguían intentando comunicarse con sus compañeros.

Algunos periodistas y maestros llegaron al sitio y se montó una conferencia de prensa improvisada en medio de la calle.

Alrededor de las 00:30, dos vehículos —uno blanco y otro negro— llegaron al lugar y comenzaron a tomar fotos de los reunidos. Algunos de sus ocupantes llevaban chalecos antibalas y estaban encapuchados. Hay testigos que dijeron haber visto un coche de policía en el lugar.

Quince minutos más tarde, los vehículos regresaron y tres hombres se bajaron de ellos para abrir fuego contra la conferencia de prensa. Murieron dos hombres y hubo heridos, entre los que había maestros y estudiantes.

Los supervivientes se escondieron en viviendas cercanas. Un maestro y varios estudiantes fueron a buscar ayuda para los heridos a un hospital cercano. No había ningún médico. Pese a que pedían que enviaran ambulancias al lugar y a que el ejército llegó hasta donde estaban, dentro del hospital, la ayuda tardó más de una hora en hacerse efectiva.

A las tres de la mañana, los cuerpos de los dos muertos todavía estaban en la calle, sin cubrir, bajo la lluvia.

Al amanecer, la situación ya se había calmado y los estudiantes que se habían escondido por toda la ciudad comenzaron a recibir llamadas que les decían que era seguro salir. A lo largo de la mañana, se reunieron en la fiscalía donde dieron testimonio ante un funcionario.

Esa misma mañana apareció el cadáver de Julio César Mondragón, que había estado en la rueda de prensa improvisada en la calle. Había huido cuando comenzó el tiroteo y se había separado del grupo.

Lo habían desollado. Tenía el cráneo roto y múltiples hemorragias internas. El estado de su cadáver muestra, según el informe del grupo de expertos, “el nivel de las atrocidades cometidas aquella noche”.



Fuente: New York Times en Español
Autor: Kirk Semple, con información de Paulina Villegas
http://www.nytimes.com/es/2016/04/25/confundidos-aterrorizados-y-sin-ayuda-los-detalles-que-agrega-el-nuevo-informe-del-caso-ayotzinapa/

lunes, 21 de marzo de 2016

Militares que mataron a dos estudiantes del Tec en NL hace 6 años, siguen sin castigo

La noche del 19 de marzo de 2010, los dos jóvenes estaban en el campus practicando deporte cuando comenzó el enfrentamiento entre sicarios y el Ejército. En un inicio, los familiares sólo exigieron disculpas, sin embargo, al revelarse que la escena del crimen había sido manipulada, pidieron justicia contra los militares, proceso que desde entonces no ha avanzado.

En 2010, dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, en Nuevo León, fueron abatidos durante un tiroteo entre militares y presuntos sicarios. Seis años después los responsables no han sido siquiera acusados formalmente.

Después de todo este tiempo, el caso sigue estancado en la etapa de investigación, sin que haya arrancado el debido proceso que haga Justicia por las muertes de Javier Francisco Arredondo y Jorge Antonio Mercado.

Según lo que los funcionarios públicos comentaron a las familias en diferentes reuniones, el caso “está listo” y sólo falta consignar (poner a un acusado a disposición de un juez) a los presuntos responsables, pero la fecha en la que esto ocurrirá no hace más que aplazarse, dice a Efe el director de Amnistía Internacional en México, Perseo Quiroz.

La primera versión que aportaron las autoridades de Nuevo León para explicar el asesinato de Arredondo y Mercado argumentó que los estudiantes eran sicarios; una teoría que fue rechazada rápidamente por la institución educativa, que aclaró que eran estudiantes que contaban con una beca de excelencia y destacado desempeño académico.

La noche del incidente, el 19 de marzo de 2010, ambos estaban en el campus practicando deporte cuando comenzó el enfrentamiento entre el Ejército y los presuntos narcotraficantes.

En los últimos meses, los familiares de los estudiantes se reunieron en la Ciudad de México con el subprocurador Gilberto Higuera, quien les dijo que “el caso ya estaba listo”, pero que “quería revisarlo personalmente” para que no se produjeran errores en la consignación, señala Quiroz.

Las autoridades primero establecieron el compromiso con los padres para que el paso de la consignación se produjera en diciembre del pasado año.


Más tarde, les dijeron que el caso iba a estar en los juzgados a principios de año; una respuesta que volvió a aplazarse cuando les aseguraron, en otra reunión, que se lograría antes del sexto aniversario.

Según las conclusiones a las que llegó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la escena del crimen fue manipulada para hacer creer que los estudiantes estaban armados y formaban parte del grupo de sicarios infiltrados ese día en el campus.

En la revisión del expediente, indica el directivo de Amnistía, los familiares pudieron comprobar cómo se produjo la alteración de la escena y se dieron cuenta de que “lo que hubo ahí era un asesinato”.

Además, la CNDH dijo que la actuación de los soldados omitió proteger la integridad física de las personas que se encontraban en el lugar del enfrentamiento, como especificaron en una recomendación que remitieron al Ejército.

Los familiares, apunta Quiroz, están “extremadamente frustrados y desilusionados”, pero guardan esperanza de que llegue finalmente el juicio.

Al principio “lo único que querían era una disculpa” porque pensaban que había sido un error de los militares. Pero cuando se vio que la escena había sido manipulada, pidieron “justicia y reparación”, añade.

El pasado jueves, Amnistía promovió una videoprotesta en las afueras de la Procuraduría General de la República (PGR) en la Ciudad de México.

Asimismo, la Asamblea Estudiantil del Tec de Monterrey organizó otro acto para recordar a Mercado y Arredondo en el sexto aniversario de los hechos.


“Esperemos que se investiguen y consignen no solo a las personas que halaron el gatillo, sino también a las autoridades y a la cadena de mando que se encargó de encubrir los hechos”, consideró el director de Amnistía en México.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: ISABEL TREJO.
LINK: http://www.sinembargo.mx/21-03-2016/1638571

domingo, 13 de marzo de 2016

¿Qué está pasando en filos de la UNAM: El fin y los medios?


Una serie importante de hechos sociales, de carácter contrastante y acumulativo, se han registrado en nuestra facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en estos últimos días, reflejo de procesos nacionales en la construcción de guerra, aterrorizamiento y “encierro social”.

Un grupo de estudiantes y maestros pertenecientes a un colectivo llamado Nos hacen falta, preocupados por los estudiantes de la UNAM desaparecidos o asesinados en los últimos años de la muy mal llamada “guerra al narco”, hizo pública en una conferencia de prensa una lista de 12 de éstos y presentó detalladamente, en una Campaña de Videos, cuatro casos emblemáticos documentados, que ocurrieron en la ciudad de México: de la FES-Iztacala, de Psicología, de Arquitectura y de Filosofía y Letras. Piden a las autoridades de la universidad, que son parte fundamental de esa reserva moral que no se ha activado de manera suficiente en México, que colaboren con firmeza y apoyo claro en la búsqueda de esos desaparecidos y en la justicia para los muertos, asumiendo que son parte de la comunidad; también exhortan a miembros de otras universidades en el país a hacer sus propias “listas de víctimas” de estos años y exigir que sus instituciones “busquen a sus desaparecidos” junto a los familiares. Se trata de una acción central en el terreno de la no-cooperación ante la “normalización del silencio institucional” ante los desaparecidos y muertos por la violencia social, que viene de bandas constituidas por funcionarios de gobierno, gente del delito organizado y empresarios del país.

Sobre el mismo tema, considero también muy importante cómo los jóvenes nos educan a los adultos y ojalá también al Papa, quien vino a un país con 32 mil desaparecidos, 103 mil muertos y cientos de miles de desplazados por la violencia, y no se reunió públicamente -como señal de apoyo y para “dar voz” a esas familias- en forma especial con ninguna de esas familias de víctimas, y su vocero se atrevió a tratar el caso de Ayotzinapa como “uno más entre 27 mil”, ignorando lo que el Vaticano debería saber muy bien: nunca una “acción genocida” como fue la de Iguala, puede ser un caso más. Así, puede que la visita del Papa haya aportado a la cultura y educación para la paz en el país, pero a la construcción de paz en un país en guerra no hizo ningún aporte, al contrario legitimó al victimario al ‘desaparecer’ de sus discursos a las víctimas. Nos dio esperanza que visitara la tumba de “Don Samuel” en Sancris, pero sólo fue un acto simbólico pues Tatic ofreció su vida para dar “voz a los sin voz” de más abajo.

Por otro lado, la rectoría de la UNAM hizo una serie de declaraciones y comunicados acerca del grupo que ocupa el auditorio Che Guevara o Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras. Nos parece que hay que tener mucho cuidado en esta situación para no polarizar y aumentar la espiral de guerra. Por supuesto que nos preocupa la toma del auditorio desde el año 2000, su recuperación es una demanda legítima de sectores amplios de la comunidad ante una situación que partió de tomar ese espacio como una forma de romper la exclusión social que había, y que ahora acabó siendo otra forma de exclusión. Es necesario recuperarlo con alguna forma de “mediación social” noviolenta amplia de la comunidad, para que pueda volver a servir a la construcción colectiva de conocimiento, al debate abierto de ideas, y al crecimiento de la reflexión conjunta en toda la comunidad.

Sin embargo, como decía Gandhi: “No hay camino para la paz, la paz es el camino”, y no se puede lograr un fin positivo, como es recuperar ese espacio para la colectividad amplia y total, a partir de la guerra sucia, de la represión, de denuncias sin pruebas de la PGR contra el joven Jorge Esquivel diciendo que llevaba droga y fue apresado como narcomenudista. ¿Cuántos decenas de miles de narcomenudistas hay en el país, en cada secundaria, prepa, uni, esquina de barrio…? ¿Cuántos cientos y cientos hay en CU? ¿Cómo puede ser posible que se mande a una persona en pocas horas, sin mostrar pruebas claras a la sociedad, por un delito así, al penal de máxima seguridad de Hermosillo? ¡De locos la impunidad e injusticia! Es evidente que es muy difícil creer la versión de la PGR, y aunque fuera así, el “castigo totalmente desproporcionado”, y la “criminalización social” dan a pensar que se trató de una vil y burda trampa más del poder, para aumentar la espiral de guerra, despojo y represión en el país.

Rectoría en su comunicado inmediato al hecho, criminalizó con prejuicios, estigmas y apodos al tratar de vándalos, ajenos, delincuentes y narcomenudistas a Jorge y sus compañeros del OkupaChe, olvidando que su tarea principal es la construcción de paz y no aumentar la espiral de la guerra, aún con un fin legítimo como reabrir el auditorio a la comunidad amplia. Algo fundamental en la pedagogía de la paz es “escuchar todas las voces” en conflicto, y no se escuchó a los del Okupa y, en cambio, se “obedeció ciegamente” a otra autoridad: PGR. Según los Okupa, se trató de una “siembra de droga”, Jorge no vendía nada ahí, y fue incluso arrestado por policías de civil en coches sin placas. Sabemos cómo han sido “sembrados” por el poder Mireles, Nestora Salgado, la gente de la CRAC, Semehí Verdia…

Los medios y las autoridades tomaron, haciendo uso del típico “pensamiento periférico”, el momento final de la violencia cuando los del Okupa bloquearon las calles del circuito de CU y realizaron agresiones, ignorando por completo el origen de ese proceso: su desesperación al tener un compañero desaparecido-preso sin ninguna justificación y con lujo de violencia. Podemos diferir en sus métodos de lucha, y creo que lo que hicieron no ayudó a su compañero sino que justificó mediáticamente más la represión brutal y en eso fueron ‘penetrados’ y provocados, pero no hay que olvidar que estaban dignamente siguiendo el ejemplo del colectivo Nos hacen falta al “hacerse cargo” de su compañero desaparecido.
Pero esta acción represiva se da dentro de un proceso nacional de guerra, disciplinamiento y aterrorizamiento social, en nombre de la “seguridad”, concepto de la militarización que nada tiene que ver con la paz, la cual va asociada a la justicia y la interculturalidad. Y entonces surgen otros hechos que llaman la atención y alertan sobre los ataques a la cultura humanista y de humanización de la especie que tanto ha difundido la facultad. Grupos de maestros y estudiantes, están circulando una carta y un documento de algunos Consejeros diciendo que “para conservar las condiciones materiales de seguridad y convivencia” hay que tomar medidas frente a “ese par de problemas interconectados: seguridad y comercio interno”. Así, “la invasión de vendedores ambulantes (de comida y dulces)” que hay dentro de la facultad atentan contra la seguridad y la convivencia, y contribuyen a “los niveles de deterioro creciente de nuestro espacio académico”; “…nuestra facultad se encuentra en un estado de vulnerabilidad general”. Y agregando, con total falsedad, que esta ‘limpieza social’ del espacio se trata de “una demanda unánime”. ¿A quién consultaron? ¿Nos dirán luego que esos vendedores son narcomenudistas?

Nos preguntamos: ¿con base en qué DATOS objetivos y reales se pueden hacer semejantes afirmaciones de aterrorizamiento, para crear condiciones al desalojo y la represión? Porque si no hay esos datos, se trata del puro pre-juicio, del estigma, del “empirismo lógico” que “afirma sin pruebas”; y cuando hablamos de “datos” lo hacemos con rigor científico donde un dato no es la generalización de una excepción. Esta cultura del “encierro” y el terror por la inseguridad, propia de todo el país y gran negocio para el poder, se vio en la misma facultad hace pocas semanas cuando se impuso una “huella digital” para entrar a la sala de maestros, espacio que se supone es símbolo de libertad y diálogo. ¿Aterra que un/a alumno/a entre sin permiso a esa sala exclusiva? ¿Cuántas agresiones y de qué tipo de ‘gravedad’ a maestros/as ha habido en los últimos meses por parte de alumnos/as o vendedores dentro de la facultad? Si la respuesta es cero, o casi, se trata de medidas irracionales, prejuiciadas, o de otro tipo.

Ante todo este avance de la polarización y el encierro (ideológico y físico), son una gran oportunidad de reflexión colectiva amplia en la facultad las Jornadas de “Refléctere”, acción académica de no-cooperación (evitar la inhumana normalización de “dar clases como si no pasara nada”), donde durante toda esta semana se reflexionará en varias clases lo que está sucediendo con la situación de violencia en el país, la justicia, las víctimas, la facultad, el auditorio…en un intento de construir un conocimiento que permita enfrentar desde el diálogo, la construcción de paz y noviolencia a estas situaciones, y así romper con la siembra de la inseguridad y el terror, la polarización y la confrontación prejuiciosa, que son lo que menos necesitan México y la UNAM.

Que el Auditorio Che Guevara o Justo Sierra regrese a su uso ampliado para la totalidad de la comunidad universitaria, pero desde una mediación de cultura de paz y no desde el incremento de la espiral de la guerra. Para ello, la mirada central debe estar en los medios, y no sobre el fin ‘a toda costa’.



Fuente: Desinformémonos
Autor: Pietro Ameglio
http://desinformemonos.org.mx/que-esta-pasando-en-filos-de-la-unam-el-fin-y-los-medios/

viernes, 19 de febrero de 2016

Agreden a dos alumnas en los baños de la FCPyS de la UNAM

Ciudad de México.- El día de ayer a través de las redes sociales se denunciaron dos agresiones a alumnas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) en la Universidad Nacional Autonoma de México (UNAM) las agresiones se realizaron en dos diferentes momentos; los dos casos en los sanitarios de mujeres del edificio A.
La primera denuncia la realizó una alumna de cuarto semestre, a la cual llamaremos Crespi intentando proteger su integridad, la joven se encontraba en el baño del edificio A ubicado en el primer piso, aproximadamente a las 2:00 denunciaron le arrebataron sus pertenencias; el sujeto que no logro ser identificado como alumno de la facultad escondió la mochila en el baño de los hombres del mismo piso del lado de la explanada principal; inmediatamente la estudiante persiguió y confronto al sujeto, el agresor ante esto solo se limito a decirle que lo golpeara, pero al notar que la chica no sentía miedo y reclamaba sus cosas, no tuvo mas remedio que entregarle sus pertenencias, fue en ese momento cuando pudieron tomarle la foto, antes esto se denuncio al ladrón en el área del jurídico; dónde no pudieron hacer nada, ni siquiera denunciar, solo, por que no sabían el nombre, al final se llevo la foto a Pedro Mundo quien entrego la fotografía a los vigilantes.
La segunda agresión ocurrió en el mismo sitio; el baño de mujeres del edificio A; este se encuentra subiendo por la rampa, los hechos ocurrieron aproximadamente a las ocho de la noche; la compañera que llamaremos “Caro” fue atacada cuando se encontraba sola en los sanitarios en el área de los espejos, cuando de repente un hombre vestido de negro la golpeo fuertemente con una paleta de banca; el golpe fue tal que casi pierde el conocimiento, a pesar de la contusión, Caro pudo salir a pedir ayuda; afortunadamente varios compañeros la auxiliaron; cabe destacar que el agresor no le robo ninguna de sus pertenencias, debido al fuerte golpe, la alumna tuvo que recibir varias suturas, compañeros de Caro refirieron que es una persona tranquila, querida por su familia y gente que la rodean, ademas es egresada de la Facultad y se encontraba tomando una clase.
En dicho grupo diferentes alumnos llamaron a realizar una asamblea para fijar una postura antes estos hechos, algunas encaminadas a restringir el acceso solo a estudiantes, profesores y personal administrativo; sin embargo en meses pasados las mismas alumnas han denunciado agresiones sexuales por parte de los mismos estudiantes; por ejemplo varias chicas han señalado que se les ha intentado grabar en los cubos del baño y cuando lo logran estos videos se suben a Internet.
El 14 de Mayo del 2014 varias alumnas denunciaron al estudiante Juan Carlos Sosa Ramírez que acoso y violento sexualmente a por lo menos tres estudiantes de la FCPyS, fue denunciado varias veces ante el departamento de jurídico de la facultad y nunca se le dio el seguimiento debido; ante esto colectivos feministas realizaron un scratche en la facultad y pidieron que se tomaran medidas; al final Sosa Ramírez fue expulsado (Sin Embargo,2014). El 28 de Agosto del 2015 en la facultad de Ingeniera se realizó un mitin dónde se denuncio la violación sexual por parte de un Alumno de Ciencias, Víctor Hugo Flores Soto, el cual después de la presión ejercida fue expulsado de la máxima casa de estudios (RadioZapote,2015) estos acontecimientos no son aislados y evidentemente tienen que ver con la enorme cantidad de hechos violentos contra las mujeres, y tienen trascendencia en un país dónde se comete un feminicidio cada tres horas (Sin Embargo,2015). Si bien estas agresiones en la facultad aparentemente no pertenecen a estas situaciones que recordamos,  si es una realidad que no solo la gente foránea de la facultad agrede y violenta, sexual, física y psicológica a las compañeras en su escuela.
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Es importante realizar acciones que garanticen la seguridad de todas y todos dentro de la Academia, sin embargo las agresiones de género no solo se resolverán con la instalación de cámaras, o la restricción del acceso a las instalaciones; Como universitarios se necesita reflexionar acerca de los roles, como hombres y mujeres, es hora de tener una postura frente al holocausto feminicida en nuestro país y llamarle y reconocerle como eso; una reacción violenta y fatal ante el surgimiento de un nuevo pensamiento feminista.

Fuente: Radio Zapote
Autores: Comité Editorial
http://www.radiozapote.org/agreden-a-dos-alumnas-en-los-banos-de-la-fcpys-de-la-unam/

viernes, 22 de enero de 2016

Hombres armados atacan a dos estudiantes de Chapingo

MÉXICO, DF: Hombres armados atacaron a dos hermanos, hombre y mujer, estudiantes de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh).

El hecho sucedió la medianoche del pasado sábado 16 pero las autoridades lo dieron a conocer hasta hoy, para alertar a los estudiantes y sugerirles que eviten transitar por el campus a altas horas de la noche.

De acuerdo con autoridades mexiquenses, citadas por el portal Hoy Estado de México, ambos jóvenes fueron atacados frente a la entrada principal de la UACh, sobre la Avenida Úrsulo Galván.

Los sujetos armados se acercaron a los jóvenes e intentaron ultrajar a la mujer, alumna de séptimo grado. Su hermano, también estudiante del plantel intentó impedirlo lo que provocó que los sujetos les dispararan. Los dos alumnos cayeron heridos y los atacantes se dieron a la fuga.

Tras el incidente, del que no se dieron más detalles, las autoridades de la UACh emitieron recomendaciones para que sus estudiantes eviten transitar por zonas oscuras en la noche.


Según las autoridades municipales de Texcoco, desde el inicio del ciclo escolar han implementado un operativo de seguridad permanente en la zona a fin de evitar delitos contra la comunidad universitaria.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.proceso.com.mx/?p=427328